Frente al espejo
«Hay calidad si el cliente percibe ser bienvenido, escuchado, comprendido, que es valioso y conveniente (Tropiezos de mala calidad, Nelson García Santos, 7 de octubre). La calidad es regente, virtuosa y gratificante, es la mágica variante que atrae al consumidor haciéndolo superior y felizmente importante. Calidad es bienestar, vive en lo cualitativo; es triunfo y es incentivo para ascender y crear (…). Calidad es solidez, es el trabajo certero, benevolente y sincero que se da con placidez. Calidad es ser cortés, es responsabilidad, es espiritualidad, es volar hasta la cima y es adecuada autoestima en hombres de calidad (…). Calidad es desplegar destreza y conocimiento. La calidad es aliento, garantía, previsión y es una vía de acción para el perfeccionamiento. Calidad es concesión, es ser bueno y diligente, es comprender que el cliente siempre tiene la razón. Calidad es expresión de entrega y de sacrificio, es el sublime artificio: para hacer la diferencia, vencer en la competencia y dar el mejor servicio». (Martivarela)
Alina, la entiendo perfectamente (¿Y el candor?, Alina Perera Robbio, 4 de octubre). Hace algún tiempo escuché a unas adolescentes de apenas 12 años hablando de sexo, lo que me quitó el sueño varias semanas. No me he recuperado del impacto, porque nuestro sistema protege a la niñez y la juventud, pero los padres no estamos jugando el papel que por ley además nos toca». (Observadora)