Frente al espejo
En las raíces de este complejo fenómeno de las ilegalidades y la corrupción (La decencia no lleva toga, Susana Gomes Bugallo, 4 de enero) están dos elementos que casi nunca se mencionan: la capacitación y la formación. En todo oficio o profesión se realizan transacciones y uso de recursos, pero sus actores no dominan en muchas ocasiones las reglas y documentos que regulan este proceso. En ocasiones las califican de burocracia. Incluso, a veces los propios jefes orientan decisiones que violan dichas reglas con el objetivo de ganar en «eficiencia». Hay que ser más profesionales. (José Acevedo)
Es importante la capacitación, pero junto con ella el dominio de lo establecido en la ley. Hay un sinnúmero de resoluciones desperdigadas que pueden ser reunificadas, para que por ellas se trabaje y se pueda exigir... Todo está legislado, pero pocos cumplen con sistematicidad lo que se establece. Hay casos y casos; muchos pueden solucionarse sin daño moral favoreciendo de forma preventiva cómo hacerlo. (Rné)
Cuando uno cree firmemente que el buen tratamiento descansa en el buen diagnóstico aparecen de manera natural soluciones duraderas para algunas enfermedades, pero pienso como Martí: la verdadera medicina es la que precave. (Gallo)