Frente al espejo
«Soy fiel lectora de Juventud Rebelde, y he observado que a partir de este mes está saliendo la sección ¡De impacto! (editada por José Luis Estrada Betancourt), muy importante para que los estudiantes conozcan sobre las especialidades tanto de técnicos de nivel medio como de obreros calificados. Los secretarios docentes tenemos un importante papel en el trabajo de orientación profesional y formación vocacional. He leído el técnico de nivel medio de electricidad y mecánica industrial y la información sobre ambos perfiles es muy buena, tanto para los estudiantes como para los padres. Quisiera recibir todo lo relacionado con este tema para divulgarlo en el centro donde trabajo, ya que en ocasiones carecemos de información…». (Ana María Alarcón Martínez)
«Por su importancia, en la red de la Universidad de Oriente reprodujimos este artículo (El regreso de septiembre, Graziella Pogolotti, 8 de septiembre). Gracias a la Dra. Pogolotti y a JR por la oportunidad de contar con tan pertinente mensaje». (Yesey Pérez)
«Excelente reflexión (Y los modales, ¿bien, gracias?, Ana María Domínguez Cruz, 13 de septiembre), que refleja una realidad que no por dolorosa, debe ser ocultada. La buena educación es un pasaporte que te abre o te cierra las puertas a mejores opciones de vida, de trabajo, y en muchos aspectos de la sociedad. Pero una parte de la culpa la tienen aquellos que no rechazan esas prácticas en el entorno inmediato. No combatimos esas actitudes en nuestras amistades, en nuestro contexto laboral. (...) Cuando el que así actúa, se sienta rechazado y discriminado por su mala educación, tendremos mayores posibilidades de que cambie». (Doris)
«Si la historia es real, amigo Yoelvis (De cuentos y locuras, Yoelvis L. Moreno Fernández, 12 de septiembre), que no hay por qué dudar de ella, el “loco” estaba más cuerdo que un psiquiatra. Y si no lo es y todo nada más que se trata de imaginación colectiva, se puede asegurar sin temor a equivocarse que en Manacal cada vez que se abre una puerta se escapa uno como el que tenía un nombre por cada día de la semana. Pero lo bueno de este relato es que tú te contagiaste con esa cuerda locura para escribirlo y de paso transmitir el contagio a todo el que lo lea, pues lo cierto es que de poeta y loco todos tenemos un poco. Te felicito por brindarnos este electroshock que a veces no viene nada mal para olvidarnos un poco de los problemas cotidianos». (Modesto Reyes Canto).