Frente al espejo
«Hola, Ciro. Soy una incansable cazadora de historias no contadas. Lo conozco a través de sus escritos desde el 2002 (Ciro Bianchi Ross, página dominical de Lectura), cuando comencé a coleccionar sus columnas en JR... Quiero felicitarlo, primero, por ser ese buen cubano que lleva la historia y la patria en las venas, y lo transmite a los suyos de forma amena y sencilla; y segundo, por enseñarme de esa Habana de la que se encuentra muy poco en los libros de hoy y por la cual siento una profunda nostalgia y sentido de pertenencia.
«Me considero una enamorada de la historia de mi país y mediante usted he podido enriquecer mis conocimientos. Es una suerte ver y leer sus crónicas, pues también trato de ver siempre Como me lo contaron, ahí va, el programa de Canal Habana. En innumerables ocasiones recorro lugares de sus relatos y busco más información sobre ellos. Siento sed de conocer...
«Quiero expresarle, además, mi gratitud por acercarme tanto a Lezama Lima (pienso que cuanto emanó de su pluma ha de conocerse por todo buen cubano). Simplemente lo adoro, y casualmente los conocí a usted y a Lezama al mismo tiempo, pues en el 2002 me obsequiaron el epistolario Como las cartas no llegan..., libro invaluable por lo íntimo de su contenido sobre Lezama y su entorno… Usted se preocupa por hacer que perdure en la mente de sus compatriotas esa historia que siempre está ahí, pero que en ocasiones saben muy poco de ella». (Yamilka, 29 años)