Frente al espejo
«Mis felicitaciones, amigo Juan. Es bueno insistir en eso de aprender a pensar, afán que no nos debe abandonar a lo largo de nuestras vidas, máxime cuando ocupamos responsabilidades que nos asignan facultades de decidir (Aprender a pensar, Juan Morales Agüero, 5 de noviembre). Pensar en la solución de un problema no es ir a la búsqueda de la primera idea que lo resuelva sino a buscar cuantas variantes de solución pueda uno concebir, tomando en cuenta el cerebro colectivo, nuestra propia inteligencia y la experiencia acumulada. Hay que encontrar cuantas alternativas sean posibles, valorarlas y finalmente decidir por la que sea más eficaz y eficiente, y satisfaga la mayor cantidad de condiciones e intereses, especialmente los de quienes constituyen el objeto de la medida. Gloria a todos los que nos han enseñado a pensar. Apliquemos sus enseñanzas en nuestra labor cotidiana». (Daniel Noa)
«Mi condición de lectora me impulsa a felicitarlos por la magnífica labor que realizan. Admiro su trabajo, los temas que se tratan en el periódico y la profundidad con que los abordan. Les escribo, además, porque soy seguidora de Camilo Cienfuegos. Me apasiona lo que a su persona se refiera, y el 28 de octubre se publicó una crónica titulada Camilo, de José Alejandro Rodríguez, a quien quisiera felicitar por su trabajo.
«Mi satisfacción con otros trabajos no es menor, solo que me cautivó de manera especial la crónica mencionada. Continúen realizando su labor satisfactoriamente». (Yailenys Ramírez Torres, estudiante de Periodismo)
«Estoy muy complacida con el artículo Qué tiene que ver (Hugo Rius, 29 de octubre). Hacía rato estaba ansiosa de que alguien tocara ese tema, porque es verdad que se han perdido la cortesía y otros valores elementales... Muchas veces me vi montada en el ómnibus con mi niña en brazos y en pocas me cedieron el asiento, incluso cuando lo ocupaban hombres no tan jóvenes, que parecen haber perdido la vergüenza. Ojalá se sigan tratando estos temas y ello surta algún efecto…». (Mabel)
«Felicidades por tan buen artículo (Dos más uno… ¿y no da tres?, Mileyda Menéndez Dávila, página temática Sexo Sentido, 31 de octubre). Cuando terminé de leerlo me interesaron mucho las reacciones que había provocado, pues aún es un tema tabú en la sociedad moderna y es común juzgar a los demás por cosas que no se conoce en detalles y los atributos se ponen a diestra y siniestra…
«Lo ideal sería vivir de manera completamente honesta y dar pasos seguros en lo que se quiere (...). La sociedad humana nos impone, desde que nacemos, que las relaciones de pareja tienen que ser monógamas y heterosexuales... Aquel que quiera guiarse por ese patrón y sea feliz, ¡felicidades!, pero si la vida te enseña otros caminos y también eres feliz... pues felicidades también. No hay nada más rico que gozar la vida a plenitud, sin remordimientos... y sin violar tampoco normas elementales del comportamiento social». (Alberto García)