Durante las últimas semanas, se han producido fuertes bombardeos en Yemen por parte de EEUU contra supuestas posiciones de los Hutíes. Autor: Tomada de Twitter Publicado: 30/04/2025 | 02:33 pm
WASHINGTON, abril 30.— El Pentágono declaró el martes que las fuerzas del Comando Central de EE. UU. han atacado 1000 objetivos en Yemen desde el 15 de marzo, una campaña de bombardeos masiva que ha causado la muerte de cientos de civiles y no ha logrado disuadir a los hutíes que mantienen su hostigamiento a los buques que abastecen el genocidio perpetrado por Israel en Gaz.
«Los ataques del Comando Central de EE. UU. han alcanzado más de 1.000 objetivos, matando a combatientes y líderes hutíes, incluyendo altos mandos de misiles y vehículos aéreos no tripulados hutíes, y reduciendo sus capacidades», declaró el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, en un comunicado sobre los primeros 100 días de la administración Trump.
El domingo, el Comando Central de EE. UU. anunció que sus fuerzas habían atacado 800 objetivos en Yemen, lo que sugiere un aumento significativo de los ataques aéreos estadounidenses contra el país en los últimos días, comentó antiwar.com. El Pentágono prácticamente no ha compartido detalles de su campaña de bombardeos, la cual el CENTCOM reconoció, alegando que protegía la «seguridad operativa».
Si bien el Pentágono afirma que la campaña de bombardeos ha sido un éxito, los hutíes, oficialmente conocidos como Ansar Allah, no han dado señales de ceder. En las últimas semanas, las defensas aéreas yemeníes han derribado siete drones MQ-9 Reaper estadounidenses, cuyo valor es de 30 millones de dólares cada uno.
El lunes, la Armada estadounidense declaró la pérdida de un avión de combate F/A-18 valorado en 60 millones de dólares al caer por la borda mientras el portaaviones USS Harry Truman realizaba un viraje brusco para evitar un ataque hutí, lo que sugiere que un misil o un dron disparado desde Yemen estuvo a punto de impactar el buque de guerra, afirma antiwar.
Los líderes de Ansar Allah han prometido reiteradamente que solo detendrán los ataques contra Israel y pondrán fin al bloqueo marítimo israelí si se alcanza un alto el fuego en Gaza. Han ofrecido dejar de atacar buques de guerra estadounidenses si Estados Unidos deja de bombardear Yemen, pero la administración Trump no ha mostrado interés en la oferta.
El lunes, 68 personas murieron en un ataque aéreo estadounidense contra un centro de acogida para migrantes africanos en la provincia de Saada, en el noroeste de Yemen, según informó la cadena de televisión yemení Al Masirah. Otras 47 resultaron heridas en el ataque estadounidense, que impactó el lugar en horas de la madrugada.
Imágenes y fotos de la agencia Reuters, momento posterior al ataque, muestran cuerpos esparcidos entre los escombros y migrantes africanos heridos recibiendo atención médica en un hospital. Un funcionario del Pentágono declaró a Reuters que el ejército estadounidense estaba al tanto de los informes sobre víctimas civiles. «Actualmente estamos evaluando los daños causados por la batalla e investigando esas afirmaciones», declaró.
El ataque contra el centro de para migrantes es el segundo más mortífero de Estados Unidos contra Yemen desde que el presidente Trump lanzó su campaña de bombardeos el 15 de marzo.
El 17 de abril, Estados Unidos bombardeó el puerto de combustible de Ras Isa, en la provincia yemení de Hodeidah, en el Mar Rojo, matando a 80 civiles, en su mayoría trabajadores del puerto.
Las autoridades yemeníes condenaron enérgicamente el ataque estadounidense contra el centro de alojamiento que opera bajo el conocimiento y la supervisión del Comité Internacional de la Cruz Roja y la Organización Internacional para las Migraciones, calificándolo de crimen de guerra.
«Estados Unidos no se limitó a asesinar ciudadanos yemeníes ni a atacar objetivos civiles en Yemen, sino que sus atroces crímenes se extendieron a los migrantes africanos que llegaron a Yemen en busca de seguridad y estabilidad», declaró el Comité Nacional de Asuntos de Refugiados de Yemen, según la agencia de noticias SABA.