Frente al espejo
«La historia de Diego que usted nos cuenta (El vacío de Diego, Marianela Martín González, 22 de marzo) pudiera inscribirse en el libro de fábulas que usted le recomendó. No porque sea precisamente un cuento salido de su imaginación, sino porque es verídica, hermosa y conmueve el alma más inquebrantable que pudiera existir.
«Diego hace evocar a un pequeño niño que, desde sus poquísimos años, nos da cada día lecciones de humildad y amor. No importa que los ojos físicos no conozcan el arcoiris ni las puestas de sol; lo esencial es invisible para ellos. Pobre de aquellos ciegos de corazón que, más que alambres, doblan sus propias vidas vacías de afectos y compasión.
«Gracias por regalarnos esta emotiva historia. Estoy seguro de que Diego no pasará desapercibido para los que la hayan leído en el diario». (Rafael Rodríguez Frías, estudiante de Comunicación Social, Santiago de Cuba)
«Estimado Luis López Viera: Deseo compartir mis modestas consideraciones acerca de su trabajo publicado en la edición del martes 24 de marzo, titulado El clásico rompecabezas. Soy aficionado al béisbol y me parece que el hecho de sentirnos adoloridos —créame que hasta lloré— por el desempeño de nuestro equipo en el reciente Clásico no puede llevarnos a apreciaciones hipercríticas del desarrollo de ese evento, sin que esto signifique dejar de reconocer sus desaciertos.
«Considero que si hace una encuesta a nivel de país, la opinión generalizada es que el Clásico fue un gran éxito —aunque con dolor, reconozcámoslo... En lo que se debe de trabajar fuerte es en ver nuestras deficiencias para superarlas y llevar nuestro deporte a la altura que merece. Enfocar un plan para erradicarlas: ese es el sentido. Lo que hay que estar es al nivel de Japón o Corea, o mejor, en este maravilloso deporte.
«Nuestra pelota tiene calidad para ello; así lo ha demostrado por mucho tiempo. Nuestro equipo luchó por la victoria hasta el último out, pero sencillamente no pudo. Digámoslo sin tapujo, como usted bien plantea, y el reverso de la moneda será otro». (Ing. Raciel Leyva Medina)
«Caso social es muy buen comentario (Haydée León Moya, 26 de marzo). A textos como ese nos tiene acostumbrados Juventud Rebelde. Cuanto refiere la periodista es cierto, mas cómo y quién determina qué es un caso social. ¿Está legislado? ¿Existe alguna metodología o la decisión queda a merced de la subjetividad?
«Un caso social es alguien que por alguna razón no le puede retribuir a la sociedad lo que la mayoría hace a diario... Creo que pudo preve nirse que la señora mencionada en el artículo llegara a tener cinco hijos para reclamar el estandarte de “caso social”. Ahí es donde se debe reforzar los trabajos de charlas, visitas, etcétera, por las instancias que tengan ese encargo social». (Pedro Herrera Ledón)
«Julio Martínez Molina: Lo felicito por el escrito suyo que leí en el diario del domingo 22 de marzo, titulado Humildad (recordemos que hacía referencia a la falta de modestia, ahora también denominada “darse escofina en el ombligo” por la sabiduría popular), basado en algo que estaba percibiendo desde hacía tiempo, sobre todo en el programa Piso 6, donde tantas agrupaciones jóvenes, y por tanto nuevas, aprovechan para presentarse. Algo parecido estoy viendo también en ciertas personas jóvenes que tutean desenfadadamente a otras, sin considerar límites de edad, tiempo de labor con ellas u ocupación. Ojalá usted escriba algo sobre el tema y que también salga publicado en el dominical, pues es la única edición de JR que puedo leer durante la semana. Éxitos y buena suerte». (Lourdes Fonseca Tornés, Bayamo)
«Quisiera referirme a lo planteado por Jesús Arencibia Lorenzo en el Acuse de Recibo del 11 de marzo (Paquete flotante y asuntos bancarios), sobre las fechas de pago a los jubilados y fundamentalmente, como él dijera, “la pensión de un jubilado es sagrada y exigua compensación a una vida de trabajo. Deberían estudiarse detenidamente todas las alternativas posibles”.
«Solamente quiero añadir que ese cambio de fecha en el pago de los jubilados no corresponde, de acuerdo con mi experiencia, a una decisión del Banco Metropolitano, y al parecer es una decisión nacional de otro organismo que debiera ser aclarada, pues aquí en Sancti Spíritus también existe esa programación, que afecta a muchos jubilados que cobran más de 200 pesos». (Adverse Marín Guzmán)
«Somos lectores habituales del diario y nos gustan, sobre todo, los comentarios culturales. Al leer Los guiños de Benjamín (Alina Perera Robbio, 24 de marzo) nos quedamos muy satisfechos, y este correo es para agradecer a su autora, de todo corazón, que haya escrito con tanto amor sobre la película El curioso caso de Benjamín Button. Hemos coincidido totalmente con su opinión. Le deseamos que siga siendo una periodista que vea la parte hermosa de la vida». (Familia Fernández-Orta, Guanajay, La Habana)