Acuse de recibo
Amelio García Mujica, quien reside en Rastro 59, entre Campanario y Tenerife, Centro Habana, La Habana, y labora en Servicios Comunales de ese municipio, manifiesta en su carta que está esperando infructuosamente su jubilación desde enero del presente año. E, increíblemente, no tiene quién atienda ese proceso.
«No hay personal que atienda mi jubilación en mi centro, que radica en Valle, entre Espada y San Francisco, en el propio municipio, afirma. Tampoco allí hay director, ya que pidió la baja y hoy 25 de febrero aún no he podido jubilarme, padeciendo una enfermedad llamada coartroxis de cadera severa. Apenas puedo caminar.
«Ellos plantean que hasta que no haya una persona que atienda ese trabajo no puedo presentar mis documentos a Trabajo y Seguridad Social. ¿Y yo qué culpa tengo de esa situación? Tengo familia de la tercera edad. de 93 y 87 años, sin recibir un centavo. ¿Qué debo hacer?», concluye.
Yarelis Acosta Figueredo es profesora de la asignatura Geografía, de la enseñanza secundaria básica, en el centro Lorenzo De La Rosa Casas, ubicado en el consejo popular Los Negros, del municipio santiaguero de Contramaestre. Y está reclamando el pago de su sobrecarga docente, a consecuencia de una violación de la Resolución Ministerial Nro. 10 de 2024, del Ministerio de Educación.
«Me encuentro triplicando programas, manifiesta. Es decir, impartiendo Geografía en séptimo, octavo y noveno grados a la vez. Y dos de esos programas están en perfeccionamiento, más la sobrecarga de matrícula que presenta la escuela. Atiendo nueve grupos, tres por cada grado, los cuales promedian entre 26 y 27 alumnos por aula.
«Conmigo se está violando la legislación laboral. Estoy asumiendo el trabajo de otro profesor de Geografía y no se me está pagando mi sacrificio. Necesito ser atendida, porque hay algo que aquí en mi centro de trabajo está marchando mal. Me siento maltratada. Por favor, necesito ayuda rápidamente», concluye.
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