Acuse de recibo
Alex Javier Carrasco Carrazana, con dirección en la calle 18, #14, e/ 5 y 7, Los Negros, en el municipio santiaguero de Contramaestre, escribe con la preocupación de un padre, pues su hija, con dos años cumplidos en 2024, no puede recibir un producto llegado a la bodega, aun cuando la pequeña está en el rango de edad comprendido.
Según cuenta, el pasado viernes 3 de enero mandó a una de sus niñas a comprar el litro de sirope que se estuvo vendiendo para los menores entre dos y seis años, en el municipio de Contramaestre. Agrega que a su hija más pequeña le correspondía, pues cumplió los dos añitos el 23 de septiembre de 2024.
Pero la sorpresa para él y su esposa vino después, cuando llega su hija mayor de la bodega y les dice que, según le informó la dependienta, a su hermana no le tocaba el sirope porque en la tarjeta de comida vieja está con un año.
Al momento salimos para la bodega El Puente, de la localidad donde residen, asegura. Allí recibieron la misma respuesta negativa por parte de la dependienta y la administradora, ya que «esta había sido la orientación dada por la funcionaria de la Oficina del Registro de Consumidores».
Aunque la niña tiene dos años desde el 23 de septiembre, le volvieron a explicar, se mantenía con un año en la libreta de abastecimiento, y no le correspondía. Según la dependienta, agrega, ya le habían estado despachando a varios niños con siete años cumplidos, pero que estaban con seis años en la libreta vieja.
Alex Javier precisa que, buscando algunas respuestas al asunto, pudo comunicarse con la viceintendente del municipio de Contramaestre, a quien le plantearon la problemática que afecta a varios niños del consejo popular.
Dice que con toda la disposición y entrega esta funcionaria se ocupó e investigó la situación, tocó con la mano el asunto y les informó que sí le tocaba el sirope, porque era para niños de dos a seis años, 11 meses y 29 días, con corte del 30 de octubre de 2024.
Sin embargo, lo insólito del asunto es que, cuando llegó a ver a la funcionaria del Registro de Consumidores, esta mantuvo firme su negativa de otorgarle el producto que le corresponde a su niña por derecho.
Ahora este padre continúa preguntándose por qué no se le entregó el producto si ya era una acción concreta y verificada. «Estamos inmersos en oscuras nebulosas de maltrato, falta de control e insensatez de algunas personas a las que les corresponde hacer cumplir lo que está estipulado», concluye.
Hace menos de un mes se publicaba en esta sección un caso similar, pero se trataba de una persona mayor en el municipio habanero de Cotorro, a la que le negaron el producto de donación en la bodega porque había cumplido la edad límite en el trascurso del año.
Estos casos inauditos en tiempos difíciles merecen respuestas claras y acciones flexibles, más cuando se trata de personas vulnerables, niños y familias que lo necesitan. ¿Por qué no se puede contemplar en el Registro de Consumidores, de un año para otro, quiénes son las personas que cumplen las edades límites para acceder a un determinado producto cuando, efectivamente, sí se hace a la hora de suprimirlo? La respuesta sigue estando pendiente.
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