Acuse de recibo
El doctor Federico Rivero Álvarez, quien reside en calle Mario Muñoz No. 4, entre A y B, en Rancho Veloz, municipio de Corralillo, provincia de Villa Clara, quiere demostrar que aún puede ser muy útil en su localidad y se le cierran las puertas.
El galeno manifiesta que está jubilado con una pensión de 2 368 pesos, experimenta una severa estrechez económica y desea ser recontratado en la Sala de Rehabilitación del policlínico donde laboró. Pero un algo se interpone, como en el bolero…
Refiere que tiene 76 años y está en plenitud de sus capacidades físicas y mentales. Es Máster en Medicina Natural y Tradicional, y además de los procedimientos naturales que aplica, realiza tratamientos con picaduras de abejas (apipuntura), con lo que puede mejorar o curar diversas afecciones sin necesidad de fármacos, cuya existencia no es estable. Además, tiene dominio de Rayos X, Farmacología y Electrocardiografía.
El doctor Federico está convencido de que aún puede serle muy útil al pueblo de Rancho Veloz, pero en la sala de rehabilitación del policlínico le han comunicado que no hay plaza para él, pues la que ocupaba antes de jubilarse sencillamente desapareció.
Ha tramitado su preocupación con el Gobierno y otras autoridades en el municipio de Corralillo. Pero no logra que lo recontraten, con tanta necesidad económica que tiene, y con lo que pudiera ayudar a los pacientes.
De su currículo profesional Federico destaca la misión médica que cumplió en la República de Haití por tres años, desde marzo de 2012 hasta abril de 2015.
«No logro que se me recontrate, subraya. Al dirigirme a usted, busco su ayuda para volver a trabajar. Le hago falta al pueblo de Rancho Veloz», concluye.
Esperamos que la Dirección Municipal de Salud en Corralillo pueda responder al respecto.