Acuse de recibo
Yarelis Acosta Figueredo (Calle 4, No. 3, Los Pinos, Los Negros, municipio de Contramaestre, provincia de Santiago de Cuba) es madre de tres niñas. Y en medio de tantas dificultades, reclama la leche que les corresponde a sus pequeñas. Un reclamo muy serio, que no admite olvidos, soslayamientos ni dilaciones, porque es la alimentación de sus niñas.
Cuenta que en el mes de julio recién concluido, compró la leche normada que se les garantiza a sus hijas por el Estado, pero hasta el día 25. Y aún no le han vendido la que les correspondía desde ese día hasta el cierre del mes.
Habló con la administradora de la bodega donde le corresponde adquirir la leche. Y esta le respondió que la leche del mes ya se había vendido completa. Luego llamó a la Intendente del municipio, quien le dijo que no había leche.
«Seguí llamando, afirma, porque para mí “no hay leche” no es respuesta. Las que estamos sufriendo somos las madres, que no tenemos leche para darle a los niños cuando lloran; y más siendo lactantes. Y además, porque si una madre no se alimenta no tiene leche para lactar».
Yarelis llamó entonces al Gobierno Provincial, y habló con la secretaria del vicegobernador, Manuel Falcón Hernández. Le explicó la situación, y la secretaria le dijo que en el municipio de Contramaestre estaban bastante adelantados con la leche, porque ella es madre también y le faltaban 15 días de leche a su niña.
La secretaria del Vicegobernador quedó en llamarle para darle respuesta. Y nunca lo hizo. Y como vio la tardanza, Yarelis volvió a llamar y habló con un funcionario, quien le pidió el número de su teléfono para darle respuesta. Tampoco la llamó.
Ella pasó dos mensajes al móvil del vicegobernador Falcón, quien la llamó, pero al final no le dio respuesta.
«Hoy 30 de julio, manifiesta la atribulada madre, me llamó la Intendente municipal para decirme que no hay leche, que me iba a conseguir un poquito para mandármela.
«¿Cómo se entiende eso? Si me acaban de decir que no hay leche. Mi pregunta es: ¿De dónde va a sacar ella la leche? Decir “no hay leche” es una respuesta clara. ¿Por qué, si son funcionarios del Estado, no saben dar una respuesta más detallada?
«Me dirijo a quien pueda escucharme y esté en condiciones de darme respuesta, ya que los niños no saben reclamar su derecho. Y aquí dejo mi número de teléfono por si me quieren llamar: 5951013», concluye.
Esperamos que se esclarezca con transparencia y rigor el reclamo de Yarelis. Por más dificultades y carencias que haya, si alguien siempre ha merecido la prioridad en su alimentación, y con el nutriente básico que es la leche, ese es el niño pequeño. Lo que sí no puede estar «a dieta» es la atención e información. Y, por supuesto, la solución. Tiene que haber una reserva para esos casos. ¿Cómo dormir tranquilos con esos truenos?