Acuse de recibo
Yudy Guevara Sabatier (Luz 366, 1er. piso, entre Aguacate y Compostela, Habana Vieja, La Habana) cuenta que sin información o comunicación alguna a los vecinos, el lunes 14 de noviembre pasado Etecsa comenzó a realizar trabajos de reparación en el registro telefónico ubicado en la calle Aguacate, entre Sol y Luz, muy cerca de su vivienda.
Y por curiosidad, Yudy se acercó al sitio donde se laboraba, para saber qué estaba pasando. El técnico que se encontraba le informó que estaban cambiando el cableado y realizando trabajos de mantenimiento a las líneas. Añadió que no se preocuparan, pues en cuanto terminaran todos los teléfonos serían conectados. El trabajo demoraría pocos días y la afectación sería mínima.
El jueves 17 de noviembre algunos teléfonos fueron conectados. Y Yudy no se preocupó, porque pensó que la recuperación del sistema sería de manera paulatina, e irían restableciendo el servicio a medida que fueran concluyendo el mantenimiento.
El viernes 18, el esposo de Yudy se acercó al lugar donde se seguían realizando trabajos de mantenimiento, y le comunicó al técnico que el teléfono de ellos seguía sin servicio. Este le informó que los teléfonos fueron conectados, y los que aún no contaban con el servicio tenían que ser reportados por los afectados al 114, para que se los conectaran.
Ese mismo día llamaron al 114 y les dieron el número de reporte. La operadora que les atendió les dijo que tenían que esperar, porque había muchos reportes, y eso era por orden de llamada.
Continuaron yendo al lugar donde se encontraban los técnicos trabajando. Y en uno de esos días, el técnico que se encontraba allí, quien traía una hoja con los reportes realizados por los clientes afectados, trató de conectarles el teléfono. Pero les informó que no podía, porque este tenía cruzadas las líneas y se necesitaba de una brigada que le diera solución al problema. Que él no podía realizar ese trabajo. Esa fue la explicación que dio, después de realizar una llamada telefónica, cosa que no era nueva para ellos, porque antes del incidente tenían unos cuantos reportes a Etecsa, toda vez que, desde su teléfono escuchaban otras conversaciones. Entonces, Etecsa envió muchos técnicos, pero ninguno solucionó el problema. Y las explicaciones que les daban eran que los cables estaban muy viejos y había que cambiarlos. Pero aunque defectuosos, contaban con el servicio.
El domingo 27 de noviembre, a las 11:18 a.m., 14 días después, Yudy volvió a llamar al 114 para preguntar si sabían algo. Y la operadora que la atendió le dijo que si quería saber el estado técnico de su teléfono debía llamar al 118. A la clienta se le olvidó preguntarle el nombre.
Dos minutos después, Yudy comunicó con el 118, y le atendió la operadora Idalmis. La clienta le dijo que llamaba para saber sobre el estado técnico de su teléfono. Idalmis le expresó que ella no podía informarle sobre el estado de su teléfono porque ellos se dedicaban a tramitar quejas, no a dar informaciones técnicas. Que llamara al 114.
Yudy le dijo que había acabado de llamar al 114 y la habían enviado para el 118. Idalmis le preguntó el nombre de la operadora que la había atendido y ella no supe decirle. Idalmis le explicó el proceso y preguntó si deseaba elevar la queja. Yudy accedió y al final le informó que el número de su queja era el 044234.
«Aunque todavía me encuentro inmersa en esta madeja de entuertos, dice, me siento muy complacida con el trato recibido de parte de Idalmis, el que considero muy profesional y humano».
El 5 de diciembre, después de 23 días sin servicio telefónico, Yudy pregunta:
«¿Qué es lo que en verdad sucede? ¿De dónde tiene que venir la brigada a la que hace alusión el técnico? ¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar para recuperar este servicio? ¿Quién es la persona encargada de darnos respuesta?».