Acuse de recibo
Pedro Arturo Menéndez García (Cádiz No. 18, entre Castillo y Fernandina, Cerro, La Habana) alerta que cuando se van a realizar trabajos de reparación de viviendas deben crearse las condiciones de antemano para la recogida de escombros, de manera que estos no queden a la buena de Dios.
Lo manifiesta porque una vivienda en su cuadra, que fue dañada por un incendio hace meses, comenzaron a repararla sin tener donde depositar los escombros. En consecuencia, estos son abandonados en la calle y en la acera. Y pueden demorar meses así, como ha sucedido en otras ocasiones.
«Si la afectación provocada a esta vivienda fue desde hace meses, afirma, ¿no se pudo esperar a tener las condiciones para la recogida de los escombros en un contenedor antes de emprender la obra?
«En estos casos se deben tomar las medidas con los responsables por parte de las autoridades municipales con sus inspectores, ya sea con la aplicación de multas, dar plazos para la recogida o ambas cosas», concluye.
Pedro Arturo tiene muchísima razón. Y lo más preocupante es que se ha perdido el respeto a los espacios públicos, entre ellos calles y aceras. Y no se hace sentir el peso de las leyes sobre quienes vulneran el espacio de todos.
Pedro Pérez Rodríguez (Calle J, No. 225, entre 15 y Línea, Vedado, Plaza de la Revolución, La Habana) refiere que desde abril pasado tiene afectada la comunicación de su teléfono fijo.
El 3 de mayo volvió a reportar la interrupción. Y le dijeron que una brigada del Gas Manufacturado había roto el cable telefónico y había varios clientes afectados. Que se estaba trabajando y demoraría un mes.
Pasado unos 20 días él indagó y le indicaron que ya estaba reportado. Diez días después recibió la misma respuesta, sin más detalles. Entonces solicitó hablar con una supervisora, quien le dijo que registraba su queja y le darían respuesta.
Días después, reclamó, y le dijeron que tenían 90 días desde que se registraba la queja, y le darían respuesta.
«He preguntado a los que he visto ocasionalmente trabajando en 17 y G, y las respuestas van desde que se va a tirar un cable provisional, hasta que no hay nada con qué trabajar. Recientemente le pregunté a un técnico que reparaba un cable en la calle 15, y respondió: No sé de eso…».
Señala Pedro que a otros clientes les han dicho que hay que importar el cable. Y pregunta: «¿Estas cosas ayudan a la imagen de nuestras organizaciones? ¿Ese es el servicio que demanda la población?».