Acuse de recibo
El pasado 16 de julio, desde la ciudad de Sancti Spíritus, Osvaldo Morfi Galán contó aquí que la fosa que evacúa los residuales de tres viviendas en su cuadra vierte para la calle hace años, y en ese momento lo hacía sobre la acometida de agua potable de cuatro casas, entre ellas la suya.
Recordó que en octubre de 2020 faltó el agua varios días. Y al volver, por el lavamanos y la taza sanitaria de su hogar brotaba turbia, con olor a orina y restos de lombriz. Él, impedido físico y con varios padecimientos, entonces envió muestra del agua con otra persona a Higiene del Policlínico Sur. Y dio positiva.
Morfi fue entonces a Atención a la Población de Acueducto municipal y lo reportó. Le dijeron que esperara la visita de los técnicos de plomería. Y como no acudían, llamó por teléfono cuatro veces y nadie atendió la llamada.
A inicios de junio pasado faltó de nuevo el agua. Y al restablecerse el 5 de ese mes, volvió turbia y con olor a orina. Llevó una muestra a Acueducto municipal el 7 y la jefa de inspectores lo condujo con el jefe de la brigada de Mantenimiento de plomería, quien precisó que la manguera de la acometida estaba rota, y orientó a la técnica de plomería que le tomara los datos y la queja. A Morfi le indicó que esperara a que le visitaran.
A los dos días, viendo que no llegaban, Morfi fue a la oficina: toda la mañana sin poder ver a ningún directivo. El 10 de junio fue a Atención a la Población del Gobierno provincial. Le tomaron allí los datos y la queja, y le dieron números de teléfono. El 14 de junio, Morfi fue de nuevo a Acueducto municipal, que envió tres técnicos, quienes constataron que la fosa vertía sobre la acometida. Y al estar rota esta, y faltar el abasto de agua potable, penetraba el agua de fosa en la acometida. Le indicaron que no consumiera dicha agua, que ellos avisarían para venir y quitar la manguera y poner una nueva.
«Hasta el día de hoy, decía Morfi, nadie ha venido a arreglar la manguera y la fosa sigue vertiendo sobre mi acometida. No he podido seguir saliendo más a estos trámites, pues estoy exponiéndome a contraer la COVID-19. Me siento totalmente maltratado y engañado por todas estas personas que hasta este momento he visto para que me den solución a este problema por el que estoy pasando».
Responde Franklin Lantigua Moreno, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Sancti Spíritus, quien confirma lo planteado por Morfi acerca de toda la secuencia de sus trámites y gestiones con la UEB Acueducto y Alcantarillado de la capital provincial, a partir de inicios del pasado junio, no así acerca de la gestión del cliente en octubre de 2020.
Y en cuanto a lo planteado por Morfi desde principios de junio de 2021, y que no tenía aún una solución cuando se publicó su queja el 16 de julio, Lantigua manifiesta que «por temas relacionados con la inexistencia de recursos para acometer los trabajos ya iniciados sin culminar en otras zonas del municipio, con la concentración de la fuerza de trabajo en esos lugares, se nos complejiza el actuar con rapidez ante el llamado de la población».
Sin embargo, en otra parte de su carta, se refiere a «la morosidad del personal de Mantenimiento» en este caso, y ofrece «disculpas por las molestias ocasionadas».
También afirma que el 19 de julio (tres días después de publicarse aquí la queja de Morfi), «se procedió con parte de la brigada de plomeros de la UEB a la realización de los trabajos de excavación manual y a la sustitución de un tramo de tubería ¾ en mal estado, que ocasionaba el salidero, quedando culminado el trabajo».
¿Por qué entonces lo que no se hizo antes se solucionó apenas al tercer día de publicarse la denuncia en esta columna?
Sean cuales fueren las razones de la demora en solucionar un asunto de tanto peligro para la salud humana (aguas sucias mezcladas en la potable, a partir de la rotura de la acometida junto al vertimiento de la fosa), lo cierto es que se demoraron los trabajos de solución del problema, y ni al menos los afectados recibieron la información requerida al respecto, algo elemental en una óptima y eficiente comunicación institucional de una entidad.
Y en la respuesta tampoco se explican qué medidas se adoptaron con «la morosidad del personal de Mantenimiento», ante lo que sufrían y peligraban los afectados. Al final, como conclusión, habría que reafirmar el título que puse a la queja inicial el 16 de julio: «Sin acometividad para la acometida».