Acuse de recibo
Es ya un viejo problema sin solución definitiva el desabastecimiento de agua en el Edificio 54 del reparto Camilo Cienfuegos, en el municipio capitalino de La Habana del Este. Y con esta son tres las veces en que el problema aflora en Acuse de Recibo.
La primera fue el 23 de marzo pasado, cuando Milton Bedia, residente allí, denunció que en octubre de 2018 se interrumpió abruptamente la entrada de agua por la acometida del inmueble de diez plantas y 90 apartamentos. Y desde entonces, sin que Aguas de La Habana pudiera determinar la causa, comenzó el abastecimiento con camiones-cisterna, de los cuales requieren dos en días alternos para posibilitar el bombeo a los tanques elevados. Y tal servicio tenía interrupciones.
Los vecinos se dirigían en varias ocasiones al departamento de Atención a la Población de Aguas de La Habana en ese municipio, tanto personalmente como por teléfono, y no recibían respuestas satisfactorias.
«No entendemos por qué, a seis meses de la interrupción, aún no se tiene ni siquiera un análisis de las causas de esta falta de agua, cuando el reparto recibe normalmente ese servicio. Un cálculo elemental arrojaría hasta ahora 180 viajes de camiones cisternas grandes, con el consiguiente gasto de combustible, neumáticos y salario, que quizá hubiera podido evitarse con un tratamiento más ágil o menos indolente», concluía Milton.
El 28 de junio pasado, Halina Guerra Castro, jefa del Departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana, explicó que la afectación se había puesto en manos de la Subdirección de Operaciones de esa empresa por la jefa territorial, alegando precisamente que el resto de las edificaciones del Camilo… recibían normalmente el servicio. Y se le indicaron acciones a la Base de Acueducto allí, para la solución del problema, que resultó ser muy complejo.
Precisaba que se realizaron trabajos operacionales y de mantenimiento en el circuito de distribución, consistentes en: revisión en el interior de las redes con cámaras especializadas; mantenimiento a tres válvulas del circuito de distribución; interconexión de redes a través de un bypass para ganar tanto en presión como en volumen de agua; reparación total de la acometida y el aumento de su diámetro.
Se mantuvieron trabajando desde marzo hasta inicios de junio, decía, y con todas esas acciones se logró la normalización del suministro de agua por la red, en los primeros días de junio; lo que fue confirmado por Bedia en visita que se le hiciera.
Y el pasado 15 de noviembre, Albanis García Hernández, presidente de la Junta de Administración del Edificio 54, denunció en su carta el inestable y mal suministro de agua que vienen sufriendo los más de 300 vecinos de ese inmueble.
Refiere Albanis que llevan tiempo contactando con Aguas de La Habana para determinar la causa real de por qué siguen sin llegar en los días alternos los 104 metros cúbicos de agua que «necesitan esos vecinos»; pues desde la publicación anterior aquí se resolvió el problema por unos días apenas y luego todo volvió a lo mismo.
«Tenemos serias sospechas —expresa—, aún sin corroborar, de que nuestro problema es provocado por dos causas: mala manipulación de las válvulas de distribución dentro del reparto, y el desvío del agua hacia la nueva comunidad construida anexa al Camilo hace tres años.
«El Edificio 54, una parte del 53 y la escuela primaria Fabricio Ojeda son los únicos inmuebles en nuestra demarcación afectados por esta lamentable situación. Nuestro problema lo saben el actual presidente del Consejo Popular y la Dirección municipal de Vivienda.
«¿Qué falta por hacer? No tenemos los medios ni el acceso a los recursos que pueden resolver el problema. Aguas de La Habana no acaba de resolver y da pretextos. ¿Cuánto más debemos esperar? En el Edificio 54 viven más de 80 personas de la tercera edad que ya no tienen salud para casi todos los días salir a buscar un poco de agua en cubos. Y para el resto es un estrés constante que ya ha provocado situaciones de discordia entre vecinos», concluye.