Acuse de recibo
El pasado 2 de julio, desde Baracoa, Guantánamo, Dionelvis Romero Laborí contó aquí que al viajar por Ómnibus Nacionales desde esa ciudad a Camagüey, el 7 de abril de este año, previamente entregó un maletín como equipaje, que contenía dentro una carpeta. Y dentro de esta, iban un celular, una cajita decodificadora Runch, una memoria de 16 gigas, un cargador de teléfonos Samsung, una linterna Holex, una pinza de electricista, dos destornilladores, un neón y una cuchilla de electricista.
Al final del viaje, en Camagüey, le entregaron el maletín. Y cuando llegó a su destino, comprobó que ¡la carpeta había sido sustraída del mismo!
Al otro día presentó su queja en la terminal de Camagüey. Y localizó el teléfono del jefe de la terminal de Baracoa, lo llamó y le relató los hechos. Este le orientó que a la queja añadiera los tiques de equipaje y el boletín de pasaje. Los de la terminal de Camagüey enviaron la queja por valija a Baracoa. Y de vuelta en la Ciudad Primada el 18, Dionelvis localizó al Jefe de la terminal, quien le dijo que ese día no podía atenderle, pues tenía inspección.
Dionelvis preguntó cuándo podría ser, y el jefe le respondió: «Aguanta un momento ahí; así no, ahí si te pierdes en la curvita, porque tu problema no se sabe si se va a resolver».
Del 18 al 23 de abril fue día tras día a la Terminal de Baracoa, sin resolver nada. «Hasta que al final —refería— llegó la gota que derramó el vaso: de manera descompuesta y prepotente, el Jefe de la terminal dijo que él no tenía recursos para solucionar mi problema, que su empresa no era responsable de nada que estuviese dentro del equipaje… Que fuera a la Fiscalía o donde me diera la gana».
Dionelvis fue a Fiscalía municipal, y allí le dijeron que, como no tenía una denuncia radicada en la Policía, no le podían ayudar. «¿Dónde está la protección al cliente? ¿Pueden existir directivos que nos traten de esa manera y no suceda nada?», preguntaba Dionelvis.
Al respecto responde Bernardo Bignotte Rojas, director de la UEB Ómnibus Nacionales Guantánamo, que en la investigación hecha, incluidas entrevistas con Dionelvis y con Gadiel Matos Leyva, jefe de la terminal de Baracoa, se comprobó que este último violó el reglamento para la atención a las quejas de la población del sector del transporte. No dio el tratamiento indicado al recibir la queja enviada por la UEB Camagüey. Y no la comunicó a quien atiende la oficina de quejas de la población en Ómnibus Nacionales Guantánamo.
Además, señala, Gadiel violó el Decreto Ley 197, en cuanto a inobservancia de las disposiciones reglamentarias dictadas para la actividad que dirige, traspasar el límite de su autoridad o hacer mal uso de ella; y retardar o dilatar la solución de los asuntos puestos a su consideración.
Por todo ello, afirma, se le aplicó a Gadiel Matos Leyva la medida disciplinaria de amonestación pública ante el colectivo de trabajadores en el que se desempeña, según se establece en el Decreto Ley 197, artículo 20, inciso C.
Con respecto a la pérdida de la carpeta contenida en el maletín, la comisión «determina la no existencia de responsabilidad del transportista en la pérdida de lo expuesto en el artículo», señala.
En una caracterización adjunta de Gadiel como funcionario, se destaca su trayectoria en cargos de dirección de la UJC, el Partido y en otras instancias administrativas, hasta asumir su responsabilidad en ese establecimiento de Ómnibus Nacionales, «cargo que desempeña hasta la fecha con buenos resultados, todo ello avalado por las opiniones que emitieron en medio de la tramitación de esta queja las organizaciones políticas, gubernamentales y los órganos del orden público, PNR de Baracoa, así como la de la Empresa de Ómnibus Nacionales», plantea.
Agradezco la respuesta. Y solo me quedan dudas: Si el pasajero entregó en la terminal de Baracoa su equipaje, que viajó en el maletero del ómnibus y contenía la carpeta perdida con todos los objetos, ¿cómo la Empresa de Ómnibus Nacionales no va a tener responsabilidad por la pérdida? ¿Por qué no se le indemniza?
Lo otro es que el directivo, quien a pesar de su trayectoria política maltrató con prepotencia al pasajero y no se puso en el lugar de este, fue amonestado ante los trabajadores. Y las autoridades consultadas dieron las mejores valoraciones de él. El día en que se tengan en cuenta los criterios de la población al evaluar a un cuadro o funcionario estatal, otro gallo cantará.