Acuse de recibo
El 3 de noviembre de 2018, y desde Cojímar, en la capital, Emilio Fernández se quejaba aquí de la ausencia en las farmacias por largos períodos de los biosensores o tirillas para la medición de glucosa en sangre, algo imprescindible para los diabéticos.
Y el 17 del mismo mes, desde Guanabo, en La Habana, Brizaida Ramos Yordi planteaba aquí que su mamá necesita el fármaco piracetam, un medicamento fundamental para los pacientes que han sufrido, como ella, una enfermedad cerebral. Y agregaba que hacía unos cuatro meses que no lo había en farmacia.
Conocedora de que el piracetam se fabrica en Cuba, y en otras provincias sí había entonces, Brizaida solicitaba aclaraciones sobre el mecanismo de distribución en virtud del cual el fármaco tiene presencia en unos sitios del país y en otros no.
Al respecto responde las dos inquietudes la máster en Ciencias Nancy Sotolongo Águila, por el Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (Biocubafarma).
Sobre el primer caso, señala que los biosensores se importan desde China. «No han existido irregularidades en esto —afirma—, aunque por distribuirse libremente en las farmacias puede que en ocasiones se produzca lo que Emilio manifiesta».
Añade que se entregaron al Sistema Nacional de Salud, desde septiembre hasta diciembre de 2018, 28 millones 147 mil biosensores, que representan cinco meses de consumo de dicho recurso en el país. Y sugiere a Emilio que se mantenga en contacto con la farmacia principal de su localidad, para que le brinden la información oportuna al respecto.
En cuanto al piracetam, afirma que «no ha estado en falta en el Sistema Nacional de Salud». Y plantea que en estos momentos existe una cobertura para 200 días a nivel nacional.
Nancy sugiere a Brizaida que, de presentarse dificultades en la farmacia donde adquiere el piracetam, puede dirigirse a la farmacia principal de su localidad, para que le brinden la información adecuada.
Agradezco ambas respuestas de Biocubafarma —las cuales se les dieron a los solicitantes en sus respectivos domicilios—, a pesar de que llegaron bastante tardías a nuestra Redacción, el pasado 19 de marzo.
En cuanto a los biosensores, se deduce de la respuesta que desde que se liberó la venta de estos, sin una regulación, se está produciendo el acaparamiento y la reventa con precios especulativos en el mercado negro, en un país donde este comercio sumergido e ilegal ha crecido exorbitantemente.
Acerca de lo planteado por Brizaida, quedaría por responder por la entidad distribuidora de los medicamentos en Cuba, cuáles son los mecanismos de distribución, y si ese fármaco, como ella afirma, llega a unos sitios del país y a otros no.
Mario E. González Guzmán (calle 109B, edificio 11109, apto. 3, entre 111 y 114A, Marianao, La Habana) denuncia la contaminación que sufren los vecinos cercanos al famoso vertedero de basura de la calle 114, en las inmediaciones de la Cujae, en la capital.
«Hace cinco años que resido en el reparto de referencia —expresa— y le comento que la quema de basura se ha hecho allí una costumbre. Y debido a los vientos, todo ese humo tóxico y desagradable invade de manera permanente nuestro lugar de residencia y otros cercanos».
Señala Mario que tal situación ha provocado serias afectaciones de salud, de índole respiratoria, principalmente a niños y ancianos, sin que se adopten medidas para erradicar ese problema. Algunos vecinos han optado por buscar permutas y abandonar el lugar de residencia, cuestión que no es una solución al problema, según Mario, pues quienes vayan a residir allí sufrirán de lo mismo.
Lo cierto es que los vecinos no tienen una información precisa de qué se va a hacer con el dañino vertedero, si se trasladará para otra área de la capital más alejada. Se rumora que será clausurado, pero allí continúan arribando vehículos a verter desechos, y la maldita quema no se detiene.
«Esta misma información —precisa— se la remití recientemente por vía electrónica a la máxima dirección del Citma, de la cual obtuve confirmación de leída, en busca de una respuesta. Aunque comprendo que este organismo no es el que administra el vertedero, sí tiene entre sus funciones velar por la no contaminación del medio ambiente».