Acuse de recibo
José Enrique Nieto Sánchez (Edificio F, apto. 9, reparto Mar Azul, Caibarién, Villa Clara) cuenta que en ese barrio de la llamada Villa Blanca llevan 21 días sin agua, y no es la primera vez que ocurre.
La razón primordial, según el remitente, es que reinan impunemente las indisciplinas en torno a ese vital servicio, entre ellas las conexiones ilegales a las tuberías que conducen el agua desde diferentes lugares de la localidad, y que precisamente concluyen en ese reparto, el sitio más alejado de los pozos.
También se ha permitido la construcción de grandes piscinas en hostales privados; y otras ilegalidades e indolentes descuidos en lo concerniente a la planificación física y el orden interior, como perforaciones para el robo de agua y salideros impunes.
Y para colmo, el penúltimo día que tocaba servicio de agua en Mar Azul, el turbinero del acueducto municipal no compareció a su trabajo; y en cambio, dejó abierta la llave de paso para la Ciudad Pesquera. De hecho, el agua para Mar Azul terminó en las piscinas de los hostales.
«El sábado 2 de marzo, refiere, se bombeó agua hacia las dos cisternas de Mar Azul. Y el domingo 3 se puso el agua en una de ellas, pero no en la del área donde vive mi familia, a pesar de que había suficiente para tres horas al menos.
«Como resultado, la gente se vio obligada a emplear turbinas particulares, dándole al asunto soluciones individuales, y reduciendo de paso la disponibilidad en la cisterna.
«Se comenta, sin aún tener, que la decisión de prohibir el bombeo partió de quienes tienen otra casa en la ciudad, o tienen la posibilidad de ir a otra de familiares allegados. Así, en esta parte del reparto llevamos 21 días sin bombeo, y estamos principalmente perjudicados los que no tenemos otro apartamento o casa en la ciudad, adonde ir», concluye Nieto.
El pasado 7 de marzo, cuando me escribió Ernesto Moreira González, llevaba más de cinco meses meses dilapidando agua potable un salidero en calle 3ra. entre San Luis y avenida Carolina, en el reparto Carolina, del municipio capitalino de San Miguel del Padrón.
Ernesto, quien vive muy cerca, en San Luis No. 20705, entre San Antonio y 3ra., manifiesta que varios vecinos han reportado el vertimiento a las oficinas de Acueducto del municipio, por el teléfono 76915153. Y siempre reciben la misma respuesta: Se mantiene reportado el salidero, o solo hay un inspector para estos casos.
Por su parte, el remitente reportó el problema por ese teléfono, y le comunicaron que «ya la inspectora tenía conocimiento del salidero, pero ahora hay que esperar por la brigada, que está trabajando en una contaminación». Y llegó a decirle que la brigada puede estar hasta un año laborando en la contaminación.
«¿Existe una sola brigada para atender todos los problemas del municipio», pregunta Eduardo, y refiere que como consecuencia del salidero están afectados varios vecinos de la cuadra, que no pueden llenar nunca sus depósitos de agua.
«Duele mucho ver como se despilfarra tan preciado líquido y que a nadie le importe», lamenta Ernesto.
Y señala que en días pasados, en el balance anual del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, el presidente Miguel Díaz-Canel manifestó que el funcionario que trabaje en Acueducto y Alcantarillado del sistema de Recursos Hidráulicos, si no tiene sensibilidad por los problemas de la gente, no va a ser un buen cuadro, pues un salidero tiene que inquietar a todo el mundo.
En otro orden de cosas, como diría el relevante locutor del Noticiero Nacional de Televisión, Rafael Serrano, quiero agradecer tantas felicitaciones y muestras de reconocimiento de los lectores de Acuse de Recibo a este redactor, en el día de su cumpleaños, el pasado 8 de marzo.