Acuse de recibo
El 8 de noviembre de 2018, y desde el municipio habanero de Marianao, Martha Pi Vargas contrastaba aquí la excelente atención que recibió en la agencia Palco su hija, al recoger una importación que había enviado desde Panamá, con la que había tenido en Aerovaradero luego de haber viajado al mismo país en 2017 y haber enviado a Cuba dos motos eléctricas y un split.
«Solo les sugiero (a Palco) que debían dar un curso de organización y buen trabajo a sus homólogos de Aerovaradero, que como agencia es un desastre: las cargas se recogen con golpes y nadie responde por esto; eso en el mejor de los casos que se puedan recoger los embarques», decía.
El problema con Aerovaradero era que de Martha no había podido recoger las dos motos y el split, pues no aparecían. Y la llamaron para identificar las motos, pero las que le mostraron eran modelos más antiguos que los suyos, «canibaleadas» y con los focos rotos.
«Estamos aún a la espera de cómo se resolverá el asunto, pues dicen que no pueden hacer la indemnización hasta que el Ministerio de Transporte no mande la Resolución de cuánto será esta», expresaba.
Al respecto, responde Eduardo Antonio Rivero Ojeda, director general de Aerovaradero, que ya el 29 de octubre de 2018 se notificó Con razón la queja presentada por Lianna Martínez Pi, hija de Martha, por el faltante de tres bultos de 352.6 kilogramos, consistentes en un split y dos motos eléctricas. Y Lianna mostró su inconformidad, alegando que continuaría en espera de la solución a su problema.
Reconoce Rivero que «nuestra empresa ha registrado un período de deterioro de sus indicadores desde finales de 2015 y hasta mediados de 2018. Y estuvo motivado, fundamentalmente, por deficiencias en la dirección, lo que, sumado a las limitaciones estructurales, la falta de equipos, el aumento del arribo de cargas, las insuficiencias contractuales y las indisciplinas, generaron déficit en su desempeño; todo lo cual ha afectado indudablemente la atención a nuestros clientes naturales y jurídicos».
Explica que varios de sus directivos, directamente responsables de tales hechos, fueron separados de sus cargos. Les han sido aplicadas varias medidas disciplinarias y por responsabilidades materiales a los culpables de maltratos y pérdidas; y fueron radicadas además denuncias a los órganos competentes.
Añade que «a partir de 2018, con los cambios en la dirección, la reorganización de la actividad, la revisión y actualización de los procedimientos, la identificación de las áreas de responsabilidad, la ampliación y mejoramiento de las instalaciones, un chequeo sistemático del estado y explotación de los equipos y medios, ha permitido disminuir sensiblemente las quejas y reclamaciones, y realizar la entrega de las cargas a sus destinatarios en términos que no rebasan los 15 días desde el arribo. Y esto incluye cargas que llegan a La Habana, y son transportadas hacia las provincias de Santiago de Cuba, Holguín, Camagüey y Matanzas».
Refiere Rivero que Martha mostró su conformidad con la respuesta recibida, «y a su hija Lianna se le hizo entrega del cheque por valor de 3 760 CUC, con lo cual mostró su conformidad, y se dio por concluido en ese acto el expediente de reclamación promovido ante nuestra empresa».
Finalmente señala que le ofrecieron a la clienta las más sinceras disculpas por las molestias causadas, y de igual forma le agradecieron el tiempo que ella les dedicó para informarles lo sucedido.
Agradezco la respuesta y la solución del caso a favor de la indemnización por el faltante, como se suele llamar, de manera eufemística, a lo que, evidentemente, fue un robo. Aunque Rivero no explica si este caso puntual fue esclarecido y qué medidas de responsabilidad material, administrativas y penales se derivaron de este, al menos la respuesta reconoce el deterioro de Aerovaradero en direcciones anteriores —que bien se conocen por las quejas continuadas en esta sección—, y los cambios que se vienen registrando allí.
Ojalá la actual dirección de Aerovaradero pueda erradicar de una vez esa mancha, de manera que no se repitan historias tan vergonzosas.