Acuse de recibo
El pasado 15 de julio, y desde La Habana, la doctora Tatiana Vigil narraba las vicisitudes para usar la tarjeta magnética que garantiza comprar con el 30 por ciento de rebajas en varias tiendas en divisas de la capital, luego de su retorno como colaboradora en Venezuela.
Y el 20 de septiembre, reflejé la respuesta específica de Jorge L. Limonta Hunter, director general de la División Habana Oeste, de TRD Caribe, sobre lo sucedido específicamente en la tienda La Infancia de esa cadena, enviada por Ana María Ortega Tamayo, directora general de TRD Caribe.
Limonta reconocía la culpabilidad y el maltrato sufrido por la cliente en la tienda La Infancia, y precisaba las sanciones económicas y evaluativas aplicadas al personal responsable de las violaciones, por incumplimiento de sus deberes funcionales. Y añadía que el miembro del Consejo de Dirección presente durante los hechos sería citado ante la Comisión de cuadros de la División Habana Oeste, en la cual rendiría cuentas por los errores incurridos.
Este redactor, aunque agradecía la respuesta, lamentaba que solo llegara la referida a la tienda de TRD Caribe. Y solicitaba una respuesta más abarcadora, que incluyera el análisis integral de lo que se registraba en otras unidades.
Sin embargo, ya en mi mesa se encontraba, desde el 18 de agosto, esa respuesta integral de Bárbara Rosa Soto Sánchez, gerente general de Fincimex, la entidad que opera todo ese comercio electrónico mediante tarjetas magnéticas. Me disculpo con la directiva por la demora, entre tantas respuestas acumuladas para tan escaso espacio, y reseño la suya.
Precisa Bárbara que a partir de la queja de Tatiana, Fincimex realizó visitas de chequeo de funcionamiento de los POS en los centros comerciales Ultra y Puentes Grandes, de Cimex, y en la propia La Infancia, de TRD Caribe. Y da una información pormenorizada de la situación con los POS al momento de visitarse esas unidades comerciales por la comisión investigadora.
Explica que los POS son dispositivos tecnológicos que permiten el cobro a cualquier cliente mediante tarjetas nacionales e internacionales. Y en el caso de colaboradores que han cumplido misión en el exterior, tienen en sus tarjetas un descuento del 30 por ciento de los precios, excepto para las áreas de joyería y tabaco. En un centro comercial, explica, la tarjeta puede pasarse por cualquier área para el descuento, excepto en servicio de gastronomía.
Los POS, para funcionar en el comercio, se pueden comunicar por una línea telefónica, así como por una línea de datos mediante una red fija o móvil. «Y no hay justificación, advierte, para que los mismos no estén funcionando correctamente. Constan mecanismos para reportar averías, a través del teléfono 7 835 6444, donde le dan un número de reporte y en 72 horas se brinda la asistencia técnica por los talleres correspondientes».
Además, refiere, se tiene una guardia permanente para cualquier imprevisto en las oficinas de Fincimex, en Calle 8 no. 319, entre 3ra. y 5ta., Playa, La Habana.
Los hechos relatados, afirma, «ponen de manifiesto la falta de exigencia, disciplina y visión de futuro de los directivos de esos comercios, administradores y cajeros dependientes, y el mal servicio que se brinda por no tener el POS listo y visible para el cliente; en ningún caso su causa es la falta de recursos».
Añade que tanto Cimex como TRD han dispuesto cuantiosos recursos financieros y humanos en función de que el cliente, cuando visite una de sus instalaciones, tenga la facilidad de elegir el medio de pago para su compra.
Finalmente, anuncia que, como medida de control, se ha incluido en la evaluación de directivos y trabajadores vinculados directamente a las áreas comerciales, el indicador ventas mediante POS, estableciendo un mínimo de ingreso: 200 CUC por POS; y que el 70 por ciento de las bocas de ventas (cajas registradoras) tengan POS.