Acuse de recibo
Catorce años llevan la holguinera Claudia Ochoa Collado y su pequeño nieto (calle William Aguilera No. 98, San Andrés) en condición de albergados. Así lo narró ella aquí, el 18 de febrero de este año. Y evocó cuando perdieron su casita de madera y todo lo que poseían por una crecida de río. Reclamaba la remitente, además aquejada por serios problemas de salud, una atención más esmerada de las instancias que debían ocuparse de su caso.
El 11 de abril publicamos la respuesta que envió al respecto Dalila Almaguer Betancourt, subdirectora de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social. Apuntaba la funcionaria, entre otras cuestiones, que el albergue de referencia está construido de paredes de ladrillo, techo de fibro y tejas infinitas; se filtra cuando llueve, el piso es de tierra, y la carpintería se encuentra en mal estado. Asimismo, explicaba que el núcleo se halla «protegido por nuestro organismo con una prestación monetaria temporal de Asistencia social de 158.00 pesos, y el niño recibe (…) alimentación en un Sistema de Alimentación Familiar que está al lado de su vivienda. Además, (el núcleo) fue beneficiado con el módulo de inducción que fue entregado por Asistencia social».
Y recomendaba la directiva a Claudia dirigirse a las autoridades de Vivienda en el territorio, para demandar las mejoras necesarias de orden constructivo.
Hoy damos curso a una segunda respuesta al caso. Esta llegó a JR, bajo la firma de Carmen Rosa Artiles Sánchez, jefa de Atención a la Población de la Asamblea Provincial del Poder Popular holguinero.
Según informa Carmen Rosa, citando al presidente de la AMPP en Holguín, Ricardo Suárez Martínez, el caso fue atendido por el Vicepresidente del Programa Constructivo, el Director de la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV) y una funcionaria de la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social (DMTSS).
«Conocimos que vive desde hace 14 años en la dirección de referencia, que tiene en su carné de identidad la dirección: calle José Mendoza No.1, San Andrés. Refiere además que esta vivienda fue derrumbada por el río, que fue heredada de su abuelo; que desconoce la legalidad y que se trataba de un bohío en malas condiciones. La decisión del Consejo Popular, por la problemática habitacional, fue reubicarlos en este local».
Luego de tomar los datos del problema por la Vicepresidencia del Gobierno y la DMV, para dar una respuesta inmediata se propone construir dos letrinas que mejoren el nivel de habitabilidad. «Al caso se le dará seguimiento por la DMTSS y la Vivienda, teniendo en cuenta que no aparecen registrados en los controles como afectados de eventos climatológicos, pero la situación habitacional que presentan es real y requiere de tratamiento».
Finaliza la respuesta admitiendo que «le asiste razón en parte y el caso se encuentra en seguimiento. Se reconoce la satisfacción y conformidad por la atención requerida».
Luego de agradecer la respuesta, este redactor se pregunta si, más allá de las carencias materiales que afronta el país, para un caso con las características que se enunciaron en este, baste construir dos letrinas en el albergue a modo de «solución inmediata». ¿Y en lo mediato, qué se hará? ¿Qué certezas puede tener esta abuela de cambiar sustancialmente sus complejas condiciones de vida?
Después de más de dos meses de reportado a Aguas de La Habana, el charco seguía igualito, alertó aquí la capitalina Daysi Hernández (Bellavista s/n, reparto Bellavista, Guanabacoa), el 8 de abril pasado. Se trataba de un salidero que ya incluía en su líquida furnia a un poste de la electricidad, con el correspondiente peligro.
A propósito contesta Halina Guerra Castro, jefa del Departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana. Apunta Halina que el salidero de marras «se originó al efectuar la OBE el cambio de poste eléctrico». Y añade que el problema «fue trabajado por la brigada de acueducto de nuestra empresa y quedó resuelto. Se anexa la hoja de entrevista firmada “conforme”. La firma recogida corresponde a la madre de la recurrente, ya que esta no reside en la dirección reportada».
Agradezco la misiva de Halina Guerra, recibida en JR el pasado 4 de mayo. Solo apunto que hubiese sido oportuno se precisara por qué la entidad demoró tanto en solucionar el asunto.