Acuse de recibo
Una odisea atravesó la capitalina Yaquelin Ramos Carriles (Virginia 134 e/ Woodbury y Pinar del Río, Callejas, Arroyo Naranjo) para recuperar su equipaje, luego de arribar a Cuba el 2 de julio pasado procedente de Alemania.
Tras esperar una hora en la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí, sin climatización en el local correspondiente, Yaquelin intentó recuperar sus pertenencias, pero el equipaje nunca apareció. En los días siguientes llamó la afectada a los números telefónicos del aeropuerto que le habían indicado, y estos daban ocupado o timbre, pero nadie respondía. El martes 5 de julio, una representante de Airberlin le comunicó que su equipaje llegaría en el vuelo de Iberia de esa noche, y que se lo trasladarían a su casa. Luego, de la misma aerolínea le aclararon que debía ir a recogerlo, porque la entrega en la casa no procedía por regulaciones de la Aduana en la Isla.
El miércoles 6, luego de estar de pie aguardando de 8:00 p.m. a 11:00 p.m., logró entrar la reclamante al local donde debían devolverle sus maletas en el Aeropuerto José Martí. Trámites. Verificaciones. La maleta más grande estaba rota. Al llegar a casa, se da cuenta de que faltan algunos objetos personales. Posteriormente le explican que varios de esos artículos no eran reclamables, que debía reclamar solo la rotura del equipaje y hacerlo a la aerolínea.
Y la habanera, más allá de la pertinencia o no de la reclamación de los objetos, llamaba la atención sobre lo indefenso de un pasajero cubano en condiciones similares a las que ella atravesó.
Al respecto, contesta Rafael Franco Ruiz, director general de la Empresa Cubana de Aeropuertos y Servicios Aeronáuticos S.A. (Ecasa). Tras los procesos investigativos de orden, Rafael comienza aclarando que el viajar o no con el equipaje es exclusiva responsabilidad de las aerolíneas, a partir del contrato firmado entre estas entidades y los pasajeros, de acuerdo con normas internacionales.
Apunta el Director que en virtud de «las regulaciones aduanales, el pasajero podrá importar libres de pago hasta 25 kg, bajo el concepto de efectos personales y 5 kg bajo el método alternativo de valoración (…) se corresponden con misceláneas; sin embargo, la Empresa pudo comprobar que en la factura de su equipaje (de Yaquelín), su pesaje fue de 39 kg; y que de los 9 kg de más, se desconoce prueba de pago por sobrepeso de importación».
Admite el Ejecutivo que no existía el confort suficiente en la Sala Este de llegada en el momento en que arribó el vuelo de la reclamante, por lo cual ofrece disculpas institucionales. E informa, a la vez, que se está remodelando la infraestructura de los aeropuertos internacionales en el país, a partir del aumento de la demanda de pasajeros.
Tras una exhaustiva revisión de las filmaciones de seguridad del Aeropuerto —detalla el funcionario—, no se visualizó ninguna infracción de los trabajadores encargados del servicio ofrecido con la valija de la capitalina.
«Con el objetivo de salvaguardar la imagen de nuestra institución y que el viajero se sienta atendido con la calidad que merece, se han realizado reclamaciones a las aerolíneas, ya que los aeropuertos están diseñados para que los pasajeros reciban servicios rápidos (…). Cuando una aerolínea retrasa el equipaje (…) existen confrontaciones en los servicios y afectan la calidad de estos».
Finalmente, el Director valora la queja de la remitente «con razón en parte». A ella la empresa le ofreció, en su momento, los resultados del proceso investigativo.
Agradezco la misiva, pero lamentablemente hay aspectos de los reclamados por la habanera de los que nada se dice: ¿Por qué para recoger sus maletas tuvo que aguardar la mujer tres horas de pie? ¿Qué regulaciones son las que impiden a la aerolínea, en el caso de Cuba, llevar el equipaje retrasado al domicilio del viajero? ¿Existen problemas con los teléfonos del aeropuerto facilitados allí mismo a Yaquelin, que siempre daban ocupados o timbre y nadie respondía? Mientras más completas, serán mejores las respuestas para el diálogo ciudadano que necesitamos.