Acuse de recibo
Comienzo reconociendo mi error. El caso publicado por mí el sábado último (31 de mayo), bajo el título Impagos, ¿hasta cuándo?, ya había sido publicado en Acuse, bajo la rúbrica del maestro José Alejandro Rodríguez, el 17 de abril pasado.
Y lo peor es que el viernes 30 de mayo había llegado a nuestra Redacción la respuesta de la Delegación Provincial de la Agricultura en Las Tunas, entidad a la que envío públicamente mis disculpas. Quienes debemos valorar, día a día, dando cauce a cientos de misivas y sentimientos, no estamos a salvo de estos yerros. Pero nada los justifica. Por eso el asunto fue analizado con el rigor que amerita.
Ahora paso a la reseña del caso y su contestación.
Se quejaba el tunero Yordán Castillo Gallart (barrio La Estrella s/n, municipio de Amancio) de que la Empresa Agropecuaria Amancio Rodríguez mantenía con él desde hacía más de 70 días una deuda ascendente a 58 058 pesos con 39 centavos por el concepto de compra de ganado vacuno.
Evocaba el lector que el 27 de enero de 2014 firmó con la entidad un contrato por la venta de 46 cabezas de ganado y comenzaron a pasar los días y las semanas sin que se concretara el pago debido por esa operación comercial.
Este atraso, apuntaba Yordán, le provocaba una demora en su pago al banco de un crédito que debía liquidar y cuyo interés iba en ascenso. Igualmente opinaba el lector que el incumplimiento de la Empresa violaba el contrato suscrito por ambas partes y ponía en tela de juicio la responsabilidad de la institución para formalizar compromisos legales. Eso, sin contar los perjuicios personales notables que ya él estaba padeciendo.
«¿Hasta cuándo los campesinos seguiremos sufriendo desmanes e incumplimientos de esta índole?», se preguntaba el lector. Y tanto en la primera versión del caso publicada por José Alejandro, como en la que después publiqué yo, reafirmábamos la indignación de este tunero y la preocupación porque el impago siguiera creciendo como la mala hierba en nuestros campos.
Ante esta misiva, contestó a JR Omar Yoel Pérez López, delegado provincial de la Agricultura en Las Tunas. Apunta el directivo que ciertamente con fecha 27 de enero se efectuó la venta de las 46 cabezas de ganado, por el precio que indicaba el demandante.
La deuda que de ello se derivó, señala el Delegado provincial, fue liquidada desde el 17 de abril, el mismo día en que salió publicada en esta columna el asunto, pues se estaba trabajando con anterioridad en la demanda.
«La causa del retraso en el pago estuvo dada en que la Empresa no tenía contratada para el año 2014 la compra de este ganado, pues este estaba fijado para el segundo semestre del año 2015, por lo que la venta se realizó por interés del propio productor, al plantear que se mudaba para otro lugar; lo que trajo como resultado que en ese momento no se contaba con los recursos financieros planificados para cumplir en el tiempo establecido con el pago.
«Aclaramos además que al promovente se le explicó en reiteradas ocasiones, antes de realizar la compraventa del ganado, que el pago podía demorar, pues este se realiza a través de un crédito rotatorio, el cual se solicita al nivel central según las compras planificadas, y como esta era una compra fuera de plan, podía ocurrir, con lo cual estuvo de acuerdo el recurrente».
Agradezco al Delegado su esclarecedora misiva. Me place que Yordán tenga ya el dinero que con su esfuerzo ganó; y solamente comento dos cuestiones. Respecto al ganadero: si estaba advertido de la posible demora, debió decirlo en la carta al periódico: diálogo transparente es la divisa de este espacio. Y a la empresa: Si no hay dinero para pagar en tiempo y forma, es preferible no comprometerse en un documento de fuerza jurídica. Los papeles hablan.