Acuse de recibo
En nombre de los linieros de la Unidad Empresarial de Base (UEB) de la Empresa Eléctrica en Buey Arriba, me escribe con inquietudes sobre sus condiciones de trabajo Alexis Luis Chacón Ramírez, residente en Nurian Rodríguez No. 11-B, en esa localidad de la provincia de Granma.
Refiere él que para realizar su trabajo, en un municipio eminentemente montañoso, cuentan con un carro «Toimil», en el cual tienen todos los medios de protección y seguridad expuestos a lluvia, sol y sereno. Y se arriesgan a trabajar con ellos, sin saber si algunos tienen problemas que puedan ocasionar algún accidente laboral. En él se montan dos brigadas para trabajar día a día, sin el refugio de una cabina de linieros.
También cuentan para las guardias con una camioneta chiquita Great Wall de fabricación china, que tiene desperfectos mecánicos, y la utilizan dos grupos de trabajo para laborar montaña arriba y montaña abajo. Bastante buena les ha salido para el «fuete» que le dan.
Consigna que están pasando trabajos con el sistema de refuerzo alimentario. Quizá en la Unión Eléctrica no se conozca —advierte el remitente—, pero expresa que en lo que va de 2012 a los linieros de Buey Arriba no se les ha dado alimentación alguna, ni tampoco el dinero que se asigna para ese fin.
El trabajador explica que al personal de oficina se le da el dinero de alimentación; y cuando por algún motivo tienen que almorzar, se les descuenta; pero a los linieros no se les está dando el almuerzo, ni la merienda ni el dinero destinado a esos propósitos.
Refiere que incluso cuando había alimentación, no se adecuaba en varias ocasiones al precio en que la Empresa le estaba pagando ese servicio a Comercio.
Asegura también que existen problemas con las tallas de los uniformes y las botas de trabajo.
Y en cuanto al salario, Alexis Luis explica que «tenemos un sistema de pago a destajo, que según los especialistas debe cubrir todo lo que se haga; sin techo. Pero esto no se cumple en la mayoría de los casos, pues le ponen un cierre de 140 por ciento. Y han cambiado los catálogos y normas como diez veces». Ellos han averiguado con linieros de otras provincias, y en ellas no está ocurriendo esta situación.
Considera Alexis Luis que el sistema de estimulación ha perdido su esencia, ya que lleva consigo una serie de medidas y penalizaciones, que lo hace difícil de obtener. Aun así, con gran esfuerzo, lo logran la mayoría de las veces. Pero sería más efectiva la estimulación, sostiene, si se diera en CUP, para que constara en la tarjeta SNC 225 de cada trabajador, para la futura jubilación.
Son criterios de los linieros de Buey Arriba. No precisan si los han planteado a la administración o el Sindicato. Lo cierto es que, si esas insatisfacciones subsisten allí, merecen toda la atención por parte de la Unión Eléctrica. Se impone un encuentro esclarecedor.
Una vez más siento vergüenza ajena de consumidor ultrajado, por la historia que cuenta Alexander López, desde Pasaje R, No. 78, en Georgina, Primero de Enero, provincia de Ciego de Ávila.
Refiere él que el viernes 13 de enero su cuñada compró, al precio de 120 pesos moneda nacional, un par de zapatos marca Pionero, en la tienda mixta del Consejo Popular Georgina, y ya el martes 17 estaban completamente despegados.
Ella fue a la tienda, y allí la redujeron a la mínima expresión como compradora, cuando le dijeron que no podían devolverle el dinero ni tampoco cambiarle los zapatos. Cientoveinte pesos perdidos, y si acaso ahora tendrá que repararlos. Posiblemente le cueste mucho más…
Alexander cuestiona cómo es posible que haya una protección al consumidor en CUC —que en muchas ocasiones no funciona— y no en CUP. «¿Por qué se venden productos de tan mala calidad en CUP? ¿Cómo es posible que, significando la tercera parte del salario de un mes, en la moneda en que se paga al trabajador en Cuba, no haya posibilidad de resarcir tan mal servicio?», concluye.