Acuse de recibo
Caridad Sofía Coello (Calle 34 No. 17E04, San Bernardo, Jagüey Grande, Matanzas) es la secretaria general del Sindicato en un taller de trabajadores discapacitados; y, como tal, se toma muy en serio lo que está sucediendo allí.
Refiere que en el pasado mes de abril los obreros directos a la producción cobraron el 60 por ciento del salario, por déficit de materia prima. Sin embargo, desde la administradora, hasta quien tiene que comprar y vender en la Empresa, no se les rebaja nada, y cobran al ciento por ciento.
Señala Caridad que les han planteado que no hay dinero para comprar materia prima. «¿Y entonces cómo hay para pagarles a ellos?», pregunta la dirigente sindical.
Caridad no especifica si ella ha planteado esa demanda a los niveles superiores del movimiento sindical; pero confiesa que se siente muy compulsada por la representatividad de su colectivo, que descansa sobre sus hombros; pues muchos de esos trabajadores son el único sostén de sus respectivos hogares.
Bárbara Riol (Luz Caballero 1G, entre Concha y Carlos Rojas, Colón) nos confirma que las apariencias engañan, y que hay más de un joven por ahí que puede dar lecciones a muchos que ya vienen de retorno en la vida.
Ella quiere que toda Cuba sepa del magnífico trabajo y la excelencia del máster Felipe Alderete, y su asistente Dayamí Chávez, en la clínica estomatológica 27 de Noviembre, de esa ciudad matancera.
«Todos los pacientes que llegamos a él por primera vez dudamos un poco, porque con su figura tan menuda, aparenta unos 18 años; y su asistente unos 24. Pero cuando te sientas, con su amor, delicadeza y conocimientos, verdaderamente es un máster en el sentido amplio de la palabra.
«Con los años que tengo, que no son pocos, asisto regularmente al dentista; y nunca había conocido a alguien con tan poca edad y tan entregado a su profesión. Lo felicito y le agradezco desde el fondo de mi corazón».
Vladimir Águila Cárdenas (Edificio 49 apartamento 7, Reparto José Martí, Santa Clara) labora de cocinero en la cafetería Hanabanilla de esa ciudad, que pertenece a la UEBGD (Unidad Económica Básica de Gastronomía en Divisas), la cual tenía hasta el cierre del pasado año un sistema de pago por resultados.
Pero de manera extraoficial, manifiesta, y no por un funcionario de la empresa como debiera ser, supieron que en los primeros tres meses del 2011 no se realizaría dicho pago por resultados, pues se iba a implantar un nuevo sistema. También les dijeron que en abril recibirían el resultado de los tres meses de manera retroactiva.
«Ya estamos en mayo de 2011 y nada, señala. Al preocuparnos, nos dieron las siguientes respuestas:
«a) El sistema de pago por resultados se venció el 31 de diciembre de 2010.
«b) Se está elaborando un sistema de pago para servicios especiales.
«c) Los planes de venta no están definidos para este año en las unidades de servicios especiales de la gastronomía».
Vladimir no comprende tal situación cuando el país está fomentando el pago por resultados como mecanismo de estimulación económica. Y cuestiona por qué se suspendió al cerrar el 2010, y no se previó esto a tiempo para no afectar a los trabajadores.
«Todavía al cabo de cuatro meses, apunta, se nos sigue afectando a costa de nuestro trabajo y esfuerzo diarios. Nuestra cafetería sí tiene definido y discutido desde el 1ro. de enero de 2011 su plan de venta mensual. Y ese plan se ha cumplido y sobrecumplido hasta hoy».
Huelga decir que, aun cuando estuviera fundamentada la paralización del sistema de pago, y se justificara su sustitución por uno superior en alcances y eficacia, cualquier medida que temporalmente afecte a un colectivo, debe discutirse y tratarse con total transparencia, con toda la información necesaria. Eso es saludable, para evitar rumores, disgustos y turbios estados de ánimo.
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