Acuse de recibo
Mercedes Ramírez (Agramonte 660, entre Paseo y Narciso López, Guantánamo) hace varios años que lidia con la Dirección Municipal de la Vivienda de esa oriental ciudad, para obtener la propiedad de la casa que le fue adjudicada mediante testamento de su anterior propietaria, suscrito con todas las formalidades que exige la Ley en el Bufete Colectivo. «He cumplido cuanto trámite se me ha indicado, señala, y siempre me citan para algo nuevo. Primero me atendió la licenciada Lázara, quien se casó y no la vi más. Luego la licenciada Niurka, quien me remitió a otra abogada, la cual me dijo que era necesaria la inscripción de nacimiento de la madre de la dueña de la casa, que era francesa radicada en Cuba, y ya fallecida. La que hizo el testamento era la única hija de la francesa, y ciudadana cubana. No entiendo lo que está pasando y por qué no les dicen a los clientes de una vez todas las cosas que deben hacer. Llevo muchos años en este peloteo y solo pido que se cumpla la Ley».
Sin razón: El 2 de octubre de 2010, el santiaguero Rafael Rubie denunciaba aquí que un inspector de la campaña antivectorial le impuso una multa al encontrar un foco de vectores en su casa, sin tener en cuenta sus particularidades. El multado, miembro de la Asociación Nacional del Ciego (ANCI), refería que trató de persuadir al inspector, explicándole que apenas él ve sombras nada más. Manejaba también, como atenuante, el hecho de que vive solo. Y nuestro redactor Jesús Arencibia clamaba por una flexibilidad ante casos como este. Al respecto, responde el doctor Jorge A. Miranda, director provincial de Salud en Santiago de Cuba, que, investigado a profundidad el caso, se comprobó que el 23 de agosto de 2010 el operario detectó una muestra larvaria en un depósito de la vivienda de Rafael. Al siguiente día, una reinspección identificó muestras larvarias en otro depósito. Precisa el doctor que por la focalidad y malas condiciones de saneamiento reiterados en la vivienda, incluidos depósitos mal tapados, se le impuso la multa, en la cuantía mínima establecida. Al momento de la inspección, Rafael se encontraba junto al esposo de su sobrina, quien también reside allí. Rafael no vive solo, sino con otras seis personas. Su limitación visual no es severa, puede valerse por sí mismo y realizar actividades tanto dentro como fuera de la vivienda, sin necesidad de ayuda. No hubo violación alguna de los procedimientos establecidos en el trabajo de la Campaña de Lucha Antivectorial. La situación entomológica y epidemiológica de Santiago de Cuba es compleja. La fuerza de control de vectores está llamada a aumentar el rigor y la profesionalidad en su desempeño, tanto interno como para con los moradores, sin cuyo esfuerzo y percepción del riesgo no es posible lograr la reducción de los índices de infestación. «Por todo lo antes expuesto, sentencia, el caso concluye: sin razón».
¿Celular sin baterías?: Juan Bracho (Calle Carlos Manuel de Céspedes, Edificio 3, apto.7, Banes, Holguín) cuenta que el 15 de marzo de 2010 compró en la oficina comercial PVOC, de esa localidad, un teléfono celular de fabricación china, marca Huawei T 201, de gran calidad. Pero en noviembre de ese año comenzó a presentar problemas con la batería. Al principio le daba carga cada cuatro o cinco días; ya cuando escribió debía hacerlo antes de 24 horas después de haberlo cargado, incluso sin haberlo utilizado. Juan fue a la oficina donde lo adquirió: mucha amabilidad y profesionalidad de las empleadas, pero le dijeron que ellas nunca han comercializado esa marca de batería. En el Centro de Negocios de la provincia, al igual que en otros municipios, le informan que no existen esas baterías. Por último, llamó a Atención al Cliente, y le reiteraron la inexistencia de las mismas. Juan pregunta: ¿Por qué Cubacel cuando adquiere esos equipos en el exterior, no compra accesorios tan necesarios como las baterías? ¿Qué será de mi línea y mi saldo de cuenta cuando la batería no trabaje más? ¿Tendré que adquirir otro celular con el temor a que suceda lo mismo?».