Acuse de recibo
La peligrosa utilización por parte de bañistas del contaminado río Bayamo, aledaño a la ciudad homónima, en la provincia de Granma, fue denunciada en esta sección el pasado 15 de mayo por el lector Luis Márquez Portillo, vecino de la comunidad El Almirante, en ese territorio.
Entonces, Luis señalaba que hace unos años se había acondicionado para bañistas un área del río, conocida por La Playita. El sitio, muy acogedor, fue complementado con ofertas gastronómicas y opciones recreativas y deportivas.
Pero, según el testimoniante, allí confluían aguas negras provenientes de algunos barrios de la ciudad, lo cual era de conocimiento de Higiene y Epidemiología. En síntesis, esa era su inquietud.
Al respecto, responde ahora el doctor Omar Robles Velázquez, por la Vicedirección de Salud Ambiental del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología de Granma, quien reconoce que el citado río «tiene varios sitios de vertimiento de residuales líquidos contaminados», además de que es utilizado para lavar carros y bañar animales, entre otros destinos.
Puntualiza que ha sido interés de las autoridades del territorio eliminar esos sitios de contaminación, para que las aguas tengan las condiciones que permitan utilizarlas con fines recreativos.
En tal sentido, informa que se están acometiendo tareas que minimicen o eliminen esos focos. Se actúa en el entubamiento de sistemas rotos y la conexión a tanques sépticos, así como aumentando la capacidad de rebombeo.
Ya se han resuelto cuatro de los cinco puntos de contaminación más problemáticos, y queda pendiente uno, en el cual se está trabajando, manifiesta el doctor.
Aclara que «en ningún momento esas áreas han tenido la aprobación sanitaria del MINSAP. El nivel de contaminación existente se ha divulgado y alertado oportunamente», subraya.
Bultos de problemas...La segunda carta es la respuesta de Miriam Delis Bell, especialista superior de la dirección de Atención a la Población de la Empresa Correos de Cuba, a la queja de la manzanillera Doris Vegas Pérez, reseñada aquí el pasado 26 de junio.
Entonces, Doris revelaba que el 3 de abril del presente año había despachado dos bultos postales a Lumey Yaque Vegas, y se desesperaba reclamando, porque no habían llegado al destinatario. Y consideraba el suceso como una verdadera falta de respeto.
A propósito, señala la funcionaria de Correos de Cuba que los bultos 001297571 y 001597585 fueron impuestos el propio día 3 de abril en la Unidad de Correos de Manzanillo. Los mismos salieron de allí al siguiente día en el despacho 64/4 con sello 002019612, hacia el Centro de Clasificación Postal de Granma. Y de este último salieron en el despacho 75/4, con sello 2240426 el día 5 de abril, hacia el Centro de Tratamiento Postal Nacional (CTPN).
Las investigaciones realizadas, afirma Miriam, arrojaron «que no existen documentos probatorios de la salida de estos envíos a destino, lo cual indica que sufrieron la pérdida dentro de este último centro». Y agrega que quien atiende las reclamaciones en el CTPN informó que enviará carta de autorización para indemnizar a la clienta, por ser la dueña legal de los bultos.
Significa que «a los responsables de la pérdida de varios envíos dentro del CTPN se les denunció ante las autoridades competentes, y se les aplicó la separación definitiva de la entidad como medida disciplinaria».
Subraya que Correos de Cuba trabaja incansablemente por la erradicación de todas las deficiencias que puedan producirse en su sistema, y que atentan contra la adecuada prestación de los servicios a la población.
Agradezco la respuesta y atención al caso. Ojalá Correos de Cuba no tenga que seguir despidiendo personal una y otra vez, y logre cumplir su promesa con el pueblo —expresada más de una vez aquí— de erradicar la pérdida de bultos postales, que es mucho más que una deficiencia: es una vergüenza, posibilitada en buena medida por actos delictivos que se cometen en la ruta de los envíos.
El Muro de Pisa
Esta rareza que desafía la Ley de Gravitación Universal descubierta por el honorable Isaac Newton, subsiste como una amenaza pública en la calle Camilo Cienfuegos, del reparto Cabal, en la localidad holguinera de Nicaro. Construido el muro para proteger al edificio de viviendas aledaño de los deslizamientos de tierra; los años, las rajaduras y la inclinación progresiva, lo han convertido en el peligro mismo. Los de Nicaro, cansados de alertar sobre lo que se cierne, han decidido, como esta señora con sombrilla, tomar distancia del asunto. La instantánea la envió el colega Alexis Rojas, vecino de Edificio 48, apartamento 7, calle 10, entre 1 y 3, reparto Pedro Díaz Coello, en la ciudad de Holguín. Irónicamente, los nicarenses lo denominan El Muro de Pisa, en alusión a la célebre torre inclinada que es, de hecho, un hermoso emblema de Italia y una rara joya del patrimonio universal. A aquella se le justifica la inclinación, pero el cuarteado muro no dejará nada a la posteridad, a no ser la triste marca de una desgracia humana un mal día, si no se neutraliza el peligro.