Acuse de recibo
Desde Cueto, Holguín, Yoannia Pupo ensalzó aquí el 20 de abril la atención del Pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja de esa provincia, a su hija, que padece de leucemia linfoblástica aguda. Y censuró lo que considera irregularidades en el servicio del SIUM del territorio, para trasladar a la niña a sus consultas en ese hospital.
Yoannia refería que de las tres veces en que solicitó al SIUM para trasladar a su hija, en la primera tuvo que abordar un botero, porque la ambulancia llegó retrasada. En la segunda se coordinó la recogida para las 5 y 30 a.m., y llegó a las 8 a.m., después de muchas llamadas. La tercera fue puntual, pero el chofer aclaró que no podía llevarlos de vuelta.
Ahora responde el doctor Carlos Medina, director del Centro Provincial de Urgencias Médicas de Holguín, que se realizó una investigación del caso, y aclara que el traslado en ambulancias obedece a un criterio científico y no a una mera necesidad de transporte, «lo cual nos permite poner el servicio en función del paciente que realmente lo necesite». En tal caso, en los tres momentos no constituía urgencia médica, ni tampoco con criterio de traslado en ambulancia, pues no requería camilla ni acompañamiento especializado.
Pero reconoce que «en ningún momento se le comunicó a la familia esta razón con total transparencia, lo cual hubiera evitado expectativas que luego no se cumplieron y generaron maltratos». Lo correcto hubiera sido orientar a la familia, para que se dirigiera al vicedirector de Asistencia Médica del municipio, quien define qué paciente sin criterio de urgencias debe trasladarse en ambulancia.
«Se incurrió en la indisciplina de no cumplir una indicación en tiempo y forma, lo cual conllevó a mentirle al familiar de la paciente, y luego no obrar según el derecho que le asistía a la familia de recibir una explicación, o al menos una disculpa, por el compromiso asumido de su traslado».
Por ello, informa, se aplicó la medida de separación definitiva del Sistema Integrado de Urgencias Médicas a la expedidora y al jefe de Operaciones de la base de ambulancias de Cueto. Y se le ofrecieron disculpas a Yoannia.
Medina acota: «Son muchos los cubanos que hoy viven gracias a un rescate y traslado eficiente en una ambulancia, a una esmerada y pronta atención en un servicio de urgencias, a la sistemática vigilancia y asistencia en una sala de terapia intensiva. Y matizados cada uno de estos niveles por un alto nivel científico y humano de sus integrantes, lo que le ha permitido al SIUM contar con una historia y un prestigio ante nuestro pueblo, hecho que nos exige ser cada día mejores profesionales y más humanos en la entrega de nuestro servicio».
La segunda carta es la respuesta de Grisel González, directora de Justicia en la provincia de Santiago de Cuba, a la denuncia de Luis Mateo, de San Luis, en ese territorio, reflejada aquí el pasado 23 de marzo.
Entonces Mateo contaba que su vivienda colinda y comparte el mismo techo con el Registro Civil de esa localidad. Y como parte de la remodelación del centro, en enero de 2006 desmantelaron la cubierta. En junio de 2006, a la parte del Registro se la pusieron nueva, y a la de Mateo solo parcialmente. Se retiraron alegando falta de materiales. Desde entonces esa familia vive casi a la intemperie. Él ha canalizado sus quejas, pero nada hasta ahora.
La funcionaria reconoce la razón del demandante, y la demora excesiva en la terminación del trabajo. Aclara que «han influido disímiles factores que pudieran justificar o no» el retraso, pero no los identifica. Y refiere que se tomaron las medidas pertinentes para que ello no vuelva a suceder, pero tampoco las precisa.
Señala que ya comenzaron las acciones en la casa de Mateo, con avances significativos, y se chequean sistemáticamente por Justicia y el Gobierno municipal para darles solución definitiva y ponerles punto final.
Agradezco la respuesta de la Directora, pero sin conocer las razones y los fundamentos de tanta demora (desde junio de 2006), cualquier lector puede preguntarse por qué lo que tanto desgastó al denunciante, sin una respuesta institucional ni gubernamental en su momento, ahora se atiende al dedillo.