Acuse de recibo
El detonante lo puso aquí el pasado 10 de enero Mercedes Vázquez, junto a otros vecinos del reparto Biplanta de la ciudad de Cárdenas, en la provincia de Matanzas:
En ese barrio hay dos zonas de alta peligrosidad, por cuanto el tendido eléctrico está prácticamente muy pegado a las viviendas, al extremo de que un vecino, desde la planta alta, puede tocar los cables con sus manos. Y ya estas condiciones riesgosas ocasionaron un accidente mortal.
Ahora responde al respecto el ingeniero José A. Hernández, director general de la Empresa Eléctrica de la provincia de Matanzas, quien, primero que todo, explica que esas dos líneas son nada más y nada menos de 34 500 voltios, que enlazan a Cárdenas y Varadero, y garantizan el servicio eléctrico a importantes objetivos económicos y sociales, tanto del territorio como del país. Y por ello deben ser tratadas con sumo cuidado.
Reconoce la incompatibilidad entre ese tendido y las viviendas, pero aclara que no fue la Empresa Eléctrica quien «agredió» a las casas, pues esas líneas datan, en un caso de los años 50, y en el otro de 1975, «mucho antes de que se acometiera el desarrollo habitacional en esa zona».
Señala el funcionario que es evidente la inobservancia de la legislación vigente en materia de urbanismo cuando se construyeron las viviendas, sin tener en cuenta lo que está regulado: mantener una faja de seguridad de tres metros de radio. Ninguna construcción puede violar esa distancia, tanto por los laterales, como por las partes superior e inferior de las líneas, tal como lo establece la Ley Eléctrica de 1975.
Y agrega que ello impide a la Empresa Eléctrica trabajar sobre las líneas. En tal sentido, refiere que en junio de 2006, el director de la Organización Básica Eléctrica (OBE) en Cárdenas se comprometió a solucionar el cambio de un poste que estaba en malas condiciones. Llevaron los equipos para realizar el trabajo, pero fue imposible acceder al lugar, porque las viviendas y los muros impiden hacerlo.
Informa que en reunión del director de la OBE de Cárdenas con representantes de las áreas afectadas, en mayo de 2007, se acordó que se retirarían las líneas de encima de las viviendas, para lo cual se construiría un nuevo tramo por una calle, que cumple con los requisitos de distancia de seguridad, y que tiene la aprobación de los organismos competentes.
«Desafortunadamente, apunta el director general, el trabajo se inicia, se abren los huecos y se colocan los primeros postes; luego se paralizan los trabajos por protestas de algunos vecinos, que no quieren permitir que las líneas pasen frente a sus viviendas. Este tema se ha tratado con todos los factores de la comunidad, sin solución».
En cuanto a la queja sobre el bajo voltaje, también vertida por Mercedes, y sus consecuencias de roturas de equipos electrodomésticos, especifica que para eliminarlo se requiere de una inversión, pues la ciudad de Cárdenas tiene la red eléctrica más antigua del país. Y ello se hará según el cronograma de rehabilitación, para el 30 de junio de 2008.
Agradezco la respuesta del director general de la Empresa Eléctrica de la provincia de Matanzas, y de paso me pregunto dónde estarán los irresponsables que autorizaron o permitieron la edificación de esas viviendas, en franca violación de la legislación eléctrica, y con la secuela de riesgos que ello ha entrañado.
Lo inconcebible es que problema tan delicado siga gravitando sobre la vida de tantas personas, sin una solución, y la Empresa Eléctrica se declare incapaz de resolverlo.
¿Cómo es posible que no se haya logrado un consenso en ese barrio a favor de las inversiones requeridas para deshacer ese entuerto, que ya ha cobrado una vida?
¿Cómo puede primar la resistencia de ciertos vecinos que la cordura de resolver para siempre una barbaridad? ¿No hay autoridad que imponga una solución armónica y racional, y proteja a todos de tamaño peligro?