Acuse de recibo
El pasado 3 de mayo clamábamos en este espacio porque se atendieran con más asiduidad y precisión institucionales las dudas y criterios de los ciudadanos acerca de los programas de la Revolución Energética, específicamente los relacionados con la sustitución de equipos electrodomésticos por módulos más eficientes.
Y presentábamos cuatro casos típicos de inquietudes contenidas en cartas, que pudieran ser las de muchas otras personas.
Ahora responde Enrique Gómez Cabezas, director nacional del Programa de Trabajadores Sociales, quien primeramente agradece a Juventud Rebelde la posibilidad de que puedan tratarse esos temas en un espacio tan leído por el pueblo como Acuse de Recibo.
Enrique considera siempre válidos las sugerencias y los criterios de la población, y precisa que el programa de Trabajadores Sociales tiene un Centro de Información que funciona las 24 horas del día, el cual puede ser una vía «para dar atención y respuesta oportuna a las dudas o problemas que se presenten en relación con las múltiples tareas que desempeñan los trabajadores sociales».
Aclara el jefe del programa que ante cualquier situación, las personas pueden comunicarse por los números telefónicos comprendidos desde el 792 6164 hasta el 792 6169. También pueden escribir, mediante correo electrónico, a la dirección digital: cin@ts.jovenclub.cu. Y en el caso de la correspondencia ordinaria, se pueden dirigir las cartas a: Dirección Nacional del Programa de Trabajadores Sociales. Escuela de Trabajadores Sociales. Villa Panamericana, Ciudad de La Habana.
Acto seguido, responde los casos reflejados aquí, luego de las investigaciones pertinentes:
A Magdiel Jesús Betancourt, de Yaguajay, provincia de Sancti Spíritus, en cuanto al televisor Zenith de su mamá, que no se lo cambiaron: fue medido su consumo energético y no resultó un equipo altamente consumidor. También en el censo previo realizado a ese núcleo, se registró la existencia de otro telerreceptor moderno. En esta etapa se está priorizando la sustitución de equipos ineficientes, en aquellos hogares donde no exista uno moderno.
A Pablo Cabrera, vecino de Puerto Padre, Las Tunas, acerca de su nevera: se visitó al reclamante y pudo constatarse que la nevera a que se refiere es de construcción casera y no está registrada en el censo previo de electrodomésticos. «No se sustituyen las neveras por refrigeradores, pues estas suelen tener regímenes de explotación, y, por tanto, niveles de consumo diferentes a los de un refrigerador. Es cierto que hay casos en que pueden ser equivalentes en cuanto al consumo, pero esto será analizado en una etapa posterior de trabajo».
La tercera carta publicada entonces fue la de Rosalía Salgado, de la ciudad de Camagüey: ella señalaba que lleva viviendo en esa casa 15 años, separada del jefe de núcleo. De hecho constituyen familias aparte, pero el módulo de cocción se le entregó solo al titular. Le dijeron que se le entregaría combustible doméstico para cocinar, hasta que viniera la segunda vuelta. Pero llevaba tres meses sin recibir el mismo.
«En el caso de Rosalía, apunta Gómez Cabezas, está claramente definido lo que debe hacerse. Se pudo comprobar que ese núcleo está reportado por los trabajadores sociales a Comercio para que se le entregue una cuota reajustada de combustible doméstico a los tres miembros que no fueron beneficiados con el módulo eléctrico de cocción.
«Sin embargo, agrega, en la provincia plantearon que CUPET no había ubicado el combustible para ese fin. Nos comunicamos con los compañeros de la dirección del Ministerio de la Industria Básica y del Ministerio de Economía y Planificación para los análisis correspondientes y la pronta respuesta a esos casos».
La respuesta a la cuarta misiva, enviada por Maikel Morales, de la comunidad El Cantel, municipio matancero de Cárdenas, aparecerá en la próxima edición de esta columna, por elementales problemas de espacio. Agradezco a Gómez Cabezas su colaboración y hago votos porque otras instituciones enroladas en ese empeño sigan su ejemplo.