De ganar el premio, sería la más joven en hacerlo, superando a Malala Yousafzai, que lo ganó con 17 años Autor: Pinterest Publicado: 25/03/2019 | 02:19 pm
«Nuestra casa está en llamas. Estoy acá para decirles que nuestro hogar está ardiendo». Son las palabras de una jovencita sueca de apenas diecisèis años ante el Foro Económico Mundial en Davos, el pasado enero.
En unos meses se ha comenzado a repetir su nombre, y ya hay una candidatura a los premios Nobel de la Paz. Y lo cierto es que Greta Thunberg comenzó dando un pequeñísimo pero valiente paso, para generar la ola gigantesca de un movimiento juvenil que no tiene nada que ver con superhéroes de Marvel, videojuegos, ni las tonterías que solemos etiquetarles a las nuevas generaciones por tradición y prejuicio.
Empezó a leer datos sobre el cambio climático y los daños que generaba al planeta. A eso le siguieron datos sobre cómo nacía el problema, y luego tal vez otros datos sobre las tendencias y sus efectos a largo plazo.
Por si fuera poco, más tarde llegaría a Suecia una ola de cambios de temperaturas muy problemáticos: una ola de calor afectó a gran parte del país nórdico, lo que originó cerca de 50 incendios forestales que arrasaron con 20 000 hectáreas. El resultado fue decidir hacer al menos lo que podía como ciudadana: en lugar de ir a la escuela, como de costumbre, se fue al parlamento con un cartel de protesta contra las políticas medioambientales actuales.
«Estoy protestando sobre el cambio climático, porque a nadie parece importarle lo que está ocurriendo. Nadie parece estar haciendo algo», le dijo Thunberg a la BBC en ese momento.
«Sé que mis padres quieren que vuelva al colegio, pero también entienden lo que estoy haciendo aquí», añadió.
A partir de entonces lo que podía haber sido solo una bonita iniciativa tomó mayores dimensiones.
Arrastrar a miles de adolescentes
Luego de las elecciones generales suecas del 9 de septiembre, Thunberg decidiría dejar de asistir a la escuela cada viernes para reiterar su protesta ante el Parlamento.
Su esfuerzo comenzaría pronto a multiplicarse en cientos de jóvenes, luego en miles, y llegarían los millones, ¿cómo no?
Miles de organizaciones ambientales respaldaron su llamado y ha sido invitada a hablar en eventos como la Cumbre sobre Cambio Climático (COP24), que se realizó en Polonia en diciembre pasado.
Al menos 274 ciudades de todo el mundo comenzaron a replicar las protestas del llamado viernes verde o viernes del clima en todo el planeta.
Las imágenes de adolescentes y jóvenes protagonizando marchas en favor del medioambiente colmaron las redes sociales y los noticieros mundiales, parta mostrar, gracias al empeño inicial de Greta, que las nuevas generaciones tienen mucho que decir y sin duda, también saben usar las tecnologías para asumir responsabilidades sociales a nivel global.
Esta es la historia de la valentía de una adolescente, que va más allá de que llegue a ganar un premio Nobel o no. Trata de la preocupación de toda una generación naciente por el mundo que les legan sus padres, y su poder de cambio.
Greta ha asegurado que seguirá con los viernes de protesta hasta que Suecia cumpla con los lineamientos del Acuerdo de París. Foto: Tomada de BBC