La policía sueca está investigando la empresa a cargo de los servidores de Wikileaks, después de una serie de ataques a las páginas web de las Fuerzas Armadas suecas, los bancos Swedbank y la agencia de noticias TT, entre otras, que se suponen hayan sido ejecutados por simpatizantes de Julian Assange, aunque sus verdaderos autores se desconocen. La redada en los servidores de PRQ, que alojan la polémica web, parece haber sido infructuosa, pues según Mikael Viborg, dueño de la empresa, un «problema técnico», por el que su web está fuera de servicio temporalmente, impidió a las autoridades rastrear las direcciones IP que buscaba…