La científica de la CSIRO Tara Sutherland y su equipo han logrado otro hito importante en la búsqueda internacional de un modo viable de producir artificialmente seda de insectos.
Este grupo de investigación, en Australia, ha creado finos hilos de seda de abeja a partir de una «sopa» de proteínas de seda que había producido transgénicamente.
Estos hilos son tan fuertes como los obtenidos de la glándula de la seda de las abejas melíferas, un paso significativo en el camino hacia el desarrollo de biomateriales basados en la seda y capaces de ser producidos en forma de carretes de hilo.
El equipo de Sutherland usó células recombinantes de la bacteria E. coli para producir las proteínas de la seda que, bajo las condiciones adecuadas, se autoensamblaron en estructuras similares a las de la seda de las abejas.
Se han hecho numerosos esfuerzos para expresar otras sedas de invertebrados en sistemas transgénicos, pero la complicada estructura de los genes de la seda en otros organismos significa que producirla fuera de las glándulas especializadas es muy difícil.
Anteriormente, Sutherland y su equipo habían identificado los genes de la seda de las abejas melíferas y sabían que es codificada por cuatro pequeños genes, en lo que es una configuración mucho más simple que la de otras clases de seda, por lo que estos cuatro genes de la seda de abeja resultaban candidatos excelentes para la producción de seda transgénica.
Los posibles usos prácticos de estas sedas estarían en tejidos textiles resistentes y ligeros, en materiales compuestos avanzados de alta resistencia para su uso en aviación y en el ámbito marino, y en aplicaciones médicas como suturas, y ligamentos y tendones artificiales.
Tomado de: http://www.amazings.com/ciencia/noticias/150310e.html