WASHINGTON, enero 7.— Al menos 35 mexicanos murieron por agresiones de agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en los últimos tres años, denunciaron hoy defensores de los derechos humanos citados por Prensa Latina.
«No hay sentencias porque el sistema policial estadounidense es juez y parte en la investigación», explicó Enrique Morones, director de la organización Ángeles de la Frontera.
«Los agentes locales del lugar de las agresiones investigan a su vez a los agentes fronterizos, a pesar de las múltiples peticiones de que sean otras instancias las que realicen la investigación conjunta», comentó.
El diario La Opinión destaca que el único caso que concluyó con una condena de 11 y 12 años de cárcel, respectivamente, fue el de los ex agentes Ignacio Ramos y Alonso Compeán tras balear en 2005 a un traficante de drogas.
Sin embargo, la presión republicana en el Senado logró la liberación de ambos en 2008, con el argumento de que los funcionarios actuaron en defensa de su país.
Kat Rodríguez, de la Coalición para los Derechos Humanos en Arizona, expresó que en los últimos siete años ha habido siete muertes de inmigrantes baleados (en ese estado) por agentes, y no han castigado a nadie.
Destacó que los policías justifican el uso desproporcionado de la fuerza con supuestas pedradas que reciben. «Es absurdo pensar que una persona que está huyendo y de espaldas le lance rocas a un policía armado», agregó.
La ligereza para llevar los casos relacionados con los agentes acusados contrasta con las sentencias a inmigrantes indocumentados, subraya La Opinión.