Acuse de recibo
Allá en Vista Alegre 206, apto. 6, entre Saco y Luz Caballero, Víbora, municipio capitalino de Diez de Octubre, Lusett Barrio Pi aún no sabe cuál es el misterio del servicio telefónico que le fue aprobado, y no aparece.
Cuenta ella que en noviembre de 2014 dio a luz gemelos: el primero, con buen parto y óptima salud; y el segundo, por cesárea, sufrió una asfixia perinatal severa, que le ocasionó una encefalopatía hipóxica perinatal severa. Y la entubación aplicada le causó displasia broncopulmonar y pérdida del reflejo de succión y deglución, por lo cual hubo que hacerle una gastrostomía para garantizar su alimentación.
Si bien al cabo de más de un año se le pudo retirar la gastrostomía, el niño aún presenta dificultades en tal sentido. Tiene además hipoacusia, estrabismo, asma intermitente, inmunodepresión, y recientemente le fue diagnosticada una bronquiestasia sacular bilateral con colapso de lóbulo.
Por la delicada salud del pequeño, en febrero de 2015 Lusett presentó por escrito una solicitud de teléfono fijo a la presidencia de la Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP) de 10 de Octubre, y también se entrevistó con uno de sus vicepresidentes, con funcionarios de Atención a la Población de la misma y trabajadores sociales.
Como resultado, su caso estaría considerado dentro de los establecidos por la Resolución 251 de 2013 del Ministerio de las Comunicaciones. Y tras larga espera, en enero de 2016 escribió al Consejo de la Administración Provincial (CAP) de La Habana, reafirmando la solicitud y la necesidad del teléfono.
Transcurridos varios meses, y sin recibir respuesta alguna, la madre se dirigió a Atención a la Población de Etecsa. Y el jefe del centro telefónico de Monte, en su respuesta acotó su caso como «de excepcionalidad, que lleva otro tratamiento por parte del CAM de Diez de Octubre». Lusett entregó copia de esa respuesta al departamento de Fiscalización y Control de la AMPP. Y posteriormente le dijeron que se tramitaría su solicitud con el CAP.
La funcionaria Nayma, de Fiscalización y Control de la AMPP, en marzo de 2017 le mostró a Lusett un documento, en el cual se relacionaban las personas a las que el CAP les había aprobado su solicitud de teléfono. Y ella aparecía de primera en la lista. Nayma le confirmó que lo había entregado a Etecsa.
En agosto de 2017, Lusett se presentó en la oficina Territorial Sur de Etecsa, y al buscar en su programa las asignaciones colegiadas entre Etecsa y el CAP desde 2015 hasta 2017, no aparecía su caso. Al preguntarle a la funcionaria si los mecanismos de otorgamiento por la Resolución 251 estaban vigentes, esta respondió afirmativamente.
«En la misma oficina de Etecsa donde acudí la primera vez —añade— se me ha confirmado la existencia de pares telefónicos en mi área, pero están imposibilitados por la ausencia de gestión.
«Además de la falta de acción oportuna ante mis insistentes reclamaciones, lo que más queda en evidencia es la falta de sensibilidad humana ante este tipo de problema. Si bien mi niño al cabo de tres años superó las expectativas de vida, aún requiere de mucha atención por su retraso en el desarrollo sicomotor», concluye Lusett.
Miriam Martínez Delgado (avenida Guanabacoa No. 18, entre 1ra. y 3ra., reparto Chibás, Guanabacoa, La Habana) cuenta que el pasado 26 de febrero ingresó a su madre de 90 años —Petra Gladis Delgado Negrín, en el Centro de la Tercera Edad (Cited) ubicado en el Hospital Calixto García, y lamentablemente falleció allí el 2 de marzo.
«A nombre de nuestra familia —refiere— deseamos hacer público a ese Centro nuestro más sincero reconocimiento por el alto nivel de profesionalidad con que fue atendida nuestra madre durante los días que estuvo hospitalizada.
«Las experiencias vividas durante esos tristes días nos han ayudado a superar la pérdida, porque sabemos que tuvo una atención esmerada tanto del personal médico y paramédico, así como del administrativo del Cited.
«Llegue nuestro reconocimiento muy especial a los doctores María Josefa e Iván, así como al equipo de enfermeras, de quienes recibimos solo cariño, dedicación y una alta sensibilidad. Confiamos en que continuarán desarrollando tan noble y necesaria labor con esa eficiencia y ejemplaridad para con nuestros ancianos», concluye Miriam.