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RÍO DE JANEIRO.— El boxeo no quería ir al anonimato. Si la lucha libre y el atletismo se estaban «robando el show» final —los tres deportes transcurrían este sábado simultáneamente—, con sus cuatro medallas de oro, los pugilistas cubanos barrieron con los últimos cuatro títulos disputados en los XV Juegos Panamericanos y apuntalaron a la Mayor de las Antillas en el segundo lugar del medallero.
Fue el peso pluma Idel Torriente quien abrió el «camino de las sonrisas», tras batir 7-5 al puertorriqueño Abner Cotto. Su éxito fructificó en el primer asalto, que ganó por 3-0 con golpes rectos y buena defensa. Luego, se le enredó el combate y solo logró empatar 2-2 en los rounds segundo y tercero, en tanto cayó en el cuarto 1-0.
Más tarde escaló al ring el mediano Emilio Correa, quien fue superior 22-5 al dominicano Argenis Núñez. Tras perder por 1-4 el asalto inicial, merced a una poca efectividad en el golpeo, el capitalino igualó 4-4 en el segundo, y la escena quedó lista para sus letales combinaciones, que le tributaron una puntuación favorable de ¡13-0! en el tercer capítulo para quedar fuera del alcance de su rival en el round final.
La tercera victoria cubana en este cartel fue al aval de Osmay Acosta, quien con sus habilidades defensivas solo permitió que los jueces le anotaran tres puntos a su rival, el venezolano José Julio Payarés, mientras él sumaba 11.
Y la fiesta cerró con la sonrisa de Robert Alfonso (más de 91 kilogramos), a quien lo ayudó sobremanera su buen desenvolvimiento en el segundo asalto, el cual ganó 4-1, imprimiéndole mayor velocidad a sus piernas para así llegar más claramente al rostro del colombiano Oscar Rivas.
Tras estos resultados, Cuba ocupó el primer lugar por países en el boxeo de estos XV Juegos Panamericanos, con cota de cinco medallas de oro, una de plata y dos de bronce.
En general, nuestro país cerró su participación en esta ciudad con 59 coronas, tras sumar ayer además cuatro en atletismo, tres en lucha, una en canotaje y otra en clavado.
