En JR el equipo de la telenovela cubana En tiempos de amar Autor: Roberto Suárez Publicado: 23/11/2017 | 12:22 pm
Una parte del equipo de la novela cubana En tiempos de amar, que actualmente trasmite la televisión cubana durante las noches de los lunes, miércoles y viernes, responde este jueves a las preguntas que dejen en el sitio web de Juventud Rebelde los lectores de diario.
Desde las 10:00 a.m. hasta el mediodía también compartirán sus criterios a través de videos en vivo trasmitidos mediante nuestra página de Facebook, donde además postearemos un álbum con la tradicional sesión de fotos que tiene lugar en JR durante estos encuentros.
Estos son nuestros invitados:
Ernesto Fiallo, director
Yia Caamaño (Elena)
José Alejandro (Armando)
Roxana Broche (Alina)
Justo César Valdés (Raulito)
Maikel Amelia Reyes Fernández (Laura)
Las respuestas de nuestros invitados
—Al personaje de Armando, ¿cómo has lidiado con los comentarios que puedan surgir en la calle porque eso de obsesionarse con la mujer del hermano.... debe ser bien feo?
José Alejandro: He recibido comentarios de todo tipo. Pero siempre desde el cariño. Porque la gente entiende que el personaje aunque les saque de quicio no es más que un personaje que el actor ha de interpretar. Pero los comentarios sean negativos o positivos los he disfrutado al máximo porque da la medida de que la gente está disfrutando la novela y eso a todo el elenco nos hace muy feliz. La gente es muy cariñosa siempre.
—Creo que todos los problemas de tu personaje en esta novela y los conflictos con tu esposa están dados por la falta de privacidad que tienes en la casa. Creo que la solución es convencer a tu hija para que vaya a dormir de vez en cuando con la abuela. ¿Qué crees al respecto?
José Alejandro: Es que Raulito también está durmiendo de vez en cuando con la abuela. Y mi mujer no quiere eso y ella es la que manda aquí… jajaja. Claro que sería una posible solución pero recuerda que esto es una ficción y hay sucesos que aunque sean lógicos no sucede para que se puedan crear determinados conflictos. Es como el caso de Manolito. La gente se pregunta ¿HASTA CUÁNDO MANOLITO VA ESTAR EN COMA?… Este es el caso por ejemplo, si Manolito no estuviera en coma no hubiera permitido que pasaran las cosas que están pasando en la casa.
—¿Qué sustenta la relación entre Elena y Armando? Ya con las ilegalidades que ella comete se hubiera podido comprar un apartamento para irse a vivir con la hija sin el estorbo del marido.
José Alejandro: Como Armando te digo que yo no soy estorbo para Elena…jajaja. Al contrario, porque ella esta perdidamente enamorada de Armando solo que tiene ese mal carácter por naturaleza. Pero fíjate que ella, muy a pesar de lo mal que lo trata, en ningún momento le es infiel. Porque la relación que ella tiene con el licenciado es únicamente para aprovecharse de él. Y no se ha comprado el apartamento porque acaba de empezar a delinquir, no ha tenido tiempo de reunir el dinero porque además a ella le gusta la buena vida y las cosas caras…jajaja.
Foto: Roberto Suárez
—¿En qué proyectos andan cada uno de los invitados, que todos son excelentes incluyendo su director?
Los proyectos de José Alejandro: Además de mantener mi programa Para leer mañana, que sale los jueves a las nueve de la noche por el Canal educativo, donde soy el presentador y cada programa propone un autor diferente cada jueves sea nacional o internacional. Además, acabo de terminar de rodar la película Inocencia, del director Alejandro Gil, donde interpreto a un soldado español. Es un personaje pequeñito que solo tiene dos secuencias, pero que he disfrutado mucho porque es mi primera experiencia en el cine. Aunque ya he tenido mis coqueteos con el cine en algunos trabajos que he realizado en la escuela internacional de cine y TV de San Antonio de los Baños. En este mismo instante estoy grabando un Tras la huella, que debe salir para los meses de julio y agosto y se titula Cuello blanco, también es una pequeña intervención, espero que les guste.
Ernesto Fiallo: En estos momentos estoy dirigiendo Somos Familia, El Selecto Club de la Neurona Intranquila y La liga Juvenil de la Neurona Intranquila, junto a Gustavo Fernández-Larrea. En cuanto a telenovelas, decidí no dirigir más ninguna.
Justo César: Soy parte del elenco de la película Inocencia sobre el fusilamiento de los ocho estudiantes, interpreto a Jose de Marcos y Medina, uno de los estudiantes fusilados, dirigida por Alejandro Gil y con guion de Amilcar Salati.
Maikel Amelia: Estoy en varios proyectos, sigo con Tras la Huella, comienzo con el teatro, una película donde interpretaré un personaje que me fascina y ya veremos...y el proyecto de mi familia que es el más grande e importante, créanme, mi niña ocupa bastantes espacios, felizmente.
—¿La idea de la novela partió de alguna vivencia personal de los guionistas?
Ernesto Fiallo: No, la telenovela surge a partir de una iniciativa de la Casa Productora de Telenovelas, con el objetivo de crear una producción en la que intervinieran un grupo de experimentados guionistas y realizaran una obra factible y de manera más expedita. Eliminando así los demoras de la escritura en solitario y el aporte de ideas colectivo como forma de enriquecer la obra.
Yia Caamaño: No tengo idea, el guion llega a mis manos y lo comencé a estudiar, pero deben de ser experiencias de los cuatro guionistas o al menos lo que estaba ocurriendo en ese momento.
Justo César Valdés: Al parecer no creo que haya sido una vivencia de los guionistas, es una vivencia o experiencia general del cubano de hoy, del de ayer o del mañana. Muchas personas me han comentado en la calle que bueno que tocan un tema de la vivienda porque se sienten muy identificados.
Maikel Amelia: Creo que cada escritor parte de sus propias vivencias y que la vida real es mucho más rica que la ficción, incluso la supera.
—¿Tuvo alguna inspiración específica la pareja de Yía y José Alejandro en la que él «se deja gobernar» todo el tiempo?
Yia Caamaño: Supongo que todos en el equipo tuvimos la pretensión de mostrar una pareja donde la mujer manipula totalmente a su marido y que no solo existe la tan nombrada violencia física y sicológica hacia las mujeres sino también hacia los hombres.
Justo César: No sé si en los guionistas hay una vivencia personal, o cercana, me pareció interesante aquí porque rompe con lo normal y lo antes visto, y es más interesante, y desde las perspectivas de los guionistas a la hora de escribir esto les pareció que fuera nuevo e interesante.
—En tiempos de amar pareciera un homenaje a El derecho de nacer ¿es así, o es pura casualidad?
Yia Caamaño: Y por qué no, no creo que haya sido la pretensión de sus directores pero si esa es una de las sensaciones podría ser creo que en la actualidad hay tantísimos referentes y obras universales que perfectamente se puede tomar de ellas, actualmente creo que todas las obras tienen algo en común con otras ya existentes. La originalidad forma parte de cualquier creación pero perfectamente puede tener algún parecido también forman parte de nuestra cultura.
Foto: Roberto Suárez
—¿Qué está haciendo Yía?
Yia: Por el momento, teatro.
—¿El personaje de Carlos Solar se muere o se despierta?
Yia: Me asesinan a mi si te lo digo, solo piensa que Manolito y Laura son los personajes, por llamarlos de alguna manera, héroes de la novela, son el ejemplo positivo, los que desde el principio llevan todo lo lindo de una historia de amor y son perfectamente funcionales, así que ahí te lo dejo, saque usted sus propias conclusiones.
Maikel Amelia: Ahora se enferma más.
—¿Cómo fue el proceso de la dirección de actores?
Yia: Fue muy bueno y didáctico, tuve la posibilidad de ser dirigida por tres excelentes directores, muy diferentes cada uno pero que se complementaban entre sí.
Foto: Roberto Suárez
Ernesto Fiallo: La dirección de actores estuvo en manos de Julio Cesar Ramírez, fue un proceso intenso, porque teníamos que trabajar el melodrama y resaltar de la manera más efectiva todos sus códigos, los actores se sintieron muy bien en este proceso de la obra.
Justo César: La dirección de actores fue de Julio Cesar Ramirez, director del grupo de teatro Teatro de Dos, fue un trabajo profundo, se ensayaron las escenas más importantes de cada personaje o cada situación de la novela, a la vez pensé que habían escenas que no eran de tanto peso y él me hizo cambiar la óptica a la hora del ensayo, nos ayudó desde la teoría en la «pre» de la novela, a encontrar una gestualidad o un comportamiento en particular en los personajes. A la hora de grabar en el set estaba pendiente del detalle de una terminacion de un texto, de una mirada que dijera o no dijera con la trama, a mi en lo personal me ayudo mucho, y me hizo ir al detalle mínimo a la hora de interpretar mi personaje.
Maikel Amelia: Fue maravilloso compartir tantos momentos de creación en el periodo de ensayo y durante el rodaje a su lado. Su guía fue imprescindible todo el tiempo.
—¿Alguna vez debatieron en el equipo de producción que tan cercana debía ser esta novela a la realidad de Cuba? ¿Qué piensan de los límites entre la realidad y la ficción en una novela cubana?
Yia: Lo único que puedo responder a eso es que en mi opinión las telenovelas cubanas y nuestra programación ganarán mucho más si hubiese más ficción y fantasía en ellas, creo que necesitamos volar y despegarnos un poco de lo documental muchas veces visto en nuestros productos.
Maikel Amelia: El límite entre la realidad y la ficción está determinada por la percepción individual de cada ser humano y sus propias vivencias. Y sí, siempre estuvimos muy claros de la cercanía que existe entre los conflictos de la novela y los de nuestra sociedad actual. De hecho, los escritores no hicieron más que reflejar conflictos actuales.
—¿Cómo fue el proceso de concepción de los personajes, alguno de ellos está basado en un personaje real?
Ernesto Fiallo: Fue un proceso colectivo cuyo objetivo era acercar la vida real y sus conflictos a los personajes. Son problemas humanos universales, ubicados en la Cuba de hoy.
Justo César: Todos los personajes son ficción, pero si miramos a nuestro alrededor, en mi caso particular, siempre hay un muchacho adolescente que se le revira a su madre porque ella por más experiencia quiere que estudie algo que funcione, profesional o económicamente en el futuro, y el adolescente sencillamente no es de su interés, no es de su preferencia, ya que tiene un punto de vista diferente.
Maikel Amelia: Siempre está implícita la realidad, y de ella nos nutrimos todos los artistas para recrear cualquier obra de ficción, claro luego pasa esa realidad por el tamiz del artista, procurando en todo caso embellecer la obra.
Roxana Broche: Yo creo que la creatividad no es nata. Para la concepción de un personaje, un actor no solo debe poner sus propias vivencias, sino enriquecerse de su alrededor y de las concepciones de aquellos que sus vidas corresponden con las que el guión en mano plantea. Cada personaje de la telenovela, aun con sus particularidades, los encontramos día a día en las calles caminando a nuestro lado, en las paradas de ómnibus, en las escuelas, en las universidades, en todo tipo de ambiente social. La novela refleja un mundo que no es lejano a ninguno de los participantes de este proceso, ni a los espectadores ni a los responsable de su puesta en pantalla.
Foto: Roberto Suárez
En mi caso, el personaje de Alina, fue concebido a mitad, a partir de mi propia vida y las vidas de aquellos jóvenes que me rodearon en el preuniversitario y secundaria básica, que sí vivieron la partida de sus padres a misiones y sus familias los vieron como una carga, los que fueron rechazados por su orientación sexual o por no ser muy agraciados o tal vez por no ser portadores de los signos de la moda en un tiempo determinado.
En todos los casos la soledad presenta un punto de partida, lo cual para ningún ser humano este sentimiento es ajeno. Esto unido a vivencias personales del Bullying escolar en las escuelas, convirtió a Alina en un personaje protesta para mí, ya que en su momento no pude o no tuve tal vez la inteligencia para reaccionar o defender, ahora por ser actriz, tenía la responsabilidad de llevar mi punto de vista acerca de esto. Solo después de algún tiempo entendí que la actuación no es solo vivir verdaderamente el momento, sino que cada actor es la voz de miles de voces que no tienen la oportunidad de hablar. Adoptando gestos, maneras de vestir, pensamiento, cadencia al hablar, posición corporal y manera de reaccionar, fui tejiendo un personaje con el cual el público rechazara la manera de tratar a aquellos que por algún motivo la sociedad sintiera que son anacrónicos.
Nunca quise que se me arreglara el cabello, se me quitaran los aparatos, se me maquillara demasiado, no por un motivo de acumulación o cliché sino por un proceso de observación. Muchas personas en la calle cuando me reconocen se asombran y se preguntan por qué salgo tan desarreglada en la novela si en la realidad soy todo lo contrario y es que esa es la vida real. En la vida real no todos somos ni pensamos iguales y la tolerancia y aceptación debe abrirse paso. La belleza no es única, todo posee belleza y eso más que en otra cosa, debemos pensar los que ahora formamos parte de esta sociedad.
—¿Por qué el personaje que interpreta Carlos Solar fue diseñado para «estar acostado» tanto tiempo?
Ernesto Fiallo: Esa es una duda común en muchos espectadores, la trama transcurre en tres meses. Aunque la novela se transmite en 7 meses. Un capítulo no representa un día en la vida de los personajes.
Maikel Amelia: Porque si despierta acabaría el conflicto. Piensen en el personaje de Manolito y en su sicología y se darán cuenta de que representa la honestidad de la familia, la estabilidad, y la transparencia, si él hubiera despertado todo ya estaría solucionado y la novela habría acabado.
—¿Cuál es el objetivo en la novela del personaje de Carlos Solar?
Ernesto Fiallo: Ese personaje es un viejo recurso del género, un personaje, héroe o villano que esconde un secreto, en este caso la verdad que acabaría con la maldad de su antagónico.
Maikel Amelia: Hablando metafóricamente, Manolito es el símbolo de la verdad y la justicia en la familia, la lealtad y el amor, cuando todas esas cualidades se duermen en un ser humano, en una familia o sociedad se establece fácilmente el caos y se abre la caja de Pandora mostrando todas las bajezas humanas. En este caso todo lo bueno solo duerme, pero no desaparece, y al despertar se hace justicia.
Justo César: Sin este personaje no existiera el ejemplo entre los demás hermanos de la casa el modelo de buen hijo, de buen esposo y buen hermano, todo el tiempo lo citan personajes.
Foto: Roberto Suárez
—¿Estudiaron cómo son los procedimientos para entrar a trabajar al turismo? Aunque es ficción, no puede poner en pantalla hechos que no son reales, como que en un hotel del turismo entre a trabajar una persona que cumplió prisión, o que se lleve a trabajar allí a un desempleado que no ha estado en la bolsa de trabajo del sector ni se le ha hecho una rigurosa investigación.
Ernesto Fiallo: Desgraciadamente continuamos exigiéndole a la telenovela, lo que tendríamos que exigirle a otros espacios. Es ficción y tiene necesidades obvias que hacen que la realidad sea revalorada en función de la historia. Es una necesidad, por ejemplo, que el Licenciado entre a trabajar en el hotel, así que esa licencia debe ser tomada, para lograr un cambio en la vida de los personajes y la trama. Esta telenovela y otras, son comercializadas en el mundo, no creo que en Burundi entiendan lo de la bolsa de trabajo…
—¿Se asesoraron sobre los temas relacionados con el derecho y la vivienda?
Ernesto Fiallo: Sí, siempre existen asesores para estos temas. Aunque no están ajenos a que puedan sufrir lecturas diferentes en función de la obra.
Foto: Roberto Suárez
—¿Quién es la persona que aparece en la presentación de la novela con un bebé en los brazos?
Ernesto Fiallo: La presentación de la telenovela fue realizada por Fernando Pérez, con la colaboración de Leandro de la Rosa y Paiffer. Ellos utilizaron fotos familiares y de amistades. Tendría que preguntar a ellos, solo sé que el niño que está en la apertura de la presentación es Fernando.
—¿Por qué en el ámbito laboral de esta novela no aparecen representados el Sindicato, el PCC, la UJC? ¿Será que no se quieren buscarse problemas los guionistas?
Ernesto Fiallo: No, ahí entramos otra vez en el debate entre ficción y realidad. Si nos aferramos a la realidad, la telenovela duraría un capítulo.
—Es verdad que tenemos profesionales corruptos, que puede que en la Ciudad de la habana, suceda con mayor participación, pero no todos los notarios, ni los comerciales en los hoteles, son así. Eso un poco fuerte.
Ernesto Fiallo: Ese es otro tema delicado, entra la realidad, una vez más, si fueran doctores o economistas o músicos o periodistas, la pregunta sería la misma.
—¿Tiene algo que ver esta novela con serie de televisión española de Antena 3 titulada «Amar en tiempos revueltos»?
Ernesto Fiallo: No tengo referencia de esa obra.
—Una casa con cinco cuartos y sala grande para una familia de un matrimonio y cinco hijos alcanza perfectamente, solo hay que hacer un reordenamiento familiar para que no existan tantas discordias. Usted imagina ¿Qué pasaría si esa misma familia viviera en una casa de dos cuartos?.
Ernesto Fiallo: La lucha en esa casa, no solo es por el espacio, es una lucha entre generaciones, valores, etc. En este caso es el pretexto para evidenciar valores perdidos, ambiciones desmedidas, celos…
Foto: Roberto Suárez
—¿Qué hacen los actores para desintoxicarse de tanto conflicto cuanto terminan cada grabación y si tanta «maldad» les afecta de algún modo?
Justo César: En mi caso personal me resulta difícil alejarme de lo que pasó en el set. Ejemplo: con la escena de la muerte del abuelo a mi me sucedió algo similar, me afectó y me ayudó, porque me sirvió de resorte para la emoción de la escena. Las escenas con mi mamá, Beatriz Vina (Silvia), fueron dinámicas, y el terminar una escena con una galleta bien fuerte e inesperada, no se termina bien porque obvio te dolió la galleta y depende de cuántas veces se repita la escena, pero cuando la revisas y el resultado es bueno te sientes satisfecho al máximo.
Roxana: Un actor debe saber cuando deja de actuar y debe estar entrenado muy bien, tanto técnica como emocionalmente, para dejar a un lado lo que vive en el escenario e incorporarse a su realidad.
José Alejandro: En realidad es el oficio el que te va preparando mentalmente para ir aprendiendo a terminar un rodaje y dejar aparcado el personaje en el estudio de grabación. Aunque depende de la magnitud del mismo tienes más o menos tiempo para descansar de él. Porque en el caso de Armando después de 12 horas de trabajo llegas a casa y a las ocho de la noche, cuando llegas, el tiempo que te queda es para ducharte y empezar a estudiar el montón de escenas que te tocan al día siguiente. En realidad tienes muy poco tiempo para ti. En el caso que solo estés haciendo un trabajo. Si además estás ensayando una obra en el teatro, por ejemplo, y tienes otro personaje que no es ni remotamente parecido al otro, tiene otra manera de pensar, de decir, de sentir, en otro enredo que tienes en la cabeza y estás viviendo además de tu vida la de esos otros dos personajes… nada, para no alargar la historia, muchos de nosotros no nos hemos vuelto locos de milagro… jajajaj.
Maikel Amelia: De algún modo los actores nos pasamos la vida viviendo «otras vidas», que puede ser muy entretenido, pero también agotador porque requiere de mucha entrega emocional, de tiempo, de estudio individual y de violentar nuestro sistema nervioso central. Por esa razón cuando terminamos un trabajo largo con un personaje en el que casi nos convertimos, realmente necesitamos desintoxicarnos, también utilizamos técnicas de actuación diseñadas para eso y vivir como un período de duelo con respecto a ese personaje o vida que definitivamente dejamos ir. Yo busco actividades nuevas con mi familia y eso me retorna a mi propia esencia.
—Hay muchos actores jovencitos en la novela: ¿les resultó muy difícil asumir estos papeles? ¿Qué tan difícil fue para Alina enfrentar el papel de chica que sufre prejuicio por pensarse que es homosexual?
Roxana: Esto es muy común en las escuelas. Algunos productos han reflejado el tema ya, pero aun sigue muy guardado. Mi formación académica antes de la Universidad de las Artes fue con profesores que formaban parte de todo esto. Por suerte en la novela hablan del claro papel de un profesor como el de Elvira y su función a la hora de encaminar los adolescentes en cada uno de los casos. Yo creo que nadie está ajeno a este tema y al rechazo por cierta orientación sexual. No solo la sociedad cubana la experimenta en un preuniversitario donde tantos tipos de pensamiento están mezclados, sino en la propia calle. A veces para un actor la transferencia es muy funcional y el mismo sentimiento de rechazo o impotencia por un hecho o abuso en este ámbito te lleva a transmitirlo en otro proceso como actor. Realmente la dificultad estuvo en que para el momento de rodaje no estaba en el ISA aun y muy fue difícil al principio desentrañar el trabajo de un actor con un personaje como este.
Foto: Roberto Suárez
—Al personaje de Laura ¿cómo enfrentas ese papel con Elena con lo fácil que saca de quicio a cualquiera?
Maikel Amelia: Créanme que a mí también me saca de quicio el personaje de Elena, pero recuerden que Laura está preparada para lidiar con cualquier situación desde la bondad, y su profesión lleva mucha diplomacia, es relacionista pública.
—¿Por qué decidieron que tres miembros de la misma familia trabajaran en el hotel si es sabido que en casi ningún centro, especialmente de la hotelería, se permiten familiares?
Maikel Amelia: La ficción filtra la realidad a su manera, permite que se haga palpable incluso lo que pudiera parecer increíble.
—¿Qué significó para Maikel Amelia interpretar ese personaje en el que la familia de su «esposo» prácticamente se olvida de él y pasa a ella toda la responsabilidad del enfermo, lo cual asume aun cuidando a su hija pequeña?
Maikel Amelia: Mira todo puede ocurrir en una familia, y es difícil aceptar que precisamente una familia tan unida se pueda desmembrar ante la muerte de uno de los que la forman, pero créanme que puede suceder. En el caso particular de Laura su amor incondicional y su fe en la vida la salvan y estaría feliz de que cualquier persona que se encuentre en una situación similar a la de Laura vea en ella un mensaje de confianza en la vida, en la fe que nos salva siempre y en el amor.
—¿Y la permuta se hace o no se hace?
Yia: ¿Qué crees? Dos capítulos atrás llego Felo a la casa, ¿no crees que eso obstaculice un poco las cosas?
—A Yia le pregunto ¿su personaje en ningún momento se endulza, o solo ella ve por los ojos de su hija, que lleva su mismo camino?
Yia: Como acabo de decir, no se endulza y sigue viendo por los ojos de su hija, ese es su ápice de bondad y su amor verdadero. Elena es una mujer dura y endurecida por las cosas que ocurren en su vida, por no tener privacidad se siente desplazada y opacada por Laura en la familia, como profesional y como mujer al ver que Armando la desea.
—¿Hasta cuándo vamos a estar criticando todas las novelas que nuestros escritores, directores y actores nos traen a la pequeña pantalla, es que acaso algún crítico se atreve a realizar una novela sin detalle alguno que la empañe?
Yia: Qué curioso, eso mismo digo yo, las justificantes no valen, pero no voy por ahí, nadie se imagina lo difícil que es hacer televisión, técnicamente, a modo productivo las carencias que sufren algunas producciones, las características de los estudios. Sin embargo aprecio la condescendencia que existe de nuestro público con las producciones extranjeras y como puede asumir las realidades inventadas y las realidades que todos sabemos que no son totalmente así y, sin embargo, nadie las cuestiona, se asume que es una novela y esas cosas solo pasan en las novelas, esa es la frase también. En ocasiones me resulta un poco triste la opinión de algunos críticos, los leo y me parecen distanciados de nuestra realidad, como si no supieran lo que ocurre y cómo se realizan las entregas televisivas. Agradezco todas las opiniones porque sé que zapatero a su zapato y que todos hacemos lo que podemos.
Maikel Amelia: Gracias!!!!!!
—Maikel Amelia: Capitana de la Policía en Tras la Huella y Subdirectora de Gerencia Hotelera en esta novela. ¿No crees que te están enmarcado en determinado tipo de personaje? ¿No afecta esto tu carrera actoral?
Maikel Amelia: En la novela solo soy relacionista pública, Laura no dirige en el hotel. Y espero que me permitan interpretar muchos personajes, una malvada, una desquiciada emocionalmente, en fin muchos más.
— Una pregunta a Maikel Amelia: ¿le costó mucho trabajo dejar al personaje de Tras la Huella, dejar de ser policía para convertirse en la mujer común, que enfrenta una situación familiar tan grande?
Maikel Amelia: Todo lleva trabajo y esfuerzo, pero me encantó, y como en mi vida personal solo soy actriz, puedo asumir y debo asumir cualquier otro personaje con el que exprese a la gente el sentir de esta época o cualquiera. Siempre habrá una historia que contar y otras vidas que interpretar.
— ¿Se piensa hacer el lanzamiento del disco de Raúl Paz con los temas de la novela en un teatro como mismo pasó con la anterior novela en la que él hizo la música...?
Maikel Amelia: Sí en febrero, con un concierto en el Karlos Marx.
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