Primer Ministro Manuel Marrero Cruz. Autor: Estudios Revolución Publicado: 09/10/2020 | 01:25 am
Tras describir antecedentes sobre el comportamiento de la enfermedad desde sus primeros reportes a nivel mundial, y la oportunidad de las decisiones que fue adoptando Cuba para prevenirla y controlarla, el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, detalló en la Mesa Redonda en qué consiste la actualización del Plan de medidas para el enfrentamiento a la COVID-19.
Informó que la misma nos conduce a tres etapas con diferentes fases, incluido el concepto de la «nueva normalidad». Recordó que fue aprobada esta semana por el Buró Político del Partido Comunista de Cuba.
La actualización toma en cuenta la experiencia y los indicadores a escala internacional sobre la pandemia, y la experiencia cubana, con el aporte de los científicos y expertos y del sistema del Minsap, bajo la premisa principal de preservar la salud del pueblo.
En medio de estadísticas mundiales lamentablemente demoledoras, de la crisis económica mundial provocada por la COVID-19 y de la agudización del bloqueo, Cuba ha logrado —señaló— muy buenos indicadores en la batalla contra el SARS-CoV-2.
Estos responden —dijo— a los planes adoptados, porque aquí nada se improvisó, con la participación del pueblo, las organizaciones sociales, el sector estatal y el privado, bajo la conducción de los gobiernos de los territorios, donde se activaron los consejos de defensa provinciales y municipales, y la dirección del Buró Político.
Para el período que se abre, el de la «nueva normalidad», el país cuenta, además de la experiencia acumulada por el personal de salud y de apoyo —añadió Marrero Cruz—, con los recursos acumulados durante estos meses, tanto en tecnología e infraestructura, como protocolos médicos actualizados.
Objetivos de la actualización del plan de medidas
1) Transitar hacia una nueva normalidad del país de una manera gradual y asimétrica.
2) Mitigar el impacto económico y social ocasionado por la crisis mundial causada por la COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que nos impone el Gobierno de EE. UU.
3) Desarrollar las capacidades de enfrentamiento a los eventos que se produzcan en la nueva normalidad.
Plan de enfrentamiento
La actualización del Plan de enfrentamiento a la COVID-19 consta de tres etapas:
- Etapa epidémica, que tendrá dos fases:
—Fase de transmisión autóctona limitada: Se detectan y confirman casos de la COVID-19 en los que se establecen nexos epidemiológicos; aparecen casos en diferentes localidades de un territorio, y de manera limitada.
—Fase de transmisión comunitaria: Se detectan y confirman casos del nuevo coronavirus en los que no se establecen nexos epidemiológicos; se diagnostican en diferentes localidades de un mismo territorio de manera dispersa y sostenida. Constituye una fase más compleja y es cuando se decreta etapa epidémica.
- Etapa de recuperación, tiene tres fases (ya la han estado transitando las diferentes provincias):
—Primera fase: Se abre y restituye parcialmente un grupo de actividades, manteniendo regulaciones y restricciones.
—Segunda fase: Se continúan ejecutando acciones para reabrir servicios y actividades, garantizando el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias aprobadas para esa fase.
—Tercera fase: Mayor normalidad de los servicios y actividades productivas, llevando a la normalidad aquellas que se consideren de menor riesgo, manteniendo implementadas medidas para reducirlos.
La etapa de recuperación con sus tres fases contiene las medidas que ya se han aplicado en cada una de ellas, pero también prevé un grupo de adecuaciones en el transcurso de estas a partir de la experiencia adquirida, donde la flexibilidad ha entrañado nuevos riesgos.
- Etapa de la «nueva normalidad»: Es el momento en que se restablece tranquilidad productiva y de servicios, fortaleciendo la vigilancia epidemiológica, el cumplimiento y control de las medidas higiénico-sanitarias, así como otras disposiciones que aseguren la protección de la salud con la participación responsable de las personas, a partir de la adopción de un nuevo código y estilo de vida.
Las medidas que se adoptarán en esta etapa son aquellas que garantizan un funcionamiento pleno de la actividad económica y social asegurando la salud del pueblo.
Al retomar más detalles sobre el plan de enfrentamiento en la etapa de recuperación y su actualización, el Primer Ministro cubano recordó que del inicial, que contenía 220 medidas, se mantienen 128, se modifican 57, se agregan 63 y se eliminan 53, para sumar 190 medidas en el nuevo plan.
La nueva normalidad
Los preceptos para esta etapa —informó Marrero Cruz—se establecieron con el aval de los especialistas de la Salud Pública y los científicos y expertos que han laborado en el enfrentamiento a la epidemia.
Busca promover en la población un nuevo código y estilo de vida, adaptado a un contexto epidemiológico, para lo cual se diseñó una estrategia comunicacional y educativa.
El nuevo código concibe:
—El uso obligatorio del nasobuco en espacios cerrados, centros de trabajo y educacionales, servicios de salud, actividades religiosas, centros de elaboración y expendio de alimentos y otros. En espacios abiertos, cuando no exista concentración de personas, puede quitarse. El nasobuco no debe asumirse como algo impuesto; debe incorporarse a la vida.
—El distanciamiento físico tiene que convertirse en una norma de conducta elemental, tanto en espacios cerrados como en aglomeraciones, reuniones y otras áreas de intercambio laboral y social.
—Se prohíbe la entrada a centros laborales, escolares y otros, de personas con signos y síntomas sugerentes a la COVID-19 —y también de otras enfermedades que pudieran ser transmisibles—: fiebre, escalofríos, tos seca o húmeda, dolor de garganta, dificultades respiratorias, coriza, secreción, congestión nasal, alteraciones recientes de gusto, diarrea, fatiga o debilidad general, cefalea, dolor muscular, náuseas, vómitos, falta de apetito…
Quienes tengan estos síntomas deben abstenerse de asistir al centro laboral, escolar u otros lugares. Aunque no se declaren, los síntomas deben detectarse por la pesquisa activa. De tenerse alguno de estos síntomas, las personas deben ser remitidas de inmediato a centros de salud.
—Aplicar de manera obligatoria la desinfección de las manos y de las superficies. Deben crearse las condiciones para ello en centros de trabajo, escuelas, transporte público y otros.
—Garantizar la protección con los medios de seguridad a los trabajadores que están expuestos, tanto al personal de Salud como el de otras actividades laborales donde se interactúe con público.
—El sistema de trabajo del Gobierno para el seguimiento y control a la enfermedad, cuyo Grupo Temporal, liderado por el Presidente de la República y el Primer Ministro, sesionaba diariamente, concibe ahora que las reuniones se realicen dos veces a la semana. Aunque no menoscaba la atención diaria.
—La conferencia de prensa diaria que realiza el Minsap y conduce el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología, se realizará una vez a la semana, los viernes.
—Se mantendrán las reuniones semanales del Presidente de la República y el Primer Ministro con los científicos y expertos que trabajan en el enfrentamiento a la COVID-19.
—Se desactivarán los Consejos de Defensa provinciales y municipales en los territorios que pasan a la nueva normalidad.
—Se potenciará la vigilancia activa: la pesquisa con calidad.
—Se mantienen las pruebas de PCR a personas con infecciones respiratorias agudas. Se aplicarán también en autopsias.
Mayor autocuidado y responsabilidad
A partir del próximo lunes 12 de octubre, se pasará a la fase de nueva normalidad en todas las provincias del país, excepto en Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, hoy en la fase de transmisión autóctona limitada, y La Habana, que estará en fase III sin el autorizo de vuelos internacionales, precisó el Primer Ministro.
«La nueva normalidad implica la asunción de nuevos estilos de vida que favorezcan la salud personal y colectiva, el reto de modificar e incorporar nuevos comportamientos con mayor autocuidado y responsabilidad, el uso del nasobuco correctamente, el lavado de manos con frecuencia y la puesta en práctica de nuevas formas de saludos y demostraciones de afecto.
«Se exige incrementar la limpieza en el entorno domiciliario y laboral, mantener el distanciamiento, consultar al médico ante la presencia de cualquier síntoma, evitar lugares cerrados y con aglomeración de personas, realizar reuniones y festejos, así como ejercicio físico al aire libre, y evitar contactos con personas en aislamiento y visitas a hospitales si no es necesario», detalló.
Este nuevo plan de medidas —próximo a publicarse en un tabloide— tiene como objetivo garantizar la salud del pueblo y reactivar la vida económica y social del país sobre la base de la vigilancia, la prevención y el control sanitario. «Los resultados dependen de la participación activa y responsable del pueblo, el protagonismo de las organizaciones de masas y la certera conducción el Partido».
Marrero Cruz insistió en la necesidad de fortalecer y ampliar la red de laboratorios de microbiología, con el propósito de que cada provincia tenga uno, además, de consolidar las normas de bioseguridad en todas las instituciones del sistema de salud, que en su totalidad deberán volver a su funcionamiento habitual.
«Se mantienen protocolos estrictamente en aeropuertos, puertos y marinas y ante el arribo de viajeros, será de obligatorio cumplimiento presentar la Declaración de Sanidad, en la que expone con antelación su estado de salud. Se les realizará el PCR a todos los que arriben y se les aplicará el protocolo de vigilancia según el lugar hacia donde se dirija».
Marrero Cruz destacó que los cubanos residentes permanentes en Cuba y que están en el exterior, ante el temor de excederse en el tiempo legalmente permitido para volver a entrar al país, debido a las restricciones de vuelos, deben dirigirse a los consulados para solicitar que se les extienda el tiempo hasta que se normalice la situación. Además, afirmó que los cubanos podrán viajar una vez que se permitan los vuelos internacionales.
«Se potencia en la nueva normalidad el trabajo a distancia en las actividades que por su naturaleza así lo permitan, de manera parcial o permanente. Igualmente, se ratifica que el trabajador que esté en el exterior sin poder regresar, pueda solicitar extender su licencia sin sueldo sin perder su puesto laboral.
«Se mantiene también como causa de suspensión temporal justificada a los trabajadores por cuenta propia y se les respeta el salario total a quienes permanezcan en cuarentena o en situaciones directamente vinculadas a la COVID-19», explicó, y recalcó que la atención diferenciada a personas con discapacidad, adultos mayores y otros que así lo requieran debe mantenerse.
El dirigente subrayó que se deben instaurar salas de aislamiento en las terminales de ómnibus y aeroportuarias, a las que solo tendrá acceso el pasajero, para lo cual las listas de espera deben organizarse fuera de la terminal y se incrementará la comercialización del pasaje por la vía digital.
«Mantendremos el transporte con la vigilancia y control de las medidas higiénicas y de la capacidad de pasajeros autorizados y se mantendrá la transportación de apoyo a los trabajadores de la salud en casos pertinentes».
En cuanto a la organización del curso escolar, retomó lo explicado ya en varias mesas redondas al decir que se mantienen los exámenes de ingreso a la Educación Superior en las provincias con situación favorable este 9 de octubre hasta el 28 de noviembre y que en febrero se abre el nuevo curso escolar.
La recreación fue otro de los temas analizados por el Primer Ministro. En tal sentido, explicó que se restablecen los servicios gastronómicos y recreativos manteniendo las medidas epidemiológicas, aunque para bares, centros nocturnos y actividades festivas se mantendrán otras más estrictas.
Añadió que en la nueva normalidad se abren cines, teatros, círculos sociales, jardines botánicos, zoológicos, acuarios… se restablecen servicios gastronómicos y otros, siempre cumpliendo con rigor las medidas establecidas.
«El objetivo de todas las disposiciones es garantizar la salud del pueblo, y a la vez reactivar la actividad económica y social, sobre la base de la estabilidad epidemiológica. Los resultados dependerán de la participación activa y responsable del pueblo, con el protagonismo de los organizaciones de masas, el seguimiento y el control del Gobierno y la certera conducción de nuestro Partido», concluyó.
Todo lo podemos vencer, todo lo podemos conquistar
El Presidente cubano en los minutos finales de la Mesa Redonda destacó la abundante muestra de heroísmo cotidiano, la perseverancia y la voluntad que se opone al desgaste y el cansancio de estos meses.
Dijo que ha sido loable el trabajo de miles de personas de diferentes sectores, de las instituciones docentes y culturales, de todo el que ha apoyado en los centros de aislamiento para atender a los contagiados, sospechosos y contactos.
«Eso inspira… inspira que gente común, gente del pueblo han arrimado el hombro para mantener lo imprescindible funcionando porque saben que de ello depende la vida de sus compatriotas», apuntó.
Díaz-Canel se refirió a la frase: «Yo no fui un héroe pero estuve allí», extraída de la serie LCB: Lucha contra bandidos, en la que se muestra la convicción de los que están presentes y han aportado, en nuestra historia, una frase que define al que acompañó y animó, al que creyó y confió, al que luchó y enfrentó esta pandemia.
«Son momentos para potenciar la buena voluntad del hacer, la energía para crear, la unión de propósitos para creer. Los resultados que logramos nos han llevado a esta nueva normalidad que nos exige e impone muchos retos en materia de responsabilidad. No son tiempos del anhelado abrazo físico sino de ofrecer un gesto que exprese a distancia amor, cariño, reconocimiento a los nuestros…
«En nombre del General del Ejército Raúl Castro Ruz, del Partido, del Gobierno y de todos los que buscan un mejor destino para la nación, hay que reconocer a los que han tributado al milagro de la resistencia cubana con sus aportes, sus realizaciones, con todo lo que es bueno y da luz en esta compleja situación que no es la primera ni será la última que demande esfuerzos y sacrificios colectivos.
«Con ellos y gracias a ellos Cuba está a la vanguardia de la pelea por hacer un mundo mejor posible después de la tragedia de la pandemia. Para un pueblo como el nuestro, unido solidariamente en torno a la soberanía y a la independencia de la nación que encontró en el socialismo su propio camino a la prosperidad sin exclusiones y a la sostenibilidad indispensable a la supervivencia planetaria, hay retos y desafíos enormes pero no hay imposibles. Todo lo podemos vencer, todo lo podemos conquistar.
«Cada día es una oportunidad para probar que sí se puede, como nos enseñó Fidel, como nos probó Raúl, como estamos demostrando todos. Ya nada ni nadie podrán detenernos. El amor por Cuba nos une y nos moviliza y ese amor nos salvará. Todo pensamiento en este momento es una semilla y pensar como país es sembrar el futuro.
«Hoy Cuba salva, sana y siembra futuro. Cuando falten otras razones siempre se impondrá la certeza de que un mañana para Cuba depende absolutamente de que construyamos juntos el presente, hoy, aquí y ahora. ¡Fuerza Cuba, que estamos venciendo!».
Cientos de jóvenes, de manera voluntaria, encontraron la manera de ser útiles en las diferentes labores relacionadas con la batalla de cuba contra la COVID-19. Foto: ACN