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El «dolor» aún molesta, pero se alivia

Las afectaciones en la disponibilidad de medicamentos del Cuadro Básico del país oscilan hoy en el orden de los 45 productos. Si bien no son pocos los esfuerzos que se realizan por una mejor gestión y un mayor control de los recursos, sigue siendo un desafío que a todos los pacientes llegue oportunamente lo que necesitan

Autor:

Aileen Infante Vigil-Escalera

No es un tema cualquiera. Acapara siempre la atención y mueve la sensibilidad. La ausencia y baja cobertura de algunos medicamentos en nuestra red de farmacias se encuentran entre las inquietudes que manifiestan nuestros lectores de manera recurrente a través de correos electrónicos, llamadas telefónicas y comentarios en nuestra página web.

Recientemente JR publicó el reportaje Prescripciones contra la indolencia, que daba seguimiento a la implementación de los nuevos modelos de recetas médicas del Ministerio de Salud Pública (Minsap), y en el que volvía a aflorar la preocupación de no pocos ciudadanos en torno a la adquisición oportuna del producto que necesitan.

Tras la pista de lo publicado, y para actualizar sobre el tema, nuestro diario conversó con varios funcionarios del Minsap, quienes acompañaron todo el proceso de recuperación paulatina del sector desde que en agosto pasado alcanzara un pico máximo de 150 fármacos afectados, de ellos 18 de tarjeta de control, conocido como «tarjetón».

El doctor Emilio Delgado Iznaga, director de Medicamentos y Tecnologías médicas del Minsap, aseguró que hoy las afectaciones con la disponibilidad de medicamentos oscilan en el orden de los 45, tanto de productos que van a la red de farmacia como los que van a la red de hospitales —esta última con menos impacto en la población por tener más alternativas, movilidad y variantes terapéuticas a disposición de los pacientes. 

Los más complicados

Según la ingeniera Cristina Lara Bastanzuri, jefa del Departamento de Análisis y Planificación de medicamentos y Farmacoepidemiología del Minsap, en la actualidad existen dificultades con productos identificados como de primera prioridad para el Programa Nacional de Medicamentos, y son las más significativas las del alopurinol y la colchicina, empleados para el tratamiento de la Gota, que deben tener solución el mes próximo con el arribo, a finales de junio, de las materias primas necesarias para su producción.

Dentro de este mismo grupo y por disponibilidad de materias primas, también se encuentran afectadas la pentoxifilina (para los problemas circulatorios), la amiodarona y el verapamilo, estos dos últimos antiarrítmicos utilizados en el tratamiento de afecciones cardiovasculares. Afirmó la especialista que como medida para solventar esta dificultad el Minsap se encuentra en proceso de búsqueda de alternativas con otros proveedores.

Por baja cobertura presentan dificultades la levodopa y la carbidopa, empleados en el tratamiento del Parkison. «En estos momentos disponemos de una pequeña cantidad que se encuentra en proceso de distribución en La Habana, y otra que debe comenzar a repartirse en baja cobertura en el resto del país porque la cifra disponible solo alcanza para 13 días de consumo», dijo.

También en falta, pero con posibilidades de recuperarse en breve tiempo, está el valproato de sodio, para la epilepsia. Según Lara Bastanzuri, el producto ya se encuentra en territorio nacional y debe comenzar a distribuirse este fin de semana. En cuanto al resto de los fármacos con dificultades, precisó, se continúa trabajando para buscar las mejores soluciones y alternativas para satisfacer las necesidades de la población.

Los funcionarios entrevistados insistieron en la importancia de no confundir los términos de «en falta» y «baja cobertura». Según apuntaron, hay productos que hoy tienen baja cobertura a nivel nacional y están en falta en las farmacias, porque se agotan antes del período de tiempo para el que la entidad solicitó la cobertura.

De acuerdo con el doctor Emilio Delgado Iznaga, esta situación responde a que, aunque la industria cumple al cien por ciento los planes productivos previstos según la disponibilidad de recursos y entrega en las fechas acordadas la producción, no se ha logrado tener una cobertura de al menos 60 días para que el medicamento esté siempre accesible.

«Hay pacientes cuyos ciclos del medicamento no coinciden con los de distribución —ocho días en La Habana y entre siete, diez y 15 días en el resto de las provincias— y sucede que cuando acuden a la farmacia donde están inscritos sus medicamentos controlados no los encuentra por este divorcio. En todas las farmacias del país existe el servicio de localización de los fármacos dentro de la propia provincia, pero si bien con esto el paciente resuelve su urgencia de adquirir el medicamento, se rompe la cadena de distribución de la entidad que finalmente le dispensa el fármaco.

«Cada entidad tiene un plan de pedidos con base en las necesidades de sus tarjetas de control y la población a la que brinda servicios, pero fenómenos como estos afectan todo el proceso y causan las molestias que reporta la población. Si se alcanzara un mayor nivel de cobertura no se dieran situaciones de este tipo», agregó.

Prioridades en niveles 

«Luego de la crisis que afrontó el país durante los dos últimos años con el tema de la disponibilidad de medicamentos, y un estudio realizado por el Minsap y BioCubaFarma se decidió establecer tres niveles de prioridad dentro de este Cuadro Básico que responden a un problema financiero, coyuntural y de capacidad de la industria de producirlo», explicó el doctor Delgado Iznaga.

«En primer lugar, se ubicaron los fármacos que no pueden faltar —hoy son 450—, en un segundo los que no deben faltar, y en un tercero los que, ante situaciones de crisis podrían sufrir mayores afectaciones.

«Por ejemplo, en este último grupo tenemos a muchas de las cremas, excepto las destinadas a la atención de pacientes quemados que son prioridad uno (nitrofurazona y sulfadiacina). Esta forma farmacéutica ha presentado problemas con la disponibilidad de material de envase, de materias primas y de capacidad productiva.

«Lo que no quiere decir que el paciente que las necesite no pueda encontrar algún tratamiento para su afección. Hasta la fecha, aunque en baja cobertura, se trata de al menos producir un producto de cada familia a las que pertenecen», apuntó.

En este sentido, ha ayudado en buena medida también la medicina natural y tradicional, pues muchos de los tratamientos que el paciente no puede encontrar en el Cuadro Básico, las ofrece esta opción que cada día gana más espacio dentro de las farmacias cubanas. 

Delgado Iznaga comentó que ante las situaciones financieras que enfrentamos y las restricciones impuestas por el bloqueo económico a nuestro país, hay que priorizar los que no pueden faltar, por encima de los que no deben faltar en el Cuadro Básico de Medicamentos del país, integrado actualmente por 761 productos, que responden al cuadro de salud de la población.

Cerrar todas las brechas

Aun cuando es notable la disminución de las afectaciones y la población comienza a notar cierta estabilidad en la producción y distribución de fármacos indispensables como la hidroclorotiazida, la clortalidona y el captopril —entre los más afectados durante el pasado año—, los directivos aseguran que urge continuar cerrando las brechas que impiden que el medicamento llegue oportunamente a quienes más lo necesitan, y disminuir lo más posible la cantidad de productos en falta.

Según el doctor Emilio Delgado Iznaga, aparejado al déficit en la producción y distribución de medicamentos, en los últimos dos años la exacerbación de ilegalidades y hechos de corrupción asociados a la venta ilícita de medicamentos, mellaron notablemente la disponibilidad y accesibilidad de los productos del Cuadro Básico.

Ante la difícil situación que vivía el país el Minsap adoptó un plan de medidas para erradicar estas prácticas y mejorar la calidad del servicio que demanda la población. La reducción de más de 200 000 inscripciones de medicamentos controlados que no se correspondían con las necesidades reales de los pacientes con enfermedades crónicas en el país, es uno de los resultados del proceso de perfeccionamiento, control y depuración impulsado durante el período y que aún no concluye.

Mailin Beltrán Delgado, jefa del Departamento de Servicios farmacéuticos del Minsap, mencionó igualmente que se trabaja en otros frentes encaminados a garantizar la preparación y superación del personal implicado en el servicio, la informatización de las farmacias, el ordenamiento de la estructura interna de estas instalaciones, y el mejoramiento de la infraestructura y la atención al hombre. 

Precisiones necesarias

Ante las dudas aún vigentes entre la población con el nuevo recetario en uso por los galenos del país, el doctor Emilio Delgado Iznaga, director de Medicamentos y Tecnologías médicas del Minsap precisó que:

—No existe una cantidad límite por paciente, cada facultativo emitirá tantas recetas como necesite el tratamiento indicado según la patología.

—Las recetas son válidas en toda la provincia donde fueron emitidas y su validez varía según el tipo de fármaco: siete días para los antibióticos y 30 días para el resto de los medicamentos.

—El servicio de localización de medicamentos existente en todas las farmacias del país, permite la ubicación del fármaco en cualquier unidad de la provincia donde fue emitida la receta.

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