El propósito esencial es brindar opciones de la más alta calidad a toda la población sin distingo alguno», destacó Miguel Barnet, presidente de la Uneac. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:30 pm
Contundente, abarcador, con clara visión del presente y del futuro. Así valoró el Informe Central presentado por el Presidente Raúl en la jornada de apertura del 7° Congreso, el miembro del Buró Político y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien preside la Comisión número uno del cónclave sobre la Conceptualización del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista.
A modo de antesala a los análisis de los delegados e invitados, fueron compartidos por la presidencia detalles sobre el proceso de consultas que precedió a la elaboración de la propuesta del Proyecto de Modelo. Según explicó Leonardo Andollo, segundo jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, en la nueva versión de los documentos participaron, entre delegados e invitados a lo largo del país, 1 158 personas.
Se hicieron 373 propuestas, de las cuales se aprobaron 255 en plenarias provinciales. Finalmente se incluyeron en el proyecto, 243 propuestas. Los temas más debatidos en ese proceso de consulta fueron el período histórico de la construcción del Socialismo, los problemas que se agudizaron durante el período especial, el papel del mercado y la necesidad de su reconocimiento y regulación.
Igualmente motivaron múltiples reflexiones a lo largo de la Isla el tema de la existencia de los medios fundamentales de producción de propiedad no estatal, el reconocimiento de la propiedad privada, en especial de los cubanos, así como los factores que conforman la prosperidad en nuestro Socialismo, y el rol que deben desempeñar los jóvenes.
Por tales antecedentes, Díaz-Canel habló en clara referencia al texto que es punto de partida para los análisis en la Comisión, de un «documento robusto, integrador, bien conceptualizado».
Página a página, los delegados e invitados fueron haciendo uso de la palabra para proponer, esclarecer y enriquecer las ideas incluidas en el Proyecto de Modelo.
El Primer Vicepresidente cubano propuso añadir la palabra «antimperialismo» al párrafo 40, cuyo contenido alude a las principales fortalezas con que Cuba cuenta para un desarrollo socialista, próspero y sostenible: «La firmeza de valores esenciales del pueblo cubano, entre los que se destacan el humanismo, el patriotismo, la dignidad, la elevada vocación solidaria e internacionalista, y una cultura cimentada en nuestras mejores tradiciones y en las raíces éticas y espirituales de la nación».
La idea encontró acogida. Y así, sucesivamente, los participantes expresaron sus propuestas: Aracelys González Díaz, delegada por La Habana, sugirió, y así fue aprobado, incluir a la Salud Pública entre las «dimensiones de desarrollo» del país. Otro delegado resaltó la idea de reflejar el papel de los jóvenes, de manera protagónica, en el Modelo de Conceptualización.
Tópicos como la democracia socialista y la sociedad civil cubana, o que en el espíritu del documento no quede resquicio alguno para cualquier tipo de discriminación, segregación o afán que desuna, afloraron en la jornada de debate. De igual manera se propuso precisar que a la defensa se le prestará la máxima atención.
Sobre las intervenciones que dieron o no lugar a la aprobación de modificaciones, la delegada Mariela Castro Espín, invitada por La Habana, expresó que estas horas entrañan una oportunidad de aprendizaje, de caminos para apropiarnos de conceptos valiosos, los cuales sin duda se irán enriqueciendo en posteriores consultas con la base.
Sobre la comunicación social como recurso estratégico de dirección del Estado, las instituciones, las empresas y los medios de comunicación al servicio de la participación pública, el delegado por La Habana, Pelayo Terry, propuso agregar que esa herramienta también sea puesta al servicio del debate público.
Particular interés suscitó el párrafo número cien, donde se expresa que «no se permite la concentración de la propiedad y la riqueza en personas naturales y jurídicas no estatales conforme a lo legislado, de modo consecuente con los principios de nuestro socialismo».
Alguien solicitó redactar la expresión en positivo. Los delegados e invitados votaron mayoritariamente porque el concepto no fuese modificado: de lo que se trata, como afirmó Díaz-Canel, es que no se concentre la propiedad y la riqueza en el sector no estatal. Y al respecto recordó que el sector no estatal, reconocido sin prejuicios, no forma parte de economía neoliberal alguna sino que está reconocido y forma parte de la planificación de la economía cubana. Ahí, dijo, radica la diferencia.
El Secretario del Consejo de Estado Homero Acosta, en una intervención a propósito de la propiedad privada, recordó que el tema no debe ser visto en abstracto.
La propiedad privada sobre los medios de producción, explicó, hay que definirla conforme a su función social. Ese concepto es lo que permite garantizar que prevalezcan los intereses de la sociedad por sobre la propiedad privada, y que el Estado pueda accionar cuando no se cumpla con esa función social.
Jurista de profesión, Homero detalló que en el capitalismo en su etapa inicial el dueño de una propiedad podía hacer lo que quisiera con ella. Pero el desarrollo del capitalismo, y varios elementos históricos, hicieron que gradualmente cambiara la legislación respecto a esa propiedad privada. Esa es la génesis del concepto de función social.
En Cuba la Constitución de 1940 incluye la función social de la propiedad privada. Por eso se propuso en la Comisión, y así fue aprobado, no obviar esa idea reconocida internacionalmente, que puede ser legítima pero que requiere regulaciones.
Sobre prosperidad, sostenibilidad, y otras definiciones
Prosperidad y sostenibilidad son dos conceptos vitales que definen el socialismo cubano. Por eso, los presentes aprobaron delinearlos con rigor en algún punto de la Propuesta de Modelo.
Como el Modelo está redactado de modo general en tiempo presente, Dalia Herrera, delegada por La Habana, pidió no conferir al párrafo 278 un tono de asunto resuelto, pues su contenido es un asunto de hoy y también del futuro: «La educación y la formación de valores en las nuevas generaciones —dice el párrafo que será conjugado distinto—, la calificación de los obreros, campesinos, técnicos, profesionales y científicos, han sido perfeccionadas sobre la base del principio martiano de la vinculación del estudio y el trabajo en las nuevas condiciones, en correspondencia con las necesidades del desarrollo socialista».
Disfrute del tiempo libre
Largo y útil resultó el análisis generado por cuenta del párrafo 281, alusivo a las opciones de esparcimiento y el uso del tiempo libre: tras ser escuchados múltiples criterios, primó el espíritu de que esa arista de lo subjetivo debe tomar en cuenta los intereses y preferencias según edades, costumbres y gustos de los distintos segmentos de la población.
Pero la idea que hablaba de ofertas para diferentes niveles de poder adquisitivo fue desterrada del párrafo: se abogó por que el disfrute del tiempo libre sea algo que enaltezca.
Abel Prieto Jiménez, asesor del Presidente cubano, comentó sobre el deber que tiene el Estado socialista de ofrecer alternativas para quienes no tienen mucho poder adquisitivo, y por lograr influir en el gusto de todos los cubanos.
El periodista Joel García, delegado por La Habana, resaltó que lo más importante es crear opciones recreativas.
«El propósito esencial —destacó Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac)— es brindar opciones de la más alta calidad a toda la población sin distingo alguno».
Cardinales resultaron los conceptos analizados en el capitalino Palacio de Convenciones. La comisión contó con la presencia del 99 por ciento de los delegados convocados, y con una numerosa asistencia de invitados. En la presidencia también se encontraban Ramón Espinosa Martín y Bruno Rodríguez Parrilla, miembros del Buró Político; Leonardo Andollo Valdés, miembro del Comité Central y segundo jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo; Jorge Cuevas Ramos, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe del Departamento de Turismo, Transporte y Servicios del Comité Central.
Presidían, además, Caridad Diego Bello, miembro del Comité Central y jefa de la Oficina de Atención a Asuntos Religiosos del Comité Central; Elba Rosa Pérez Montoya, miembro del Comité Central y ministra de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente; Rubén Toledo Díaz, jefe del Grupo de Planificación de la Comisión de Implementación; Miguel Limia David y Alfonso Regalado, especialistas de la Comisión de Implementación, y el Comandante de la Revolución Guillermo García.