La actuación del Cuerpo de Bomberos evitó males mayores, dicen vecinos del lugar. Autor: Leonel Escalona Publicado: 21/09/2017 | 05:48 pm
GUANTÁNAMO.— Un cortocircuito en los cables conductores de la corriente eléctrica de un radio receptor, ubicado en la vivienda marcada con el número 717, en la calle Beneficencia, entre Narciso López y Jesús del Sol, en esta ciudad, fue la causa que provocó el fatal siniestro que en la tarde del pasado sábado dejó el saldo de dos menores de edad fallecidos y numerosos daños materiales a siete viviendas.
El informe de los peritos de Avería, Explosión e Incendios de la Sección de Criminalística de esta provincia, asegura que los conductores de alimentación del equipo eran de los utilizados para las líneas de comunicación telefónica y «se encontraban conectados de forma superficial y sin aislante a la línea principal del domicilio».
El análisis de evidencias tomadas en el lugar del hecho y entrevistas realizadas permitieron saber a los especialistas del citado cuerpo investigativo que las llamas se propagaron rápidamente en el interior del domicilio y a sus vecinos, atizadas, en lo fundamental, por la tipología constructiva de las tres casas, predominantemente de madera, muy antiguas y con paredes comunes.
En diálogo con JR, el teniente coronel Leonardo Cross Castro, jefe del Cuerpo de Bomberos de la provincia, reconoció la colaboración ofrecida de inmediato a los equipos de salvamento y rescate por vecinos del lugar, y por las autoridades políticas y gubernamentales de la provincia y el municipio cabecera.
Expuso que desde que se recibió la primera llamada en el Puesto de Mando del Cuerpo de Bomberos, a las 4 y 10 minutos de la tarde del sábado 19 de abril, se activó la unidad territorial Guantánamo con auto-cisternas y cisternas, provistos de medios y fuerzas para el enfrentamiento, que disponen de 4 000 y 9 000 litros de agua, respectivamente, y otras sustancias extintoras de fuego.
«Ya en el sitio se exploraron las condiciones de este incendio de regulares proporciones. Al conocer que había dos niñas atrapadas, todas las fuerzas y medios —a los que se sumó el Comando Especial de Extinción, Salvamento y Rescate—, se pusieron en función de salvarlas. Era vital, además, cortar las vías de propagación lo que, a la postre, evitó que los daños abarcaran a todas las viviendas de esa manzana», explicó Cross Castro.
De nervios y solidaridad
Un aire cálido batía intermitentemente fuerte en la ciudad al filo de las cuatro de la tarde de ese día. Mientras unos ya estaban de juerga sabatina, otros procuraban el alimento en bodegas y comercios, o realizaban labores domésticas. En el fondo de la vivienda situada frente al trío de casas siniestradas, Siria Darkins Cortiños advirtió el bullicio y la columna de humo que emergía.
«Todo fue muy rápido. La candela se avivó en pocos minutos, de modo que no había ser que pudiera entrar a esas casas. Incluso, había que estar a resguardo en las nuestras por el intenso calor que emanaba», dice aún conmocionada la mujer de 53 años.
Sobre el fallecimiento de las pequeñas circulan muchas versiones, que no han podido confirmarse.
Los bomberos hicieron bien su trabajo, llegaron rápido, y de no haber actuado con precisión, hubiera sido peor», sentenció esta testigo del hecho.
Baldomero Amigo, vecino de la vivienda numerada con el 721, no solo facilitó el agua de su cisterna para los bomberos y su pericia como marinero de larga data, sino que también habilitó espacios en su casa para que algunos damnificados estén más cerca de los trabajos de rehabilitación de las viviendas.
«Todo ocurrió en muy poco tiempo. Hubo solidaridad de muchas personas en medio del fuego intenso», apuntó.
Respuestas inmeditas
Nada mitigará ahora el dolor ante la pérdida de vidas humanas. Sin embargo, testigos y algunos familiares entrevistados afirmaron que el calor que no se extingue es el humano, venido de diversas personas e instituciones.
No solo las máximas figuras del Partido y el Gobierno han estado presentes desde el primer momento. Para este accidente se activaron nueve técnicas de los bomberos, que reunieron 60 hombres, la técnica y personal agregados de los organismos del Estado, además de la cooperación de las FAR, explicó el Jefe del Cuerpo de Bomberos de Guantánamo.
La Empresa Eléctrica, por su parte, restableció el servicio en el perímetro al filo de la una y treinta de la madrugada del domingo, luego de sustituir el transformador averiado, el poste donde se levantaba y las acometidas primarias y secundarias.
Este lunes no quedaban señales de escombros en el sitio siniestrado, por la rápida actuación de los Servicios Comunales y vecinos del lugar desde que, la misma tarde del 19 de abril, se declaró extinguido el incendio.
Datos para estar en guardia
Este fuego ha llevado a pensar en la incontrovertible realidad de que demasiados incendios ocurren en el sector residencial guantanamero, por causas como la descrita aquí. En 2013 fueron 87 los contabilizados, el 62 por ciento de ellos por problemas eléctricos en el interior de los domicilios.
«El resto se relaciona con inflamación en las cocinas domésticas debido a la mezcla de sustancias volátiles y desprendimientos de la combustión, sobre todo, en cocinas rústicas», apuntó el mayor Wilmer Ramírez Frómeta, primer oficial de Extinción del Cuerpo de Bomberos en la provincia. En lo que va de año se han originado 116 incendios, de los cuales 39 fueron en viviendas, expuso Ramírez Frómeta.
Estas últimas no son solo cifras, sino advertencias de que las amenazas a las propiedades y a la vida de seres humanos siguen encendidas, aunque con un saldo tan triste se haya apagado el fuego en la calle Beneficencia, entre Narciso López y Jesús del Sol.