El Pleno abordaba la política a seguir para la sindicalización de los trabajadores no estatales, la adecuación de la emulación socialista a las condiciones actuales y modificaciones a los estatutos de la CTC. Autor: Jorge Luis González Publicado: 21/09/2017 | 05:06 pm
El 87 Pleno del Consejo Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba llamó a los trabajadores y el pueblo, sin distinción de sectores y generaciones, a celebrar el Primero de Mayo este año, ratificando los acuerdos que emanen del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba.
A medio siglo de la proclamación del carácter socialista de la Revolución, de la victoria de Playa Girón y del reconocimiento de Cuba como país libre de analfabetismo, e «impulsando transformaciones necesarias tanto en lo económico como lo social, que resultarán decisivas para el perfeccionamiento y actualización de nuestro modelo», la CTC exhortó a demostrar al mundo que los trabajadores, como columna vertebral de nuestra sociedad, avanzarán inexorablemente hasta superar la coyuntura económica, seguros de que van por el único camino posible, correcto y justo.
Presidido por José Ramón Machado Ventura, miembro del Buró Político y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el Pleno evaluó con profundas reflexiones, la participación del movimiento sindical en el cumplimiento del Plan de la Economía y Presupuesto de 2010 y en el proceso de aprobación del Plan 2011.
También hizo un corte analítico del proceso de reordenamiento laboral y de disponibilidad en su primer mes, y del protagonismo que debe desempeñar el movimiento sindical para que el mismo transite siempre por la vía de la transparencia, la justeza y el apego a la ley, sin márgenes para la improvisación y el voluntarismo.
En las intervenciones de Machado Ventura, de Salvador Valdés, secretario general de la CTC, y en los criterios de los sindicalistas, se ponderó la importancia de que el Plan del 2011 tome lecciones de las reservas inexploradas en el 2010, mediante un seguimiento de las asambleas de los trabajadores, que no pueden quedar en la formalidad y la improvisación.
Valdés señaló que los grandes desafíos económicos del país llaman al movimiento sindical a cambiar sus métodos y estilos, para ejercer una saludable contrapartida ante las violaciones y transgresiones que puedan ir apareciendo en la implementación de los cambios. Y de alguna manera coincidía con el criterio de Arturo Rodríguez, secretario general del Sindicato Metalúrgico: «El Sindicato tiene que tener una lucha constante contra la autocomplacencia».
Machado Ventura, al referirse al reordenamiento, explicó que es un proceso único en el mundo, que persigue elevar los coeficientes económicos a favor del bienestar del pueblo, y se refirió a la necesidad de profundizar en las labores de preparación y capacitación de los dirigentes sindicales, fundamentalmente a nivel de base.
Al abordarse los resultados parciales de este proceso en los organismos pioneros en esta primera etapa (MINAZ, MINAGRI, MINTUR, MINSAP y MINAL), así como en algunas provincias, se evidenció que, aun cuando hubo una preparación previa para estos cambios, subsisten problemas que deben ser resueltos.
No todos los cuadros administrativos y sindicales tienen en sus manos esa especie de ABC para el proceso, que es la Circular 1 del ministro de Economía y Planificación, la cual especifica cada paso a acometer. También se han identificado insuficiencias en los Comités de Expertos en algunos casos, y en otros, dificultades en la reelaboración de las plantillas, así como falta de coordinación sistemática entre las entidades y las Direcciones Municipales de Trabajo.
La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Margarita González, destacó lo que se hace para exigirles a las administraciones a diferentes niveles, el rigor en la preparación del proceso y en su aplicación. Los errores hay que compartirlos para que no se repitan, apuntó; y ante las reclamaciones de trabajadores que revelen irregularidades en la aplicación de la disponibilidad, hay que recomenzar el proceso.
La titular significó que el proceso no concluye con la notificación de disponibilidad al trabajador, pues hay que darle seguimiento y explotar todas las alternativas de empleo, en estrecha vinculación con las direcciones de Trabajo. Y también para identificar los casos verdaderamente desprotegidos, que requieran de la protección eventual de la Asistencia Social.
El secretario general de la CTC precisó que, aunque este es un proceso eminentemente administrativo, el movimiento sindical no puede permitir que se violen los procedimientos. «Hay que salirle al paso a la chapucería», enfatizó, a más de sentenciar que con el Sindicato sí que no se queda disponible el trabajador, porque aquel debe estar cerca de este hasta el final: tenga otro empleo, pase al trabajo no estatal o se jubile.
«El sindicato no puede ser neutro», remarcó; y debe ser el primer preocupado por que a ese trabajador se le dé atención y no quede desamparado, como ha manifestado la dirección del país.
Al cierre de esta edición, el Pleno abordaba la política a seguir para la sindicalización de los trabajadores no estatales, la adecuación de la emulación socialista a las condiciones actuales y modificaciones a los estatutos de la CTC, entre otros asuntos.