Muchos pacientes evitan recurrir a la cirugía y otros alivian su padecimiento
El empleo de la ozonoterapia para el tratamiento del síndrome doloroso de espalda, provocado fundamentalmente por la hernia discal, es el más reciente provecho que especialistas cubanos han obtenido del ozono, tras 30 años de experiencia en el uso médico de este gas.
Su aplicación directa en la columna vertebral o en los músculos que la soportan permite tratar esta afección en cualquiera de sus localizaciones (lumbar, dorsal y cervical), sin riesgos de que el paciente sufra consecuencias adversas.
«Esta terapéutica, basada en el efecto del ozono como favorecedor de la oxigenación y del aporte sanguíneo a la columna, provoca deshidratación y disminución de la hernia del disco mediante diferentes mecanismos bioquímicos. Así reduce la compresión e irritación de la raíz nerviosa afectada», explica el doctor José Luis Calunga Hernández, del Centro de Investigaciones del Ozono y miembro de un grupo multidisciplinario que desde hace alrededor de ocho años practica el procedimiento.
«También nos fundamentamos en la exitosa experiencia que han tenido países como Italia y España en el manejo de esta afección con el uso de la ozonoterapia. En Cuba, el doctor Pedro Pablo Benítez, del Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ), fue el iniciador del tratamiento», añade el doctor Calunga.
Entre otras bondades del ozono, el especialista enumera sus potencialidades como ordenador del sistema inmunológico, fortalecedor de defensas endógenas capaces de eliminar tóxicos (radicales libres) presentes en los procesos inflamatorios, de envejecimiento y biológicos en general, que con el tiempo favorecen una evolución negativa de las enfermedades.
Vías de accesoParavertebral, peridural translaminar e intradiscal son los tres métodos o vías fundamentales utilizados para hacer llegar el ozono a las zonas donde se origina el síndrome doloroso de espalda, según la complejidad del cuadro clínico y radiológico que muestre el paciente.
«El primero consiste en infiltrar el gas en el grueso de la musculatura que soporta y estabiliza la columna vertebral. Esta puede combinarse con la vía rectal para conseguir un efecto más generalizado en el organismo», explica el doctor Alberto Balbín Hurtado, del hospital Fructuoso Rodríguez, también miembro del mencionado equipo multidisciplinario de ozonoterapia.
Según este experto el procedimiento paravertebral puede ser realizado por especialistas en Medicina General Integral (MGI) y por personal de enfermería entrenado.
El nivel peridural translaminar es el segundo al que puede accederse con esta terapéutica. «Es un espacio virtual ubicado dentro del canal medular, y separa a la médula espinal del canal óseo que forman las vértebras.
«Cuando el gas penetra en esta zona se aproxima significativamente al disco intervertebral y a las raíces nerviosas que emergen de la médula espinal. De esa manera actúa de forma más directa sobre las áreas afectadas. Esta es una práctica exclusiva de los anestesiólogos», añade el doctor Balbín.
La vía peridural, con respecto a la paravertebral, tiene la ventaja de disminuir el número de sesiones de tratamiento. También permite tratar varios discos afectados al mismo tiempo, cuando existen hernias en diferentes localizaciones de la columna.
El intradiscal es el método más complejo. «Consiste en infiltrar el gas dentro del disco dañado, mediante el auxilio de un fluoroscopio (equipo compuesto por un tubo de rayos X y una pantalla fluorescente que emite imágenes).
«Tiene la desventaja que tanto el médico como el paciente se someten a radiaciones. Sin embargo, es una de las vías más efectivas, debido a que influimos directamente sobre la causa.
«Cuando combinamos el método intradiscal con el paravertebral explotamos todas las posibilidades del ozono en cada uno de los segmentos aplicados», subraya el doctor Balbín, especialista de Primer Grado en Anestesiología y Reanimación.
El tratamiento intradiscal puede ser realizado por anestesiólogos, médicos radiólogos intervencionistas, ortopédicos y neurocirujanos.
Los resultadosDos mil quinientos trece pacientes han recibido la ozonoterapia por parte de los doctores Balbín y Calunga con el fin de aliviar las invalideces y dolores que les provocan las hernias discales.
De las personas tratadas —subrayan los expertos— 1 500 han mejorado su cuadro clínico y radiológico, y menos de 50 han tenido que recurrir a la cirugía después de las aplicaciones del ozono.
«Alrededor del 90 por ciento de los pacientes sienten alivio en su padecimiento; la cura eficaz se consigue en más de la mitad de los tratados», subraya el doctor Calunga, especialista de segundo grado en Fisiología Normal y Patológica.
Esta alternativa terapéutica, aun en medio de dificultades que impiden atender a un número mayor de pacientes necesitados, comienza a extenderse a varias instituciones médicas del país.
En la actualidad el servicio se ofrece en los hospitales capitalinos Fructuoso Rodríguez y Calixto García, en la Clínica del Ozono y en el Centro de Investigaciones Médico-Quirúrgicas (CIMEQ). También en el Agostino Neto, de Guantánamo.
El ozono
El ozono (del griego ozein, «oler») es un elemento esencial de la atmósfera terrestre, formado por tres átomos (O³) en cada una de sus moléculas.
Una de sus ventajas es que no hay necesidad de tomarlo del entorno natural para aprovechar su capacidad curativa. Es producido artificialmente a través de una descarga eléctrica que provoca un alto voltaje.
Los equipos generadores del O³ para uso médico son fabricados en Cuba por el Centro de Investigaciones del Ozono. Estos aparatos permiten administrar cantidades controladas del gas en el ser humano y provocar así un efecto similar al de las vacunas: el de inducir los sistemas antioxidantes de defensa para regular el estrés oxidativo.
«El ozono oxigena los tejidos y es capaz de mejorar las propiedades biológicas de la sangre (la hace menos viscosa y a los eritrocitos más elásticos). Es antinflamatorio y analgésico. Estimula el sistema inmunológico y en las enfermedades del colágeno controla el exceso de anticuerpos circulantes. Tiene un efecto germicida por excelencia contra virus, bacterias, hongos y parásitos. Estas propiedades están avaladas en publicaciones científicas (revistas de alto impacto), detalla la doctora Silvia Menéndez Cepero.
La ozonoterapia es natural y económica. Ofrece una respuesta terapéutica a enfermedades que no tienen solución. Sus requerimientos materiales son un equipo que se nutre de corriente de 110 voltios, suministro de oxígeno y de material gastable, como jeringuillas y sondas.
Versatilidad del O³La Clínica del Ozono fue creada hace más de diez años, aunque desde 1986 ya existía en el Instituto de Angiología una sala experimental para el tratamiento del pie diabético no infeccioso, explica la doctora Silvia Menéndez Cepero, jefa de Aplicaciones Médicas en esta institución científica.
«Los efectos benéficos del ozono han sido aplicados en nuestro país en el tratamiento de diferentes enfermedades, entre estas oftalmológicas (retinosis pigmentaria y glaucoma) y osteomioarticulares.
«En un paciente con retinosis pigmentaria, por ejemplo, la ozonoterapia puede ayudar a aumentar el campo visual o a enlentecer el proceso degenerativo característico de la patología; en las osteoartrosis, es capaz de eliminar o aliviar el dolor y permite prescindir así de los medicamentos antinflamatorios y analgésicos; en la diabetes, el objetivo es eliminar o disminuir el número de amputaciones, pero también repercute en el metabolismo del paciente. Hemos visto que, junto a una buena dieta, logramos normalizar los parámetros de la glucosa», asegura la doctora Menéndez Cepero.
«En estos momentos nuestra clínica ofrece, con algunas limitaciones, un tratamiento de ozonoterapia para la hernia discal, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes y evitar que tengan que someterse a un acto quirúrgico».
La ozonoterapia también ha sido usada en Cuba para la terapia de patologías relacionadas con el Sistema Nervioso Central, como Parkinson, demencias seniles y accidentes vasculares encefálicos.
El Centro de Investigaciones del Ozono mantiene relaciones de trabajo con diferentes instituciones de salud del país. Además de ser la entidad rectora de las aplicaciones de este gas en la medicina, el medio ambiente y el tratamiento de las aguas, sus equipos generadores funcionan en toda la Isla.