«En lo que va de año se han reportado 3 100 indisciplinas. Las que con más frecuencia se detectaron por el cuerpo de 94 inspectores que tenemos instaurado en determinados puntos de la vía son: paradas indebidas, ómnibus fuera de ruta y clientes sin boletín a bordo», informa Juan Elizástigui, jefe del Departamento de Inspecciones del Grupo Empresarial de Transporte por Ómnibus, o sea, de ASTRO.
Elizástigui asegura que las mayores incidencias se han encontrado en las Yutong que prestan servicios a organismos. De las posibles violaciones por parte de los inspectores, hasta el momento ellos desconocen de algún caso en específico, pero para evitar estas manifestaciones son cada día más exigentes en la selección de los trabajadores.
Además, están profundizando en cuestiones organizativas para hacer más efectivas las supervisiones, «que deben realizarse sin detener el ómnibus», afirma.
«Los inspectores tienen facultades para comprobar que se cumplan todos los reglamentos establecidos, la documentación de la tripulación, los boletines, el tamaño adecuado de los bolsos que se llevan encima y la limpieza del carro, entre otros aspectos. No están autorizados para revisar los equipajes, pero sí para ver que no se introduzcan artículos como refrigeradores o animales en el maletero».
Flabio Aguilar Fernández, vicedirector general de ASTRO, piensa que no se puede tapar el sol con un dedo y creer que todo está bien. «Cuando se han cometido indisciplinas, se han analizado y tomado todas las medidas pertinentes».
«Aquí todo está reglamentado y quien lo viole sabe que se expone a ser sancionado. Las incidencias que los trabajadores sociales reportan se estudian, solucionan, y luego se les da respuesta a ellos. No obstante, a veces se hace lento este mecanismo», admite.
«Es cierto que presentamos problemas en las terminales. Pero ya los tenemos identificados. Hemos ido recuperando varios de estos centros. Ahora mismo estamos trabajando en las de Varadero, Ciego de Ávila y Pinar del Río. El programa de reparaciones es abarcador, pero se depende también de múltiples recursos e inversiones», precisa el directivo.
«Hace unos días comenzamos el picado a bordo del ómnibus», explica. «Hasta el momento tenemos habilitados determinados puntos para hacer estas paradas, como son el Kilómetro 8 de la Autopista Nacional, donde se recoge personal con la asistencia de los compañeros del Grupo Especial para el Transporte Alternativo, los conocidos “azules”, así como en la salida para Pinar del Río. En los kilómetros 80 y 176 también se autorizó a parar.
«Estamos estudiando el establecimiento de otros puntos y para ello, aún efectuamos los cálculos de distancias y valoramos los precios que tendrían».
—Las combinaciones serían muchas y cada una tendría un precio determinado ¿de qué manera el viajero puede establecer algún cálculo para evitar ser víctima de engaño?
—El pasajero pagará aproximadamente 20 centavos por cada kilómetro recorrido. Pero hay que aclarar que lo mínimo que debe pagar son diez pesos, porque la distancia mínima por la que se cobrará es por unos 52 o 53 kilómetros de viaje. Estamos hablando de ómnibus que realizan viajes interprovinciales y no locales, por lo que las paradas no pueden ser muy frecuentes. Esta es una alternativa que se adoptó por las mismas necesidades de transporte que tiene el país.
En cuanto al servicio de lavandería y fregado sostiene el funcionario que se están buscando otras alternativas. Las mismas lavanderías no se han podido activar en todos los territorios. Para aliviar estas necesidades se están confeccionando unas fundas, que son más fáciles de lavar que las «cocoteras».
El sistema de fregado aún se hace de forma manual, pero nadie tiene que pagar por esto, afirman las autoridades de ASTRO.
«Igualmente es una violación no permitir utilizar los baños, y menos justificándose con que no se les da los implementos, porque aquí se les garantizan», afirma Dennis González, vicedirector comercial de ASTRO.