Es importante sistematizar espacios donde los niños y los jóvenes puedan encontrar opciones atractivas. La Tribuna Antiimperialista se está convirtiendo en uno de ellos. Foto: Calixto N. Llanes Aquella tarde, el padre quiso empezar a cambiar las cosas. Convidó a toda familia a pasar un domingo diferente. Se encaminaron hacia un museo, disfrutaron de los espléndidos cuadros que conformaban la aplaudida exposición y luego caminaron hasta una cafetería cercana donde pudieron calmar, sin grandes contratiempos, las exigencias del estómago. Antes de que se cerrara la noche, regresaron a casa. Pero el pequeño no esperó al beso del «hasta mañana» para recordarle que todavía no había cumplido la promesa de sacarlo a pasear.
Esta historia, que pudiera parecer ficticia, se repite con frecuencia en algunos hogares cubanos. Y es que a pesar de los esfuerzos que realiza el país para que la recreación tradicional sea sustituida por la recreación sana, no son pocos los que continúan aferrándose a los viejos patrones, quizá porque la asocien con encartonamiento, rigidez, tedio, con volver a hacer una y otra vez lo mismo. Para arrojar luz sobre este tema, Juventud Rebelde invitó a conversar a Rolando E. Yero Travieso, miembro del Buró Nacional de la UJC, al frente de la Esfera Ideológica.
—¿Qué ha llevado a la Unión de Jóvenes Comunistas a insistir en el concepto de la recreación sana en Cuba?
—En primera instancia, nuestros niños y jóvenes. La UJC y la dirección del país no miran la recreación solo como un simple esparcimiento, sino que piensan que el empleo del tiempo libre no debe perder el componente educativo. Esta ha sido una preocupación constante, una idea que siempre ha estado presente en nuestros debates. Y es que esta es esencial para el ser humano, y por tanto incide en su calidad de vida. Tampoco podemos olvidar que esta idea posee también un elemento político importante. Recordemos que en el VIII Congreso de la UJC, el Comandante en Jefe Fidel Castro nos invitó a reflexionar sobre el modo como utilizaban el tiempo libre los niños y los jóvenes, que debe estar acorde con la sociedad que construimos.
«En el mundo actual, la recreación se concibe con un contenido altamente ideológico, porque lo que se persigue es producir hábitos de consumo, propiciar la enajenación, desvincular a los jóvenes de la realidad. Nosotros no podemos de ninguna manera copiar lo que el Capitalismo ha establecido y globalizado. Por tanto, nuestra respuesta tiene que ser diferente, hay que encontrar otros caminos, buscar nuevos resortes internos que muevan a los niños y jóvenes, llegarles con propuestas que sean frescas, diversas, para lo cual hay que descubrir nuevas formas, ir al rescate de nuestras tradiciones, retomar los bailables, los juegos..., aprovechar todo el potencial que la Revolución ha ido creando todos estos años.
«No puede ser que se siga pensando que para sentirse bien haya que consumir bebidas alcohólicas. Al menos no es eso lo que queremos para nuestros niños y jóvenes, aunque estamos claros de que son hábitos que están muy arraigados en la población».
—Evidentemente han decidido tomar al toro por los cuernos...
—No puede ser de otra manera. Nuestro pueblo que ha sabido resistir se lo merece. Lo que te quiero decir es que podemos defender este tipo de recreación porque resistimos las presiones de un mundo dominado por la hegemonización capitalista. Por tanto, pienso que estamos en condiciones de dar respuesta a las necesidades de esparcimiento no solo de nuestros niños y jóvenes, sino de la familia en general, sobre todo ahora que el país ha dado acceso pleno a la cultura, lo que significa que tiene más necesidad de ella. Si es así, entonces la recreación no puede mantener los mismos códigos, hay que buscar otros elementos. Aunque seguimos siendo un país subdesarrollado, bloqueado y acosado, tenemos que establecer prioridades y utilizar óptimamente los recursos económicos y humanos con los que contamos. Hay que consolidar la unidad entre los organismos y entidades, lo mismo a nivel de consejo popular que en los municipios y provincias.
«No han sido pocas las experiencias que evidencian que se puede lograr. Es muy importante el impacto cuando a una comunidad llegamos con exhibiciones del Movimiento de Pioneros Exploradores y los círculos de interés, las ruedas de casino, con el bailable con orquestas, presentaciones de libros y películas, con diversos deportes, con los grupos de artistas aficionados creados por los instructores de arte... Todo eso está en nuestras manos.
«Por supuesto, tenemos que crear espacios diferenciados para todos los gustos. Es importante sistematizar lugares, como se ha ido logrando con la Plaza de la Revolución y la Tribuna Antiimperialista y, que han sido espacios de combate. En este último, por ejemplo, el pasado año actuaron más de mil unidades artísticas nacionales y más de cien internacionales. (Ahora, por el cumpleaños de la organización, se mantendrán conciertos no solo en la histórica tribuna, sino también en La Punta y la Escalinata Universitaria, giras de agrupaciones musicales por todo el país). Lo mismo ha sucedido con el cine teatro Astral donde los niños han podido encontrar diversas propuestas. Esto puede convertirse en cotidiano, de modo que un joven conozca que existe un sitio donde puede encontrar algo interesante y, por tanto, lo buscará.
«La diversificación de las actividades también es muy importante. Nadie tiene una sola forma de recrearse. La recreación no puede ser una camisa de fuerza, y mucho menos obligada, sino asumida porque se sabe que va a recibir un beneficio individual o colectivo, porque se va a disfrutar. Esto tampoco se resuelve intentando imponer esquemas para que se reproduzcan modelos en municipios y provincias, pues no se puede desconocer la idiosincrasia de cada lugar. Es más, hay que aprovecharla. Puede ser que lo que convide a la gente en un sitio determinado sean los juegos tradicionales o el repentismo, mientras que en otros sean las parrandas, los grandes bailables o el rodeo. Se puede pensar también en sacar a la calle aquellas presentaciones que generalmente funcionan en espacios cerrados como los espectáculos circenses.
«Las giras artísticas han constituido otro elemento importante. No son nuevas, pero es cierto que muchas de las orquestas principales del país hacía tiempo que no actuaban fuera de la capital o cuando lo hacían, pues no cubrían todas provincias. No se pueden llevar a cada uno de los rincones, pero el pasado año realizamos tres giras coordinadas con el Instituto Cubano de la Música, y donde también jugaron un papel esencial los gobiernos provinciales, Turismo, Transporte, los medios de difusión, la PNR.
«Por ejemplo, a partir del 29 de enero y hasta el 9 de febrero se estarán moviendo por todo el país espectáculos dirigidos a los niños integrados por diferentes colectivos teatrales como Nené Traviesa, Tropa Trapo, Teatro Tuyo, Hilos Mágicos, Cristeli, Bebé Compañía y La Colmenita. También el humor estará por toda la Isla del 5 de marzo al 1ro. de abril, con la obra Duro de matar, con Zenia Marabal y el grupo Cuchilla.
«Cuba ha hecho ingentes esfuerzos por desarrollar cada año la Feria Internacional del Libro —donde también estaremos—, para reactivar la industria del libro de modo que cada año proponga títulos novedosos, que reimprima otros muy perseguidos por la gente. Pero, además, la gente utiliza este espacio para recrearse con la familia. Sin embargo, ¿después qué sucede con nuestras librerías? Se convierten en espacios fríos. Y ese libro no se puede dejar morir. Hay que sacarlo y presentarlo en centros de alta concentración de jóvenes, buscar a los autores, a quien pueda motivar a esos estudiantes.
«En la provincia de La Habana hemos estado yendo a los preuniversitarios y politécnicos, como lo seguiremos haciendo para celebrar el aniversario 45 de nuestra organización. Allí llegamos con artistas, activistas deportivos, promotores culturales, investigadores de los Centros de Estudios que imparten conferencias sobre sexualidad y problemas de la adicción...; algo que los muchachos agradecen y que las escuelas pueden reproducir con sus propias fuerzas.
«Si me preguntas si cumplimos con los objetivos que nos hemos propuesto, te respondería que todavía. ¿Las necesidades de recreación han quedado satisfechas? No. Lo que estamos es indicando qué se pudiera hacer, poniendo en práctica algunos experimentos».
—¿A qué atribuye que algunos aún hagan resistencia a esta propuesta de recreación?
—Mira, es un patrón que ha sido reforzado por los años y en lo que han incidido los medios de difusión, la familia... A veces ni siquiera se ve la práctica de deportes como una manera de recreación. Son concepciones estrechas. En ocasiones los jóvenes le pasan por al lado a nuestras propuestas y no se percatan de que están a su alcance.
—En la capital hay experiencias de espacios como G Café donde hay coctelería, se presentan y prestan libros, etc. ¿No se ha pensado en reproducir este modelo en otras provincias?
—Existen algunos en otras provincias, pero todavía son pocos. Les hemos explicado a los dirigentes juveniles que abracen esta idea en las Comisiones de Recreación. Es un sueño de los jóvenes poder contar con espacios de este tipo, con este concepto de que el servicio que se brinde sea asequible y de calidad; que esté bien ambientado, sea agradable y con una propuesta cultural de primera.
«En sentido general, para lograr lo que soñamos es imprescindible que haya integración, que no escaseen las iniciativas. ¿Cuál sería la solución? Convocar a la gente que hay que convocar, integrarnos todos. ¿Por qué un esquema de recreación sana se puede materializar en julio y agosto y después no sistematizarlo en el resto del año? Desde la UJC estamos conscientes de que nos corresponde impulsar esto para que Cuba sea, también en este sentido, un eterno verano».