Si el Cuarteto Principeño no toca el dinero, ¿cómo va a tocar la música? Si no mantienen apenas a sus familias, ¿cómo van entonces a alegrarles la vida a sus semejantes y a brindarles goce y plenitud?
La carta me la envía Élida Olga Díaz Fleites, representante de esa agrupación camagüeyana, y residente en Bayardo Agramonte 119A, entre avenida Simoni y Acción Cívica, en el reparto América Latina de la ciudad de Camagüey.
El cuarteto está adscrito al Centro Provincial de la Música de Camagüey, y cobra de acuerdo con las presentaciones que haga. Dicha institución, según el contrato que ha firmado con los músicos, debe asumir el pago a los mismos a lo sumo a los 30 días de las funciones realizadas. Y esto nunca se cumple, no solo con el Cuarteto Principeño, también con otros grupos, asegura Élida.
Unas veces alegan que las instituciones donde los artistas se presentan no les han depositado el dinero. Otras, que ya el dinero fue depositado, pero el Banco no dispone de él. O que se entrega en proporciones que no alcanzan para todos.
Élida lo ejemplifica: «Estamos en octubre y aún el cuarteto no ha cobrado las presentaciones de junio, julio y agosto.
«¿Cómo el Centro Provincial de la Música puede caer repetidamente en lo mismo, a pesar de las veces en que los perjudicados lo han planteado a todos los niveles, incluso en el Gobierno?», cuestiona Élida.
El alegato de Élida merece toda la atención del mundo, porque los músicos, la mayoría de los músicos, no tienen los bolsillos holgados, y tienen que afinarla mucho para salir adelante. Son trabajadores que la sudan también, y se ganan con su esfuerzo el mismo respeto y los mismos derechos que cualquier obrero. El pago del trabajo es sagrado. Con eso no se juega.
La segunda carta aborda el frecuente tema de la falta de información institucional acerca de un tema de gran interés colectivo para la comunidad, y la envía Eglis Boffil López, vecino de Calzada del Cerro 1556, entre Domínguez y Piñero, municipio de Cerro, en la capital.
Cuenta Eglis que en enero de 2007 ese Gobierno municipal comunicó oficialmente a la población de determinadas circunscripciones que se instalarían teléfonos en ellas, por lo cual debían hacer las solicitudes correspondientes de ese servicio. Así, todo se hizo normalmente, y en el mes de mayo se dieron a conocer los listados de otorgamiento.
Pero esta es la fecha en que aún los teléfonos no se han instalado, y tampoco los beneficiados han tenido información alguna del porqué. Como consecuencia de ese vacío comunicativo, huelgan los comentarios, el disgusto, los rumores y la incertidumbre entre quienes continúan esperando y no saben por qué.
Eglis considera, con todo fundamento, que quien convocó todo debe darle una explicación contundente a quienes aguardan por algo que ya se les otorgó.
La tercera misiva versa también de insatisfacciones con respecto al teléfono: Isés Inés Ramos me escribe desde Ferrer 157, altos, entre Calzada del Cerro y Manila, en el Cerro también, y refiere que hace más de tres años se mudó para esa vivienda, y el 26 de marzo de 2004 presentó la solicitud de traslado del teléfono. Pero... ¡todavía! sigue aguardando por ETECSA.
«En estos años he ido infinitas veces a informarme e interesarme por mi traslado en la Oficina Comercial de ETECSA, sita en Juan Delgado y Luis Estévez, y siempre me responden que no hay facilidades o disponibilidades. Incluso he preguntado sobre las proyecciones que tienen con respecto a la zona donde resido, y no hay respuestas».
Hace unos dos años, en la esquina de su casa se inauguró la agencia de la Mercedes Benz y le instalaron los teléfonos. Ella preguntó y le dijeron que eso era independiente del sector residencial. En 2006, en la asamblea de rendición de cuentas de la circunscripción, se informó que se estaba trabajando en la instalación de teléfonos en la zona. En las oficinas de ETECSA le prometieron que su caso sería resuelto...
«¿Qué tiempo más me queda de espera? ¿Necesitaré permutar de nuevo para resolver esta problemática?», cuestiona la afectada.