Los seres humanos tenemos cuatro fuentes de energía vital: la alimentación, el descanso, el estado calmado de la mente y la respiración
Los seres humanos tenemos cuatro fuentes de energía vital: la alimentación, el descanso, el estado calmado de la mente y la respiración. La mayoría de las personas utilizan menos del 40 porciento de su capacidad respiratoria y no se percatan de cómo esta cambia al ritmo de las emociones básicas: tristeza, angustia, ira, euforia, felicidad, amor…
Al respirar de modo consciente sentimos la conexión entre cuerpo y mente, y eso contribuye a equilibrar los sistemas nervioso, endocrino e inmunológico y te sintoniza con tu pareja y otros seres vivos en tu entorno, ayudándoles a regular su propia respiración y estados de ánimo.
Cuando sientas estrés, inspira y expira lento y profundo, observa y acepta las sensaciones de tu cuerpo, déjalas ser y disuélvete en ellas como el aire que entra y sale de tu pecho se disuelve alrededor de ti. En minutos tu mente se aquietará y enfocará en lo importante, recuperarás tu paz y energía, y entenderás que la vida ocurre solo en el momento presente, y no vale la pena aferrarse a disgustos o anticipar contradicciones.