La estructura y anatomía general es muy similar entre los diferentes mamíferos, pero el componente diferenciador entre humanos y animales es el volumen encefálico significativamente superior de las personas. El aumento de la complejidad se debe, según Benjamin Blencowe, profesor del Centro Donnelly de la Universidad de Toronto y su equipo de trabajo, en un pequeño cambio que se produce en una proteína llamada PTBP1, que estimula la creación de neuronas y determina la evolución de ese órgano.