Según un estudio del Journal of Pediatric Psychology, citado por el sitio Salud y Vida, muchos adolescentes estadounidenses entre los 15 y 17 años son activos sexualmente y prefieren el sexo oral desprotegido porque supuestamente no los compromete.
Ello implica un riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual para las que aún no existe una cura demostrada, como el papiloma virus y el herpes simple, tanto si es recibido por varones como por mujeres. También puede ser una vía de transmisión del VIH, aunque con menos probabilidad que el coito anal y el vaginal.
«Tener sexo oral sin condón no te hace más popular», advierte el sitio Salud y Vida. En cambio, usar protección es una señal de autocuidado y de responsabilidad.