Desde hace medio siglo las mujeres usan píldoras anticonceptivas para controlar la natalidad, paso esencial para acceder a la educación superior y al mercado laboral.
Este fue el primer medicamento administrado a personas sanas de manera regular. Hoy lo consumen unas cien millones de mujeres, pero aún no llega a centenares de miles de familias por razones culturales o económicas diversas.
De los 190 millones de embarazos anuales, al menos un tercio son involuntarios, y de los 19 millones de mujeres que se someten a un aborto en condiciones inadecuadas por falta de planificación familiar, mueren unas 68 000.